Almeida luce galones en la Itzulia 2025

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

En la Itzulia 2025 faltaban los cuatro grandes dominadores de pruebas por etapas. Pogacar enfrascado entre Flandes y Roubaix, Vingegaard recuperándose de la caída de París Niza, Roglic con las piernas en alto después de la Volta y Remco Evenepoel de concentración en Sierra Nevada ultimando su vuelta a la carretera tras su segunda clavícula rota en nueve meses. Era la oportunidad de los que casi nunca ganan y Almeida tiró de galones y ‘puestometro’.

Porque el portugués, unos de los mejores gregarios de Pogacar cuando coincide con el esloveno en carrera, no es de los que gana fácil. No es rápido y su motor es diesel puro. Si están los máximos favoritos puede dar relevos en cabeza o sufrir a cola de grupo cuando hay aceleraciones. Sin ellos, es el ‘rey del mambo’.

En la Itzulia Almeida se llevó las dos etapas clave, la cuarta, con meta en Markina, a la que llegó solo después de atacar en las rampas imposibles de Ixua y  jugarse el tipo en la bajada. Les metió 28 segundos al grupo de favoritos entre los que estaba el hasta entonces líder Schachmann, que llevaba el amarillo desde la crono del primer día en Vitoria. El portugués, ya de amarillo, aguantó con los mejores al día siguiente en la exhibición de Ben Healy en Gernika, en otra etapa quebrada y con final en bajada.

Quedaba la clásica etapa final de Eibar, con siete puertos de montaña, los dos últimos Ixua, que se subía por la misma vertiente que en la etapa cuarta y Trabakua, para finalizar bajando hacia Eibar. Fue otro día de agua, frío, bajadas complicadas y ataque de Almeida, que realmente no lo necesitaba y que se podía haber quedado tranquilo con el resto de los favoritos. Pero aceleró, soltó a Schachmann, que estaba a solo 30 segundos y se llevó a rueda a Enric Mas, con el que tenía un margen de más de un minuto y medio.

Entre ambos hicieron camino. Por detrás solo estaba Healy, que venía de la escapada y Del Toro, que tampoco iba a trabajar para atrapar a su compañero. Aramburu y  Jegat solo peleaban por la etapa y Schachmann con Lipowitz, hasta entonces tercero, pronto estuvieron a más de un minuto.

Entonces ocurrió el momento viral de la Itzulia, con un Enric Mas hambriento de victorias pidiendo a Almeida colaborar para poder él llevarse la victoria de etapa y el portugués la general. No hubo acuerdo. Almeida no necesitaba a Más y sabía que en el duelo de lentos era algo más rápido al sprint. Venció el corredor del UAE en Eibar, que alarga el dominio del equipo en pruebas por etapas.

La etapa de Aramburu y las locuras de Healy

La Iztulia 2025 nos permitió ver el resurgir de Aramburu, que este año ha cambiado los colores del Movistar por los del Cofidis. El vasco va de líder a este tipo de carreras y tiene margen suficiente para optar a casi todas las etapas gracias a su punta de velocidad. Sobre todo cuando no están en liza Roglic y Pogacar. Lo aprovechó, aunque la suya fue una victoria con polémica en el repecho final de Beasain. Llegó primero, pero tomó la rotonda por el lado bueno, por el no se podía pasar. Los jueces le sancionaron y le dieron la victoria a Gregoire, pero luego la organización rectificó y reconoció que había señalizado mal el recorrido y Aramburu recuperó el triunfo.

Ben Healy es otro corredor al que los trazados del País Vasco le vienen con anillo al dedo. Perdió tiempo los primeros días para tener margen y se la jugó la penúltima jornada con una escapada lejana. El solo mantuvo a un pelotón de 30 ciclistas a casi dos minutos para llevarse un triunfo de calidad. Al día siguiente lo volvió a intentar y solo Enric Mas y Almeida pudieron con él. El rendimiento de Healy le ponen como aspirante para las Ardenas. Aunque allí se encontrará con Remco Evenpoel y Tadej Pogacar, demasiado para él.