La asignatura pendiente de Remco Evenepoel en La Vuelta

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

Remco es, posiblemente, el mejor contrarrelojista del mundo. También un ciclista capaz de avasallar en el llano y en clásicas de cotas cortas y duras, como el Mundial de Australia 2022, Lieja-Bastogne-Lieja (ya lleva dos) o la Klasikoa de San Sebastian (3 victorias). Supera bien las etapas con puertos cortos y duros, Les Praeres o Pico Jano en 2022 y Arinsal en La Vuelta 2023. Pero, hasta ahora, Remco Evenepoel en La Vuelta tiene una asignatura pendiente, las etapas con puertos largos y más de 4.000 metros de desnivel acumulado. Sierra Nevada 2022 y Javalambre 2023.

¿Es Remco Evenepoel ahora mismo un aspirante al Tour de Francia o al Giro de Italia? En teoría si, porque ha ganado La Vuelta a España de 2022. Pero hay una diferencia importante entre los habituales recorridos del Tour y del Giro y los que suele tener la ronda española. En Giro y Tour siempre hay dos o tres etapas con tres o cuartos puertos de alta montaña encadenados, más de 4.500 meteros de desnivel y que terminan a más de 2.000 metros de altitud. En el Tour en 2023 fue la jornada del Col de la Loze, que acabó con las esperanzas de Tadej Pogacar. En el Giro las de Monte Bondone y Tre Cime di Lavaredo, que utilizó Roglic para restar segundos a Geraint Thomas en su pelea por la corsa rosa.

Este tipo de etapas son las que acaban rompiendo a los ciclistas menos habituados a la alta montaña y que no tiene un rendimiento excelente como escalador puro. Que no se adaptan a jornadas de la máxima exigencia con niveles bajos de oxígeno debido a la altitud después de dos semanas de competición. Cualidades que se pueden entrenar, pero que también tienen un componente genético relevante.

El Giro 2023 era la cita que se había propuesto Remco Evenepoel para demostrar que estaba capacitado para afrontar este tipo de etapas y no perder demasiado tiempo con respecto a sus rivales. Dominar jornadas así es indispensable si el belga quiere aspirar a pelear frente a Pogacar y Vingegaard en el Tour 2024, como en principio era su objetivo. Pero el Covid se interpuso en su camino. Después de ganar la crono de la novena etapa y vestido de rosa se tuvo que marchar a casa. El día anterior ya había dado muestras de debilidad en el complicado circuito de Fossombrone.

La referencia de La Vuelta

Si queremos ver los ejemplos de rendimiento de Remco Evenepoel en etapas de varios puertos encadenados y más de 4.000 metros de desnivel tenemos que echar mano de La Vuelta. En 2022 solo se vio sufrir y perder tiempo al belga con respecto a sus rivales en dos etapas de montaña. La primera en la llegada a La Sierra de La Pandera. Ese día no había grandes puertos encadenados, ni terminaba por encima de 2.000 metros, pera una subida larga, 23 kilómetros desde Los Villares. No pudo salir al ataque de Roglic, ni al de Enri Mas y perdió casi 50 segundos con el primero y 20 con respecto al segundo.

Al día siguiente llegaba la etapa más dura de La Vuelta. Final en Sierra Nevada a 2.500 metros de altitud. 4.000 metros de desnivel acumulado, casi todo en los últimos 50 kilómetros, y una subida larga, de más de 30 kilómetros, desde Pinos Genil hasta Sierra Nevada pasando por las rampas infernales de Hazallanas. Remco tampoco pudo responder cuando saltaron Roglic y Enric Mas. Se limitó a echar mano del equipo y mantener la cabeza fría para minimizar pérdidas. 36 segundos frente al escalador mallorquín y 15 con Roglic.

Pese a mostrar debilidad, Remco se sobrepuso y ya sin Roglic en carrera controló sin problemas en las llegadas en alto de Extremadura y de la Sierra de Guadarrama para apuntarse su primera Vuelta a España.

Para este 2023 es cierto que La Vuelta no entraba en los planes del belga y que su pico de forma estaba previsto para el Giro. Sin embargo, después de bajarse de la bici en Italia volvió a ganar la Clásica de San Sebastián y el Mundial de Contrarreloj en agosto. A La Vuelta llegó con el discurso de ganar etapas y no centrarse en la general. Se vistió de rojo después de una gran victoria superando a Roglic al sprint en Arinsal, una etapa con solo dos puertos y unos 3.000 metros de desnivel, pero volvió a fallar en una jornada similar a la de Sierra Nevada.

Es cierto que en la etapa 6 de La Vuelta 2023, en Javalambre, no se llega nunca a los 2.000 metros de altitud, la cima del Pico del Buitre se queda en 1956 metros y que tampoco había grandes puertos encadenados. Pero si fue una etapa que se salió a fuego desde el inicio y en la que se superaron los 4.000 metros de desnivel. Evenepoel no salió al ataque de Roglic a falta de cuatro kilómetros para meta, en las rampas más duras del puerto, ni tampoco al de Vingegaard y Enric Mas. Otra vez volvió a mantener la cabeza fría para ir de menos a más. Salvó los muebles y solo perdió 30 segundos con la dupla del Jumbo, 25 con Juan Ayuso y solo ocho con Enric Mas.

 

Tourmalet y Larrau, el campo de pruebas

Las dos grandes citas que estamos esperando para ver el rendimiento en alta montaña de Remco Evenepoel llegarán en los Pirineos en la segunda semana de Vuelta. Serán las etapas 13 y 14, las mismas en las que perdió tiempo frente a Roglic y Enric Mas en la edición de 2022. Y a las que, previsiblemente, llegará con algo de margen en la general después de la crono plana de Valladolid.

La etapa del viernes 8 de septiembre llega al corazón de los Pirineos. En solo 135 kilómetros 4.300 metros de desnivel con dos puertos como Aubisque/Soulor y Spandelles encadenados antes de la ascensión final al Tourmalet por la vertiente de Luz Saint Sauver. Ya saben, unos 17 kilómetros a casi el 8%, muy constantes, y que terminan con dos kilómetros a más del 10% a 2.135 metros de altitud. Un escenario perfecto para medirse con Roglic y Vinegegaard y sabe si puede estar a su altura.


Al día siguiente, el sábado 9 de septiembre, será perfecto para medir el nivel de recuperación después de un esfuerzo máximo del belga. Son 156 kilómetros y 4.600 metros de desnivel, pero todos están acumulados en los últimos 100, cuando comienza el Col de Hourcere/Issarbe. Un col de los más duros del Pirineo con 11 kilómetros constantes a casi el 10%. Sin descanso el Puerto de Larrau, con sus seis kilómetros brutales hasta el Paso de Erroymendi y para rematar el enlazado de Laza y el Puerto de Belagua, que no son el escenario con más desnivel, pero que servirán de testigo para ver las evoluciones de Remco en la alta montaña.

Después quedará la última semana con el Angliru y la Cruz de Linares en Asturias y la complicada etapa de media montaña en la Sierra de Guadarrama, pero eso son escenarios en los que ya hemos visto moverse con soltura a Remco Evenepoel.