Un Tour por los Alpes en busca de la Historia

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

El Tour ha obviado en este 2023 las cimas más míticas de Alpes. No están Galibier, Alpe d Huez, Croix de Fer, Izoard, Iseran, Vars o La Bonnette. El recorrido discurre por la zona norte, pegado al Mont Blanc y a Suiza. Territorios menos visitados y sin el nombre mítico de los anteriores, pero que la rivalidad entre Pogacar y Vingegaard seguro que los va a meter en el recuerdo de los aficionados, porque van a acabar siendo decisivos para dilucidar el ganador de 2023.

ETAPA 13. VIERNES 14 DE JULIO. GRAND COLOMBIER

Pero ojo, que las cuatro etapas de montañas de los Alpes empiezan en la cordillera previa, el Jura, que es algo así como el Pre Pirineo pero sin darle el apellido alpino. Después del Macizo Central, el viernes el Tour pasa la frontera de Lyon y se adentra en una etapa unipuerto que acabará en Gran Colombiere, igual que lo hiciese en 2020. En aquel año venia precedida de dos puertos duros, Monteé de la Selle Fromentel y Col de la Biche, pero se resolvió en un sprint entre los favoritos que se apuntó Pogacar por delante de Roglic. Solo sirvió para desnudar a Bernal al año siguiente de su victoria.

Para este 2023 seguramente dará mucho más juego porque tanto Vingegaard como Pogacar se encuentran en su terreno y no han perdido ninguna ocasión anterior para ‘zurrarse’. Si hasta lo hicieron en la media montaña de Vulcania. Pese a los 140 kilómetros de etapa, el final es un ‘Tourmalet’ 17,4 kilómetros al 7,1%, aunque salpicado de descansillos. Sobre todo en la parte final.

ETAPA 14. SÁBADO 15 DE JULIO. JOUX PLANE

El Tour entra en los Alpes, ahora sí, con una etapa corta, 150 kilómetros y 4.200 metros de desnivel. En tan poco trayecto no da tiempo a ni un metro llano para recuperar. Ya lo saben los 15.000 cicloturistas que participaron en la Etape du Tour 2023, que calcó este recorrido al sur del Lago Leman.

Los cuatro primeros puertos no están en la memoria colectiva del aficionado. Col de Saxel (3ª), Col de Cou (1ª), Col de Feu (1ª) y Col de la Ramaz (1ª), pero si el último, el Joux Plane (1ª). No solo por su exigente subida, 11,6 kilómetros al 8,5% que en el Tour 2006 parecían una autopista plana para Floyd Landis, escapado casi desde la salida y al que ningún ciclista del grupo de favoritos, salvo Carlos Sastre, pudo recortar tiempo en esta ascensión. Lo es sobre todo por su bajada complicada y revirada hasta Morzine, la misma en que la Pedro Delgado se dejó la clavícula en el 84 el día que ganó Arroyo por intentar soltar a Fignon y Roberto Heras, 16 años después, la opción de disputar la etapa a Richard Virenque después de caerse cuando ya estaba casi toda la bajada completada.

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ETAPA 15. DOMINGO 16 DE JULIO. MONT BLANC

La etapa más larga de los Alpes, 179 kilómetros, supera los 4.000 metros de desnivel con puertos alpinos que nunca están por encima de los 1.500 metros de altitud. Un recorrido por la Alta Saboya, que pasa al inicio por el Lago de Annecy, pero que evita atravesar los puertos más altos de macizo.

Primeros 30 kilómetros llanos para crear la fuga, un puerto sin calificación, Col des Fleuries y desde el kilómetro 70 cinco puertos enlazados en solo 100 kilómetros. Los dos primeros, Forclaz de Montmin (7,2 km al 7,3%) y Col de la Croix de Fry (11,3 km al 7%) sin demasiado desnivel, igual que el enlace del Col des Aravis (4,4 km al 5,8%) para llegar a Megeve y descender hasta Domancy. Desde allí tenemos el tramo más duro de toda la etapa, la Cote des Amerands, con 2.7 km al 10,9%, que después de una bajada de un kilómetro da paso a los 8 kilómetros finales de la subida a Saint Gervais, todos al 7,5%

ETAPA 17. MIÉRCOLES 19 DE JULIO. COL DE LA LOZE

Si hay algún día en el que debes ponerte malo en el trabajo, si aún no has cogido vacaciones, es este. La etapa con más desnivel acumulado de todo el Tour, 5000 metros, y la única, junto a la del Tourmalet, con un puerto por encima de los 2.000 metros de altitud, el Col de la Loze, que será el techo de este Tour con sus 2.300 metros de altitud.

Pero antes de llegar allí el pelotón tiene trabajo, sobre todo porque viene después de la única contrarreloj del Tour, y eso siempre deja las piernas duras. Solo habrá una decena de kilómetros para estirarlas, porque en el 17 empieza el Col de Saises (1ª), descenso y el bello Cormet de Roselend (1ª) por donde Tadej Pogacar empezó a escribir su historia en el Tour de 2021 en medio de una tormenta. Ese día solo Carapaz se atrevió a salir a su rueda para explotar los pocos kilómetros. Vingegaard, todavía sin galones en el Jumbo, se limitó a no perder demasiado tiempo.

Esta vez al descender a Bourg Saint Maurice, con 30 grados previstos de calor húmedo, no se tomará la dirección de Iseran-Tignes, sino la carretera que lleva hasta la Madeleine y que deja a su izquierda las estaciones de esquí de Les Arcs y La Plagne, ambas metas del Tour en la época de Indurain. Subirán la Cote de Longefoy (2ª) para evitar los túneles y se meterán en la estación de Meribel para la eterna ascensión al Col de la Loze (28 km al 6%).

La Loze, que ya se ascendió en 2020, se puede dividir en dos partes. Una inicial de 14 kilómetros sin grandes rampas hasta Méribel, con incluso un falso llano al final y otros 14 en los que casi siempre se va por encima del 10%. Eso sí, los cinco últimos, los que se asfaltaron adrede para 2020, tienen una media engañosa porque combina rampas del 18% con pequeñas bajadas. Una auténtica tortura que no terminará a 2300 metros, sino después de una bajada de cinco kilómetros (con repecho incluído) y una rampa final de un kilómetro al 11% en el Altiport de Courchevel.