El mágico momento de ganar un Mundial de Gravel por Kasia Niewiadoma

Escrito por Kasia Niewiadoma

Todavía estoy entusiasmada con todo lo que pasó en los Campeonatos del Mundo de la UCI. Tenía a mis amigos y a mi familia conmigo, así que la celebración tras pasar la línea de meta fue un intercambio de energía real y extremadamente positivo. El año pasado pedaleé con Lachy Morton, que venía de correr la primera edición del Mundial de Gravel en Italia. Me contó lo alucinante que había sido la experiencia y, desde entonces, no he dejado de pensar que me encantaría ganar esa carrera algún día. Estoy muy contenta de no haber tenido que esperar demasiado y de haberlo conseguido en mi primer intento.

Ponerse el maillot arco iris y ver alzarse tu bandera nacional mientras empieza a sonar el himno nacional es un momento con el que sueña todo atleta. Subes al podio lleno de felicidad, orgullo, satisfacción y una enorme sensación de logro.

Una carrera salvaje en condiciones complicadas

Es una pena que la carrera no haya tenido una mejor cobertura. Me hubiera gustado que la gente nos hubiera visto correr porque, desde el kilómetro cero, había una dinámica increíble y un ritmo muy alto por parte del equipo italiano. Después de sólo 30 km, nos quedamos en un pelotón de 25 ciclistas. El recorrido era muy exigente, técnico y agotador al final, con muchas subidas cortas pero empinadas.

Tuve un momento de debilidad al principio de la carrera, pero a medida que pasaban los repechos recuperé la confianza y me centré en los últimos 25 km, que había reconocido el día anterior. Sabía que mi mejor oportunidad estaría en una subida de 400 metros con una pendiente media del 15%. Lo di todo allí y conseguí escaparme en solitario. El resto de la carrera fue increíble porque recibí mucho apoyo de la gente que me animaba a lo largo de la carretera. Los últimos 500 metros fueron increíbles porque tenía una diferencia lo suficientemente grande como para poder celebrar la victoria sin apresurarme a llegar a la meta.

También tuve la suerte de montar la nueva Canyon Grail. La bicicleta ya está a la venta oficialmente, y me alegro de que el público tenga acceso a ella. Desde el momento en que me subí a la bicicleta, supe que podía hacer magia. La sentí muy natural y, en cierto modo, similar a montar en una bicicleta de carretera, por lo que la transición no requirió muchos ajustes. Esta bici es muy cómoda, fácil de manejar, rígida y te da una sensación de ligereza y seguridad al pasar por tramos técnicos rocosos o con raíces.

Kasia Niewiadoma
El triunfo de Kasia. © Profimedia


La decepcionante falta de cobertura televisiva

Como ya he dicho, todo el mundo estaba indignado hasta cierto punto por la falta de cobertura televisiva. Fue la única decepción, pero es realmente descorazonador que un acontecimiento tan extraordinario no se haya visto más ampliamente. Tener una retransmisión televisiva es una prioridad absoluta para nosotros, los ciclistas, porque es la única manera de que nuestro deporte obtenga el reconocimiento que merece. No sólo permite a los aficionados seguir y presenciar nuestros incansables esfuerzos en un recorrido tan exigente, sino que también inspira a más gente a unirse a la comunidad de las carreras de gravel. La inclusión y la visibilidad son esenciales para el crecimiento de este deporte, y esperamos una mejor cobertura en el futuro

Mis mejores momentos escalando 

No obstante, estoy muy contenta de haber puesto esta guinda a mi temporada. He seguido mi instinto de darle a mi cuerpo un buen descanso antes de este reto final. Me tomé un descanso del entrenamiento riguroso y de los viajes constantes, permitiendo que mi cuerpo se recuperara por completo. Durante esos diez días de descanso, tuve la oportunidad de embarcarme en salidas de aventura con mi pareja y amigos, que no sólo rejuvenecieron mi estado físico, sino que también me ayudaron a descomprimirme y a redescubrir el placer del ciclismo. A veces, son los momentos de relajación y de pura diversión los que dan los mejores resultados. Esta vez, mi mentalidad renovada me llevó a una impresionante escalada en los Campeonatos del Mundo de Gravel de la UCI, poniendo de relieve la importancia del equilibrio tanto en el entrenamiento como en el disfrute.

Esos momentos en la línea de meta y durante la rueda de prensa de entrega de la medalla de oro son tan especiales porque las sensaciones que desbordan tu mente y tu cuerpo son indescriptibles. Te sientes increíblemente feliz, como si estuvieras flotando en el espacio. Recibir grandes sonrisas y abrazos sinceros te hace comprender que todo el esfuerzo que dedicas a entrenar y todos los fracasos merecen tanto la pena.

El futuro del gravel

Las carreras del gravel son similares a las de carretera en cuanto a esfuerzos prolongados y tiempo dedicado a concentrarse en la carrera, así que me aficioné a ellas de forma natural. Ser bueno técnicamente y gestionar bien el consumo de energía son aspectos vitales. Lo aprendí de todos mis fracasos anteriores. Me encantan las carreras sobre tierra, sobre todo ahora que puedo llevar el maillot arco iris, pero las carreras en carretera seguirán siendo mi prioridad el año que viene, ya que mi objetivo es ganar los Juegos Olímpicos y el Tour de Francia. Una vez que tenga un periodo de relajación, volveré con mucho gusto al gravel

En definitiva, ganar el Mundial de Gravel ha sido un sueño hecho realidad. Los retos, las emociones y el increíble apoyo que recibí lo convirtieron en un momento realmente mágico de mi carrera. Las carreras sobre grava tienen un futuro brillante y estoy deseando ver adónde nos llevan. Gracias a todos por compartir este increíble viaje conmigo.