La Vuelta 2024 – Sobredosis de montaña e intensidad

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

Hace ya 20 días que Javier Guillén filtró que La Vuelta 2024 iba a ser dura, muy dura. Su comentario ante un grupo de periodistas en la presentación del Ciclocross de Benidorm fue esclarecedor. Hablábamos del Cuitu Negro, que ya había salido en las quinielas de La Vuelta 2024 como un puerto extremo. Guillén soltó un “pues este año en el Angliru los vi más sueltos que nunca. Tienen desarrollo de sobra”. Estaba claro que el Cuitu con sus 20% volvía y que no iba a haber transiciones. Pero también están las rampas antes imposibles de Hazallanas, Moncalvillo, Ancares y el Picón Blanco el penúltimo día. Y otras tantas llegadas el alto y jornadas de media montaña. Llana… la de Sevilla y poco más. Es que incluso La Vuelta empieza en Lisboa con una crono individual y acaba con otra en Madrid. En medio, hueco para escaladores, puncheurs y aventureros. Los velocistas pueden mirar otros objetivos.

El Picón Blanco

Es raro empezar por el epílogo, pero el auditorio del Hotel Marriot murmuró en alto cuando se hizo público el recorrido completo de la penúltima etapa de la Vuelta 2024. Algo así como un: “Esta vez se han pasado”. Ya se sabía que el Picón Blanco iba a estar en el recorrido, pero no después de una etapa con otros seis puertos de montaña y más de 5.000 metros de desnivel. Era el sueño de muchos cicloturistas que han recorrido la montaña cántabra y burgalesa, conocía lo que se podía hacer allí y no se explicaba que La Vuelta no lo utilizase más.
El resultado son 178 kilómetros de deleite montañoso por Las Estacas de Trueba, La Braguía, el Caracol, Lunada, Portillo de La Sia, Puerto de los Tormos y para terminar una cima descubierta hace menos de una década por La Vuelta a Burgos y que ya se subió en La Vuelta 21. El Picón Blanco tiene más de ocho kilómetros y muchos de ellos por encima del 10%.

Tradicionalmente allí, en el Picón Blanco, se coronaría oficiosamente al ganador de la carrera y solo quedaría el paseo por las calles de Madrid. Pero en 2o24 será en forma de contrarreloj individual de 22 kilómetros desde la sede de Telefónica en Las Tablas hasta Gran Vía. Una dificultad más en una carrera a la que se le ha querido dotar de intensidad en casi todas las etapas. Una de las máximas que quiere La Vuelta es que no haya tiempos muertos ni días de transición. Por eso en el recorrido de 2024 solo hay una etapa en línea sin puertos de montaña, la quinta, entre Fuente del Maestre y Sevilla. En cualquiera de las restantes puede peligrar la general.

De Lisboa a Madrid: Territorio comanche

La Vuelta 2024 tiene el calor asegurado en las 10 primeras etapas. Se inicio el 17 de agosto en Lisboa con una crono de 12 kilómetros. Un prólogo largo para los estándares actuales y que ya marcará diferencias. Es prácticamente plano y paralelo a la costa, así que ojo con el viento. Será el punto de partida de una carrera que vuelve a salir de Portugal 27 años después (en aquella ocasión con una contrarreloj por trios). Ya el segundo día entre Cascais y Ourem tiene casi 200 kilómetros por un trazado rompepiernas, muy similar al de Galicia, y con un puerto a solo 20 kilómetros de meta. Y la última jornada en Portugal repite distancia, 190 kilómetros entre Lousa y Castelo Branco, terreno complicado y puertos de montaña, aunque más lejos de meta.

La primera llegada en alto, al igual que ocurrirá en el Tour, no se hará esperar. La cuarta etapa se disputa ya en Extremadura. Tres puertos, Cabezabellosa, Piornal, Miravete y ascensión final al Pico Villuercas. Largo, tendido, pero donde ganó un escalador puro como Romain Bardet. La quinta etapa, quizás la más sencilla de La Vuelta, inicia el periplo por Andalucía con el final llano de Sevilla. La sierra de Cádiz y Málaga marcarán la sexta etapa con cuatro puertos de montaña y final en el Alto de las Abejas de Yunquera. Tampoco hay descanso el séptimo día, porque pese a que solo hay un alto, el del 14%, está situado a poco más de 15 kilómetros de la línea de meta de Córdoba.

El fin de semana andaluz, con las etapas octava y novena, también está plagado de montaña. El sábado 24 de agosto más de 150 kilómetros entre Úbeda y el alto de tercera de Cazorla pasando por puerto del Mirador de las Palomas. Y el domingo, antes del largo traslado hasta Galicia, la primera etapa de gran montaña de La Vuelta 2024. Salida desde la costa, en Motril y final en Granada después de subir el Purche y dos veces seguidas el imposible Alto de Hazallanas, con sus largos tramos por encima del 15%. Habrá que guardar fuerzas porque después queda un largo descenso hasta Granada.

Un millar de kilómetros de traslado y un día de descanso después La Vuelta 24 inicia su viaje por el norte con cuatro etapas por Galicia. La dos primeras muy similares, de unos 160 kilómetros y media docena de pasos de montaña de segunda y tercera categoría. El martes 27 de agosto con final en Baiona después de subir el Alto de Mougás y al día siguiente meta en Padrón después de bajar el puerto de Cruixeiras. La tercera etapa gallega empieza por los parajes accidentados de la Ribeira Sacra y acaba en la larga ascensión de Cabeza Manzaneda. Y para el jueves 29 de agosto la etapa arranca en Lugo para entrar en León, pasar por Ponferrada y subir el puerto de Ancares por una vertiente inédita, la de Tejedo, con 7,7 kilómetros al 9% y rampas del 15% y los últimos 5 a una media del 12%.

En otras ocasiones después de cuatro días complicados La Vuelta daría un descanso a los favoritos, pero entra en Asturias, que tendrá tres etapas y eso supone montaña, casi sin querer. La más ‘sencilla’ es la del sábado 29 de agosto entre Villafranca del Bierzo y Villablino con sus 199 kilómetros (la más larga de 2024) y que tiene los 24 kilómetros de ascensión a Leitariegos como terreno para romper el pelotón antes del rápido descenso de solo 15 hasta Villablino.

El domingo 30 de agosto llega una de las etapas clave. Corta, 142 kilómetros, pero con tres puertos Colladiella en dos ocasiones y Santo Emiliano, antes de la temible ascensión al Cuitu Negro. Une los casi 20 de subida al Puerto de Pajares por la vertiente astur con cinco kilómetros finales al nivel del Angliru con rampas imposibles del 23%. Un lugar casi inédito, que al que solo ha llegado una vez la ronda española en 2014

Día de descanso en Asturias y una última semana que empieza con la meta clásica de Los Lagos de Covadonga, pero después de subir dos de los puertos más duros de la zona, el Fito y Collada Llomena, donde Bernal y Roglic se fueron escapados en aquella Vuelta de 2021. Jornada dura antes de dos días que parecen sencillos si los comparamos con el resto del recorrido de La Vuelta. El miércoles de salida tiene dos puertos duros, La Estranguada y el Caracol, aunque desde la cima hay 70 kilómetros hasta Santander. Y después la etapa alavesa, con el Puerto de Herrera a cuarenta kilómetros de la meta de Maeztu.

Quedarán tres días de Vuelta con el final en Moncalvillo el viernes 6 de septiembre. Un puerto con rampas finales del 15% donde se ‘pegaron’ de tu a tú Roglic y Carapaz en 2020, la citada etapa del Picón Blanco y la crono final de Madrid después de un traslado de 300 kilómetros desde Burgos.