1. Tirol de Sur, Italia
Normalmente, seríamos los primeros en sugerir salir de los Alpes a medida que los días se hacen más cortos y las noches más frías. Sin embargo, este año, gracias a El Niño, el tiempo va a ser inusualmente cálido, al menos hasta enero. Así que, ciclistas de MTB, alegraos. Este fenómeno meteorológico nos permitirá disfrutar de la alta montaña durante más tiempo. Aun así, te sugerimos que te limites a las laderas meridionales. De hecho, el Tirol del Sur es el lugar perfecto.
La región cuenta con más de 500 kilómetros de senderos. Hay para todos los gustos. Ya seas un entusiasta del DH, un ciclista de XC o un fanático del Enduro, disfrutarás de lo lindo en el Tirol del Sur. Contar con una ciudad céntrica como Bolzano, famosa por su infraestructura favorable a las bicicletas, es sin duda una invitación difícil de rechazar. Pero si además incluimos la magnífica mezcla de cerveza austriaca y comida italiana, esta sugerencia resulta sencillamente irresistible.
Aun así, asegúrate de seguir las condiciones meteorológicas, ya que estar en los Alpes durante los meses de otoño significa que la lluvia y la nieve no tardan en llegar, y si no estás bien preparado, podrías encontrarte en apuros.
2. Rijeka, Croacia
Aunque ir a islas mediterráneas como Mallorca, Sicilia, Grecia o Canarias es una obviedad durante el verano, también puedes disfrutarlas durante el invierno. Además, nos gustaría ampliar tu visión del mundo y llevarte a algunos destinos nuevos. Croacia es el lugar perfecto para empezar.
La región de Istria y la ciudad central de Rijeka son probablemente los mejores lugares para experimentar Croacia con tu bicicleta de montaña. Aunque las infraestructuras de DH y MTB no están tan desarrolladas como en Europa Central y Occidental, la naturaleza intacta y los senderos serenos y salvajes con vistas a la costa dálmata son algo que no se puede describir con palabras. Hay que ver esta belleza.
Si decides visitar Istria este otoño, debes probar la emblemática ascensión en bucle Rijeka – Monte Vojak. Es una forma fantástica de ver la cruda campiña croata. La ruta de Parenzana también debería estar en tu lista, ya que este antiguo ferrocarril convertido en ruta ciclista es más que suficiente para proporcionarte la experiencia de adrenalina que busca.
Y si lo tuyo es el cicloturismo, Croacia es tu paraíso. Los lugareños son muy amables, y por el camino probarás comidas y bebidas deliciosas. Eso sí, asegúrate de llevar ropa de abrigo. El tiempo puede llegar a ser gélido durante la noche, así que mejor estar preparado.
3. Málaga, España
Málaga es a menudo olvidada por los ciclistas de MTB a pesar de sus más que seductores senderos. Ya sea por el calor abrasador durante los meses de verano o por el terreno predominantemente polvoriento, los entusiastas del MTB suelen pasar por alto esta tierra de ensueño para los ciclistas. Pues bien, la ausencia de multitudes en los senderos es uno de los mayores atractivos de esta joya oculta.
Un inconveniente considerable es que sólo se puede acceder a todas las rutas de MTB a través de caminos de tierra, lo que complica un poco el transporte. No obstante, si te gusta pedalear y explorar, Málaga tiene mucho que ofrecer. Tanto si eliges la brisa fresca del Parque Natural Montes de Málaga, los senderos salvajes de la Sierra De Tejeda, o las pistas mucho más fáciles y aptas para principiantes cerca de la costa, tienes muchas opciones. Si te gusta el Enduro, la zona de Los Almendrales es una visita obligada.
Pero Málaga tiene mucho más que ofrecer. Tiene trazados de DH excepcionales como la R3 y Alhaurín, así como bonitas opciones de XC como La Techa. Mezcla todo eso con una comida espectacular, unos lugareños más que acogedores y algunos de los mejores vinos del mundo, y tendrás unas vacaciones de 5 estrellas. ¿Qué más se puede pedir?
4. Liguria, Italia
Hablando de buen vino y buena comida, Italia está ahí, en el mapa, ¿no? Con una tradición excepcional en todo tipo de actividades ciclistas, no es de extrañar que algunas de las mejores pistas de BTT se encuentren aquí. Finale Ligure es la creme de la creme en lo que a ciclismo de montaña se refiere. Esta pequeña ciudad encajonada entre Mónaco y San Remo ofrece amplias opciones. Lo mejor de todo es que, a pesar de estar en primera línea de los Alpes, el clima mediterráneo y el resguardo de los fríos vientos del norte y del oeste hacen de este lugar uno de los más cálidos durante todo el año. Naturalmente, los ciclistas acuden en masa durante los meses finales del otoño, y los paseos continúan incluso durante el invierno.
La zona cuenta con más de 90 senderos distintos, que cubren más de 350 km de recorrido costero. Los lugareños han aprovechado este clima único y ofrecen servicios de lanzadera hasta la cima, a casi 1.000 metros de altitud. Ni que decir tiene que el descenso es sencillamente increíble, con magníficas vistas de la costa mediterránea y el agua azul zafiro. ¿Y la cocina italiana? No hace falta dar muchos detalles más.
5. Costa Azul, Francia
Por último, no podemos hacer una lista de destinos favoritos para practicar ciclismo en otoño sin añadir la Costa Azul. No es casualidad que la mayoría de los ciclistas de talla mundial prefieran pasar aquí el invierno. El tiempo es magnífico y uno de los mejores del continente durante los meses fríos. El único problema es que a principios de otoño puede hacer un poco de calor cerca del mar, mientras que en las montañas el tiempo es cada vez más frío. Hay un gran contraste de temperatura.
Por otro lado, hay mucho que ver en las montañas. Y los senderos son magníficos. Desde el tranquilo La Brague hasta el técnico L’escarene, cada ciclista de MTB puede encontrar un trozo de paraíso. Lo mejor de todo es que si te cansas de subir montañas, siempre puedes hacer una excursión de un día a Mónaco y visitar por tu cuenta el lujosísimo principado.
El resto está más claro que el agua. Vino francés excepcional, marisco en abundancia y, por supuesto, una vida nocturna de éxtasis.
¿Estás listo para hacer las maletas?
Pues no hay prisa. El invierno va a ser suave, lo que no es tan bueno para nuestro ecosistema, pero en lo que respecta a la BTT, seguro que nos abre algunas puertas. Así que aprovecha El Niño y haz algunas salidas en MTB memorables este otoño. Quién sabe, el año que viene puede que haya nieve.
