Tour 2024. La reválida Vingegaard vs Pogacar

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

El Tour 2024 es atípico. Por primera vez no acabará en Paris. Los Juegos Olímpicos se lo impiden. La última línea de meta estará en Niza, igual que la París-Niza, el ‘Tour’ de principios de temporada. Allí en 2023 Pogacar batió sin problemas a Vingegaard. El esloveno era el máximo favorito hasta la caída de Lieja. Ahí surgieron las dudas que se resolvieron entre la crono de Alpes y el Col de la Loze. Pogacar sucumbió y en 2024 tiene la reválida.

Esta vez el guión ha girado. Las dudas las tiene el Visma de Vingegaard y Van Aert. Los dos cayeron en el mes de abril. El danés se pasó más de 10 días en el Hospital de Vitoria. Se llegó a dudar de que volviese a correr esta temporada. Necesitó casi un mes para volver a subirse en la bici. Diez dias más para ir a Mallorca a entrenar en busca del buen tiempo y solo después viajó a la concentración del equipo en Tignes para terminar de cerrar su preparación del Tour sin competir nada después de la caída. Sus datos son buenos, si no, no iría al Tour, pero también lo eran los de Pogacar en 2023…

El esloveno también tiene alguna duda. Nunca ha disputado dos grandes vueltas en la misma temporada. El Giro se acabó hace poco más de un mes y Pogacar lo finalizó de rosa en en Coliseo romano, exultante y dominando la carrera a su antojo. Hizo las maletas y a los pocos días ya estaba concentrado en la estación alpina de Isola 2000. Que será meta de la antepenúltima etapa de este Tour. Todo dice que llega en buen estado de forma, pero que puede acusar los esfuerzos de tres semanas.

Y como es un Tour con un recorrido atípico, pues en este 2024 la carrera exige a los favoritos llegar a pleno rendimiento. Parte de Florencia el sábado 29 de junio y ya en la primera jornada atraviesa los Apeninos, sube más de 3.500 metros de desnivel y pese a que acaba en la planicie de Rimini en el Adriático todo lo anterior es un serrucho constante. Perfecto para romper la carrera y comprobar si Vingegaard llega como dice, aunque su compañero Tiejs Benoot ya bajó el suflé . También si los invitados al duelo, Roglic y Evenepoel, puede presentar batalla. Incluso el Team Ineos, que presenta a Carlos Rodríguez como líder a dos ganadores de Tour como Egan Bernal y Geraint Thomas como gregarios de lujo, además del siempre peligroso Tom Pidcock.

INICIO COMPLICADO

El domingo sigue siendo peligroso con la doble ascensión a San Luca (2 km al 10%) antes del final en Bolonia. Y el martes, en la etapa 4, llega el Galibier. La alta montaña antes que nunca. Lo peor que le podía pasar a Vingegaard si llega corto de forma. Es cierto que las dos subidas previas, Sestrieres y Montgenevre (la que separa Italia de Francia) no son excesivamentes duras y que después está todo el inicio de Lautaret para recuperar, pero los ocho kilómetros finales de Galibier van a servir para ver el estado real de forma de todos los favoritos y de sus equipos. Pogacar llega con un Dream Team con Adam Yates, Ayuso, Soler y Wellens, que serían líderes en cualquier otro conjunto del mundo. Jonas tendrá que echar mano de Jorgenson, que hizo un Dauphine prodigioso y de Van Aert, que tampoco ha competido tras su caída previa al Tour de Flandes. Pero echará de menos a Sepp Kuss, baja de última hora por Covid, y Kruiskwijk y Van Vaarle, que se fueron al suelo en Dauphine.

Los lideres se podrán tomar dos días tranquilos antes de la contrarreloj llana del viernes 5 de julio entre Nuits Saint Goerges y Chambertin. Serán 25 kilómetros una distancia suficiente para que Remco Evenepoel pueda recuperar algo de terreno y para que la clasificación se abra un poco más.

La primera semana acaba en el norte de Francia, en Troyes, con una etapa de repechos y 14 tramos de tierra, el último a solo diez de meta. Uno de esos días en los que puede pasar cualquier cosa. La emoción vuelve el miércoles 10 de julio con una etapa de media montaña en el macizo central. 211 kilómetros y más de 4.000 metros de desnivel. Una ‘Lieja’ con cuatro puertos, un primera, dos segundas y un tercera en lo últimos 40 kilómetros de etapa.

PIRINEOS Y ALPES

Dos jornadas de transición darán paso al fin de semana pirenáico. El sábado 12 de julio un clásico de 150 kilómetros y 4.000 metros de desnivel con Tourmalet, Hourquette de Ancizan y final en Saint Lary Pla de Adet, con sus siete kilómetros iniciales al 10%.
La carrera dormirá allí mismo porque al día tocan 200 kilómetros y casi 5.000 metros de desnivel y atravesar los Pirineos de oeste a este. El destino, el durísimo Plateau de Beille. Por el camino Peyresourde, Menté, Col de Anges y Port de Lers.

Después del último día de descanso el Tour remonta la Costa Azul para llegar a los Alpes. Solo habrá oportunidad para los velocistas el martes 16 de julio porque al día siguiente el Tour llega al final en alto de Superdevoluy. El jueves cinco puertos de tercera y 3.100 metros de desnivel antes de entrar en Barcelonotte y a partir del viernes el tríptico final más duro de los últimos años de Tour de Francia.

Vuelta España 2023 – 78.ª edición – 13.ª etapa Formigal – Col du Tourmalet 134,7 km – 09/08/2023 – Jonas Vingegaard (DEN – Jumbo – Visma) – foto Luis Angel Gomez/SprintCyclingAgency©2023

La penúltima jornada es un clásico de los Alpes. No demasiado larga, 140 kilómetros, pero con puestos largos, tendidos y por encima de los 2.000 metros de altitud. Col de Vars, la Bonette (con sus 2.800 metros, el techo del Tour) y final en Isola 2000, con sus 16 kilómetros de longitud al 7,1% de pendiente media. Al día siguiente, más montaña, esta vez en los Alpes Marítimos que rodean a Niza. Otra vez casi 5.000 metros de desnivel por Col de Braus, Col de Turini, Col de la Colmiane y final en Col de la Couillole. Sin rampas demasiado empinadas, pero puertos constantes para hacer diferencias a poco que alguno de los favoritos ceda.

Y esta vez el Tour no tiene paseo en la última etapa, sino que al igual que en 1991, y ya ha llovido, habrá una contrarreloj final por las montañas de Niza. Además, con una dificultad técnica añadida porque no tiene casi nada de llano. Son 33 kilómetros con la subida inicial a La Turbie (8 km al 5,6%), después el kilómetro y medio al 11% para enganchar con el Col de Eze y el descenso complicado y curveado de este último. Solo los cinco kilómetros finales del Tour 2024 son planos. Será un día para que los equipos tomen decisiones sobre el material que van a utilizar los favoritos para ganar la edición de 2024.