El que mejor rendimiento sacó de la contrarreloj de La Vuelta 2023 para la general fue Remco Evenepoel. 20 segundos sobre Roglic, 35 con Almeida y Vlasov, casi un minuto sobre Ayuso y Vingegaard, más de 1:10 al líder Kuss y 1:30 a Enric Mas. Es cierto que se esperaba algo más de tiempo sobre Roglic, sobre todo teniendo en cuenta la crono de La Vuelta 2022 en Alicante, pero al final fue menos de 30 minutos de esfuerzo máximo sobre un recorrido totalmente plano y sin viento. Urbano, no demasiado técnico y en el que primaba la fuerza, aunque no lo suficiente para descartar a los escaladores puros.
El resultado para la general es que todos siguen ahí. En un pañuelo, con diferentes estrategias para lo que queda de Vuelta, pero con cinco o seis corredores todavía con opciones de ganar y aspirar al podio.
Elevación del manillar
Durante muchos años la búsqueda máxima de la aerodinámica implicaba llevar el manillar de triatleta lo más bajo posible. Esto suponía al corredor llevar la espalda muy estirada y, si no conseguía ir en esa posición, ofrecer dos puntos de entrada en el aire. Conforme han ido pasado los años los biomecánicos han ido recolocando a los ciclistas. Para los menos flexibles han ido elevando el manillar para conseguir una posición más cómoda y, sobre todo, más compacta frente al aire. Por eso ahora se ven muchas bicicletas de contrarreloj, sobre todo las de ciclistas más altos, con elevaciones de más de cinco centímetros del manillar y posición más elevada. Filippo Ganna, con su 1,90, lo llevaba así. A la postre fue el vencedor de la etapa.
Sin embargo, Remco Evenepoel, Primoz Roglic o Jonas Vingegaard, que no llegan al 1,75 de altura, llevaban sus manillares con menos elevación sobre la tija. En alguno caso incluso inexistente.
Sin bidón ni portabidón
Era un esfuerzo de poco menos de media hora, no hacía demasiado calor y podían beber agua e isotónico hasta el momento de tomar la salida. Tanto Remco Evenepoel como Roglic, Vingegard y Kuss ni tan siquiera montar el portabidón en su bicicleta de contrarreloj. Menos peso, pero sobre todo mejor aerodinámica. El resto de ciclistas que llevaba bidón. Ganna, Enric Mas o Mikel Landa, solo con el modelo especialmente diseñado para su marca de bicicleta. Adiós a los clásicos botes redondeados.
En una crono tan plana los favoritos también descartaron llevar dos platos. Solo uno, cerrado sin entradas de aire y de más de 56 dientes la mayoría de los casos. Menos peso y menos posibles problemas mecánicos. Aunque a Primoz Roglic en la cronoescalada del Giro 2023 se le acabó saliendo la cadena con este sistema. El dentado, pues algunos incluso con 60 y 62 dientes para mover más desarrollo y para intentar que la cadena fuese lo más recta posible y no tener que utilizar los piñones más bajos. Si, cuestión de rozamiento y rendimiento.
Pecho aerodinámico y babero
Dos de las novedades de los últimos años son el pecho aerodinámico y el babero. El objetivo es, como en el resto de los casos, reducir el rozamiento con el viento. El pecho aerodinámico suele ser un complemento que se pone debajo del maillot para que el viento encuentre menos resistencia. En la crono lo utilizó Mikel Landa, entre otros.
El babero es un ‘invento’ de Specialized y que solo utilizan los ciclistas que llevan cascos de esta marca. Rodea al cuello y consigue que el casco aero no se mueva. Todos recordamos la foto icónica de Primoz Roglic entrando en la meta de la Plagne des Belles Filles y perdiendo el Tour 2020 con respecto a Pogacar con el casco casi en la nuca.
