El Tour Femenino encuentra su modelo

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

El recorrido del Tour Femenino 2024 asienta un modelo que ya se esbozó en la primera edición de 2022 y que se terminó de perfilar en 2023. Una carrera de una semana buscando el clímax para los últimos días coincidiendo con la alta montaña y con algún mito creado por la edición masculina. En 2022 fue el Gran Ballon de Alsace, primer puerto subido por el Tour, en 2023, el Tourmalet, el más visitado y para 2024 toca Alpe d’Huez, la leyenda de los Alpes con sus 21 curvas y donde tendrán que hacer hueco entre sus carteles a una mujer. 

Pero ojo, que no es la primera vez que el Tour Femenino llega a Alpe d’Huez, como tampoco fue en 2023 la primera visita a Tourmalet. Dori Ruano, que para estas cosas tiene una memoria prodigiosa, recuerda que en 1992 en el denominado Tour Cycliste Féminin, que ya no organizaba ASO, tuvieron etapa en Tourmalet y que después de nueve etapas la carrera acabó en Alpe d’Huez con las dos estrellas del momento, Leontien Van Moorsel y Jeannie Longo sprintando desde parado en la cima porque se estaban jugando el Tour por un puñado de segundos. El triunfo de etapa y la general fue para la holandesa, pero nadie escribió su nombre en los carteles que cuentas las 21 curvas de Alpe d’Huez.

Aquel Tour del 92 se retrasó a finales de agosto para no coincidir con los JJ OO de Barcelona. Ahora, 32 años después, el Tour de France también retrasa sus fechas. De la última semana de julio, justo después de la carrera masculina, a  un día después de la finalización de los Juegos Olimpicos de París. La carrera comenzará un lunes 12 de agosto y acabará el domingo 18. Pierde un día de competición (normalmente empezaba en domingo), pero mantiene el número de etapas porque la segunda tendrá dos sectores.

GRAND DEPART HOLANDÉS Y CLÁSICAS

Para alejarse del bullicio de la Francia post-olímpica el Tour arrancará por primera vez, desde que lo organiza ASO, fuera del hexágono. Elige Paises Bajos, la cantera más prolífica del ciclismo femenino. Eso implica que los problemas para las ciclistas los dos primeros días serán el viento y los trazados inverosímiles por circuitos urbanos.

El Tour se abre con una etapa de 124 kilómetros entre La Haya y Rotterdam que difícilmente superará los 200 metros de desnivel. Se mueve siempre entre 0 y 10 metros de altitud. Al día siguiente más de lo mismo, pero dividido en dos sectores. Por la mañana etapa-criterium plana de 67 kilómetros entre Doordrecth y Rotterdam. Y por la tarde una crono-prólogo urbana de 6,3 kilómetros en Rotterdam que ya marcará algunas diferencias.

La cuarta etapa, el miércoles 14 de agosto, une los finales de Amstel Gold Race y Lieja Bastogne Lieja (las metas de ambas clásicas están a solo 30 kilómetros). Salida en Valkenburg, meta de la carrera holandesa, y de partida cuatro muros, Bemelberg (que se pasa dos veces), Cauberg y Geulhemeberg. Transición hacía las Ardenas belgas por el Mont Theux y final idéntico a la Lieja-Bastogne-Lieja con La Redoute, Cote des Forges, Roche Aux Faucons y bajada hasta la ciudad valona. Un día perfecto para Vollering y Niewiadoma. También para Kopecky, pero la belga está dudando si apostar por los JJOO o el Tour.

Las velocistas tendrán que agotar sus opciones en la quinta etapa camino de Ammeville, aunque hay una cota de tercera a 15 de meta que puede dejar fuera a algunas de las mujeres más rápidas.

FINAL ALPINO

La montaña en el Tour de Francia Femme llega el fin de semana y lo hace de forma progresiva. La sexta etapa, que se disputa el viernes 16 de agosto, transcurre por los Pre Alpes y tiene cinco puertos de montaña y 160 kilómetros. Los dos últimos, La Roche du Pret y Col des Fins van prácticamente seguidos y suman una ascensión de 13 kilómetros al 6% de media. Suficiente para romper la carrera, porque desde la cima solo hay 15 kilómetros de bajada y llano hasta la meta de Morteau.

El sábado 17 de agosto se visita uno de los lugares que suenan a Tour de Francia. Le Grand Bornand, ciudad de entrada/salida a los grandes Alpes. Otros 170 kilómetros con terreno accidentado de salida y para acabar un puerto de 13 kilómetros. El resultado de unir el Col de Saint Jean de Sixt, casi 6 kilómetros al 5,1% con la subida final a Le Grand Bornand, siete kilómetros al 5,1%, donde está situada la línea de meta.
El fin de fiesta del Tour Femme no podía haber encontrado un lugar más icónico para que la carrera termine de alcanzar sus cotas de interés televisivo. Llegar a Alpe d Huez asegura que va a estar repleto de aficionados holandeses, que no pierden una ocasión así para celebrar una fiesta. Otra cosa es la emoción que pueda tener la competición para ese día. Sin Van Vleuten, el SD Worx de Demi Vollering y Lotte Kopecky se antoja como el dominador absoluto de la carrera. Está Niewiadoma, que ya hizo un gran papel en la edición de 2023 y es la actual campeona del mundo gravel. La polaca parece la gran rival, aunque en una etapa como la diseñada hay margen para grandes explosiones.

Los 150 kilómetros arrancan con el Col de Tamie para hacer a escapada, un llano de 35 kilómetros para consolidarla y el paso previo por el Glandon para romper la carrera. El coloso alpino tiene los 10 kilómetros finales a una media del 9%. Desde su cima hay un largo descenso de 30 kilómetros y un llano de ocho antes de Alpe d’Huez. Allí su rampa inicial al 13%  y las curvas donde baja el desnivel acabarán decidiendo el nombre de la ganadora.