La Borgoña, Francia: Vinos e historia
Enclavada en el corazón de Francia, Borgoña, o La Bourgogne, atrae con sus renombrados vinos y sus cautivadores paisajes. Con la transición de las hojas a vibrantes tonos rojos y dorados, los ciclistas pueden pedalear a través de ondulantes viñedos, pintorescos pueblos e idílicos paisajes. Es una experiencia envolvente en la que cada curva revela algo de la rica historia y el patrimonio cultural de la región. Y, por supuesto, ninguna visita a Borgoña está completa sin disfrutar de sus delicias gastronómicas, que te permitirán repostar durante su paseo. Te sugerimos seis grandes rutas ciclistas: el Canal de Borgoña, el Canal du Nivernais, el Canal du Centre, el Camino de los Viñedos del Sur de Borgoña y el Loira en Borgoña.
Lago Costanza: En el corazón de Europa
Escondido en el corazón de Europa, el lago de Constanza se presenta como un paraíso para los ciclistas, listo para explorar en otoño. La infraestructura ciclista es ejemplar, y las ciudades y pueblos que salpican el perímetro del lago ofrecen una cálida bienvenida a los ciclistas, con tiendas de alquiler de bicicletas, talleres de reparación y alojamientos adaptados para ciclistas en abundancia. En otoño, los viñedos que bordean las orillas se transforman en un hermoso mar de amarillos, naranjas y rojos, acompañados por las celebraciones de fin de cosecha. Mientras tanto, las lejanas montañas dejan entrever las primeras nevadas de la temporada, creando un bello contraste.
Un punto culminante del ciclismo alrededor del lago Constanza es la famosa Ruta de la Circunferencia, un recorrido de 270 kilómetros que atraviesa Alemania, Suiza y Austria. La cultura y los paisajes únicos de cada país se despliegan a medida que pedalea por esta ruta bien señalizada.
Monferrato Italiano: Colores, mesetas y colinas
El Monferrato, una de las joyas más ocultas de Italia, presenta mesetas, suaves colinas y senderos repletos de viñedos, que lo convierten en un destino realmente encantador en otoño. Aquí, la espesura del bosque y la abundancia de viñedos crean un abanico de colores inolvidable. El rojo intenso de las vides y los tonos dorados de los bosques caducifolios suelen estar envueltos en una fina niebla que aumenta la magia. Sobre dos ruedas, puede explorar el pueblo de Frassinello Monferrato, donde le esperan vistas panorámicas y un antiguo castillo. Y, por supuesto, no olvide deleitarse con los afamados sabores de la región, siendo el otoño el momento perfecto para saborear las preciadas trufas blancas de la cercana Alba y los vinos locales.
Bosque de Bialowieza en Polonia: Un paraíso protegido
Si quieres sumergirte en el caleidoscopio de las hojas otoñales, no busques más allá del Bosque de Bialowieza, en Polonia. Esta naturaleza virgen, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece una belleza casi intacta. Por suerte, este encantador bosque es también un lugar ideal para explorar en bicicleta, lo que te permitirá acercarte a los robles centenarios que han hecho famosa a esta región. Si tienes suerte, incluso podrás ver al raro bisonte europeo, que vive en esta vasta extensión. Para navegar y aprovechar al máximo este terreno salvaje, asegúrate de equiparte con una bicicleta de montaña de alta calidad y neumáticos todoterreno con un excelente agarre.
La salvaje Escocia: Para amantes de la aventura
Para los enamorados de la belleza indómita de Europa, las Tierras Altas escocesas son un nombre que no necesita presentación. Estos vastos paisajes, escasamente poblados, rebosan vida y cuentan con una rica variedad de flora y fauna. Explora los senderos todoterreno en buen estado que atraviesan la región, siendo el Bosque Hermitage de Dunkeld un excelente punto de partida. Este mismo bosque inspiró a J.R.R. Tolkien cuando escribió “El Señor de los Anillos”, por lo que no debería sorprenderte que el follaje otoñal que ofrece sea espectacular. Los numerosos tipos de árboles transforman las Tierras Altas en un despliegue de colores que dejará huella.
Laponia finlandesa: El otoño mágico del Ruska
Laponia, a menudo asociada con paisajes helados y Papá Noel, guarda un delicioso secreto en otoño. Los finlandeses tienen incluso un término para la mágica transformación de las hojas: ruska. Justo antes de la llegada de la nieve, Laponia se convierte en uno de los principales destinos europeos para el cicloturismo. Los carriles bici atraviesan las ciudades y los bosques, ofreciendo un espectacular telón de fondo de hojas crujientes y coloridas. Si visitas Laponia a finales de otoño, incluso podrá contemplar las primeras auroras boreales de la temporada. También hay aparcamientos para bicicletas en toda la región, como el de Ylläs. Es el parque de bicicletas más grande de Finlandia, con ocho rutas de descenso y un telecabina.
Eindhoven, Paises Bajos: Donde los paisajes son obras maestras
Puede que Eindhoven, una joya menos conocida de los Países Bajos, no sea tan famosa como Ámsterdam, pero eso es precisamente lo que la convierte en un lugar tan especial para visitar. Esta vibrante ciudad combina un ritmo de vida más pausado con una reputación de centro neurálgico del diseño y la vida nocturna, todo ello mientras presume de la renombrada infraestructura ciclista holandesa. Alrededor de Eindhoven hay paisajes que en su día inspiraron a artistas de la talla de Van Gogh para crear sus obras maestras. En otoño, estos paisajes sufren una magnífica transformación, ya que los vibrantes tonos veraniegos dan paso a los cálidos y terrosos del otoño. Para empezar, le recomendamos la Ruta de los Castillos de Brabante, que conecta los castillos medievales de Helmond, Geldrop y Heeze. Aquí podrás pedalear por hermosas reservas naturales como Het Goor, Molenheide y Strabrechtse Heide.
