Los protagonistas de los mismos se suelen repetir. Y es que la generación de ciclistas que está ahora mismo en activo es una de las más espectaculares de los últimos años.
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1. Pogacar, Vingegaard y el Galibier
Parecía imbatible y solo una combinación de muchas circunstancias pudieron hacer que Pogacar cediese su cetro en el Tour de Francia. El momento fue el ‘llano’ de Plan Lanchat antes de empezar a subir la segunda parte de Galibier. El Jumbo puso en marcha su maquinaria con Roglic y Vingegaard atacando alternativamente a Pogacar. El esloveno respondió a todos, en incluso se atrevió a lanzar el suyo. El esfuerzo lo acabó pagando kilómetros después en el Col du Granon. Perdió el maillot amarillo. Roglic iba de farol y se acabó retirando del Tour. Vingegaard no cedió ni un segundo en los días siguientes, pese a que Pogacar no dejó de atacar ni un segundo.
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2. Van Aert en los adoquines del Tour
El Tour de Francia de Van Aert ha sido espectacular, de principio a fin. Estuvo en todas las fugas, fue el ciclista orquesta del Jumbo Visma, ganó tres etapas y fue capaz de romper a Pogacar en Hautacam. Se vistió de amarillo, pero su día ‘más’ grande fue en los adoquines. Vingegaard pinchó, Roglic se cayó y Pogacar iba escapado. Van Aert se encargó el solo de llevar a rueda a todo el Jumbo y reducir la distancias con Tadej Pogacar. Se fue a cola del gran grupo a falta de 10 kilómetros para meta… y tuvo que volver porque las diferencias del esloveno crecían sin el tirando del pelotón.
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3. La ‘resurrección’ de Van Vleuten
No estaba siendo el Tour de Francia de Annemiek Van Vleuten. La holandesa era la clara favorita, pero antes de la séptima y penúltima etapa no era líder. Estaba a octava a minuto y medio de Mariane Vos y a un minuto de Kasia Niewiadoma y había dado serios síntomas de debilidad en las etapas anteriores. Se quedaba en repechos sin demasiada entidad y se había pasado tres etapas persiguiendo a las favoritas. Pero llegó la montaña de los Vosgos y resolvió por la vía rápida. Ataque desde lejos para dejar el Tour patas arribas y resuelto antes de la última etapa, que acaba en La Planche des Belles Filles.
4. Flandes 2022. No siempre gana el más fuerte
El ciclista más fuerte del Tour de Flandes 2022 fue Tadej Pogacar. El esloveno, en su primera participación, rompió el grupo en mil pedazos con su ataque en Koppenberg. Volvió a hacerlo en Oude Kwaremont y en el Paterberg solo el pudo seguir, y a duras penas, Van der Poel. Quedaban los 10 kilómetros llanos hasta la meta de Oudenaarde, en los que el corredor del UAE se sabía más lento que el holandés. Jugó al despiste y acabó haciendo cuarto por detrás de Van Baarle y Madouas, que habia llegado por detrás.
5. Amstel 2022. La inteligencia de Cavalli
Había sido una Amstel corrida a cara de perro. Con ataques desde el primer paso por el Geulemebberg. Todo roto y con pelotones de no más de diez corredoras. Un clásico de la carrera holandesa. A falta de ‘un Cauberg’ formaban el grupo de las favoritas Van Vleuten, Vollering, Niewiadoma, Lippert, Mavi Garcia y Marta Cavalli. Ya saben que el Cauberg son poco más de 800 metros al 8%, con un pico del 12% casi al final. Casi desde abajo se movió Van Vleuten y se llevó a rueda al resto. Al coronar, solo queda un kilómetro y medio plano hasta meta. Allí se movió Cavalli, que aprovechó la indecisión del resto para levantar los brazos en meta.
6. Lieja-Bastogne-Lieja 2022. Las cosas de Evenepoel
Ya había avisado en otras carreras ‘menores’, pero lo que hizo Remco Evenepoel en la Lieja-Bastogne-Lieja de 2022 le eleva a la categoría de uno de los mejores clasicómanos del mundo y deja claro que tiene un gran futuro por delante. Les pongo en situación. Se llevaban cubiertos más de 200 kilómetros de la Lieja, que en este 2022 tenía 257 y más de 4.300 metros de desnivel. Al llegar a la Redoute, con sus rampas del 15%, todavía aguantaba un pelotón de unas 40 unidades. Por delante iba la fuga, pero con pocas opciones. Justo en la cima de La Redoute, donde baja el desnivel pero las piernas duelen como si te las fueran a arrancar, saltó Remco Evenepoel con si fuese en llano. Se marchó y ya no le volvieron a ver. Atrapó a todos los fugados, les soltó en Roche aux Faucons y llegó solo a la línea de meta de Lieja. Así contado parece sencillo. Táctica simple. Pero detrás estaban persiguiendo los mejores ciclistas del mundo, con Van Aert a la cabeza. Lo mismo lo volvió a hacer en la Clasica de San Sebastian, en el Mundial de Australia y en dos etapas de la Vuelta. Contrarrelojes de Remco contra el mundo.