Los puertos de los valles cántabros del Pas y del Asón. Un pedacito de Alpes

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

La Vuelta a España en los últimos años se ha ‘olvidado’ de la montaña Cantabria. A la sombra de los puertos de Asturias y Pirineos, solo Los Machucos han aparecido como final y sin grandes puertos previos. Otras veces, incluso, la carrera ha resuelto la etapa cántabra con perfiles más o menos llanos y finales en la capital o en la costa. Pero la zona de los Valles Pasiegos y del Asón tiene puertos para encadenar una etapa de alta montaña. Hablamos del Portillo de Lunada, La Sía, Asón, Estacas de Trueba, los propios Machucos, Caracol, La Braguía, incluso finales en alto cercanos a la costa.

La gran ventaja que tiene Cantabria es que casi todos los puertos pueden partir de nivel cero, casi a pie de costa y que los que acaban superando el desnivel con la submeseta norte, es decir, los que pasan a Burgos, finalizan a más de 1.200. Eso se traduce en puertos largos, sin grandes paredes, pero con paisajes de praderas verdes casi alpinas y vistas espectaculares.

Desde la frontera con el País Vasco y casi en paralelo, ascienden cuatro puertos muy similares. Los Tornos, El Portillo de La Sía, el Portillo de Lunada y Estacas de Trueba.

De Cantabria a Burgos

El primero, el Puerto de Los Tornos, parte desde Ramales de La Victoria, el último pueblo antes del valle de Karrantza vizcaíno. En total son 18 kilómetros de ascensión al 4,45% de media. Eso sí, los primeros diez son más suaves y los últimos ocho siempre van entre el 6 y el 8%, además con curvas que aligeran algo la sensación de desnivel. Su gran problema, que suele tener tráfico de camiones.

Desde Ramales también se puede subir el Portillo de la Sía, que tiene dos vías de ascensión. Una por el Collado del Asón, que implicará llanear 10 kilómetros hasta Arredondo. Desde allí salen 21 kilómetros al 5,5% pasando por el desfiladero del Asón. Los ocho kilómetros finales, desde el cruce de La Gándara y que son además los más duros, coinciden con la otra opción, la que parte directamente desde Ramales de La Victoria por La Gándara y que suma otros 21 kilómetros al 4,5% de media. Desde la cima se puede llegar al Picón Blanco por sterrato, pero eso ya es terreno burgalés.

Sin duda el puerto con más color alpino es el Portillo de Lunada. Parte desde Liérganes y durante 32 kilómetros asciende 1240 metros hasta los 1320 con los que pasa a la provincia de Burgos.  Es cierto que el desnivel medio no llega al 5% y que el puerto se puede dividir en tres partes. Una inicial de 10 kilómetros muy suave. Otra posterior de seis kilómetros que alterna rampas al 10% y bajadas. Y la parte final, con 16 kilómetros constantes entre el 6 y el 7% y unas vistas espectaculares. Puerto Tour alpino.

El cuarto puerto en línea no le anda la zaga. Estacas de Trueba asciende hasta los 1166 metros y parte desde los 400 en los que está Vega del Pas. Un desnivel acumulado de 800 que se reparte en ‘solo’ 14 kilómetros con una media muy constante del 5,5% y unas vistas de ensueño.

Sin salir del territorio que nos marcan estos cuatro puertos, nos encontramos otros cuatro que son de enlace entre ellos. Siempre en Cantabria y en los valles pasiegos.

Los puertos de enlace

Para enlazar La Sía y La Lunada tenemos dos opciones. La habitual, que es ascender Alisas, una subida de poco más de ocho kilómetros por cualquiera de sus vertientes, Arredondo o La Cavada, y con un media del 6%. Y la versión más dura, los Machucos, que enlaza el inicio de La Sía en Arredondo con la mitad de la subida de La Lunada en San Roque de Riomiera, y que se puede subir por ambas vertientes, aunque en la Vuelta solo se conozca la primera.

Los Machucos son, sin duda, el puerto más duro de la zona. Conocido como el Collado Espina desde Arredondo-Bustablado asciende 700 metros en casi nueve kilómetros. Los números globales dan un 7,76% de media, pero es lo más engañoso. En el interior de los Machucos se alternan rampas de 300 metros al 25% con falsos llanos y alguna bajada, lo que hace ‘mentir’ al desnivel medio. Lo real es que en los primeros tres kilómetros tiene uno entero al 13% de media con rampas del 27% y que en la parte central hay otros dos al 11,3% de media.

Para enlazar el Portillo de Lunada y Estacas de Trueba tenemos que ascender dos puertos. El Caracol, que por la vertiente de Lunada son solo cinco kilómetros al 6%, mientras que si lo subes desde Selaya, la vertiente más cercana a Estacas de Trueba, supone un puerto de 10 kilómetros al 5,6% de media. Y el otro es La Braguía, que está encajonado entre el Caracol y Estacas de Trueba y es un puerto muy similar por ambas caras. Entre 7 y 8 kilómetros al 5,8% de media.

Los puertos más cercanos al mar

Pero no solo en el interior de la montaña hay opciones. Más cercanos a la costa de Laredo o Castro Urdiales.
Por ejemplo, entre Arredondo y la costa puedes enlazar dos puertos seguidos. La Cruz de Usaño y Fuente de las Varas. Y si quieres volver a la montaña puedes ascender a Campo Layal, que por la vertiente que se desciende es el Santuario de la Bien Aparecida, que fue meta de La Vuelta en 2005. Al descender a Ampuero puede enganchar con otro puerto, el de Hoyomenor, que en su bajada te deja a pie de mar, entre Castro Urdiales y Laredo. Y si en vez de bajar te quieres dar algo más de ‘caña’ puedes seguir hasta Las Nieves.  Y para desde el mar, pues el alto de Seña, que te devuelve a la montaña.

Y lo mejor, todos con subida y bajada por diferentes vertientes y la posibilidad de ir enganchando uno con otro. Ninguno de más de seis kilómetros y solo Las Nieves con alguna rampa imposible.