¿Qué potencia deben tener las luces?
Siempre debes llevar al menos 2 luces en tu bicicleta para el ciclismo nocturno. Una delante para iluminar la carretera y otra detrás para que te vean los vehículos que circulan detrás. La luz delantera debe ser blanca y lo suficientemente brillante para el tipo de conducción nocturna que estés planeando. Éstas son las situaciones más habituales.
100-200 lúmenes son suficientes para entornos urbanos pavimentados iluminados con farolas
400-600 lúmenes son buenos para carreteras comarcales con terreno predecible pero sin otra iluminación
1.000 lúmenes son necesarios para MTB en los que el terreno es mucho menos predecible.
A modo de comparación, un faro de coche suele tener entre 700 y 1.200 lúmenes, pero los lúmenes no lo son todo. La óptica y el enfoque desempeñan un papel muy importante en el alcance de la luz y en la distancia a la que puedes verla o ser visto mientras la utilizas. Cuando se trata de tu luz trasera, sólo necesitas entre 50 y 100 lúmenes para que los demás puedan verte desde una distancia segura.
¿Luces intermitentes o fijas?
La posibilidad de elegir entre luces fijas o intermitentes depende de la normativa de cada país. Los residentes en el Reino Unido pueden utilizar luces intermitentes, mientras que en Alemania está prohibido. Aquí tienes un resumen de las normas de varios países europeos.
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Reino Unido: Las luces intermitentes están permitidas tanto en la parte delantera como en la trasera, siempre que parpadeen con una frecuencia de 1 a 4 destellos por segundo.
Bélgica: Es legal el uso de luces intermitentes en las bicicletas.
República Checa: Las luces intermitentes están permitidas tanto en la parte delantera como en la trasera, siempre que se utilicen en condiciones adecuadas.
Países Bajos: Las luces intermitentes no están permitidas en la parte delantera, pero la normativa no menciona explícitamente su uso en la parte trasera.
Alemania: Las luces intermitentes no están permitidas ni delante ni detrás, ya que se considera que distraen a los demás usuarios de la carretera.
Austria: Las luces intermitentes delanteras no están permitidas, pero la normativa no menciona explícitamente su uso para las luces traseras.
Francia: La venta de bicicletas que no estén equipadas con sistemas de iluminación conformes a la ley puede considerarse una infracción, pero no se menciona explícitamente el requisito de las luces intermitentes.Así que, si tienes la opción, ¿por cuál deberías decantarte? Hay estudios que sugieren que una luz delantera intermitente puede ser más visible que una fija. Pero en el mundo real hay que tener en cuenta otros factores. La mayoría de los faros de las bicis son más luminosos que las luces traseras, y también suelen utilizar haces anchos sin corte, lo que podría cegar a los conductores o a otros ciclistas. Cualquier ciclista que se haya encontrado en un camino con una luz intermitente en su dirección lo sabe. Así que, para una luz delantera, es mejor utilizar una luz fija en la mayoría de los escenarios.
Añade reflectantes
Para mejorar aún más tu visibilidad durante una ruta de ciclismo nocturno y permitir que los demás te identifiquen como ciclista, utiliza ropa y accesorios reflectantes. Los estudios han demostrado que llevar reflectores en los pedales o los tobillos te ayudará a destacar más, ya que los conductores notarán el movimiento elíptico de tus pedales y sabrán que deben acercarse a ti con seguridad. Para una mejor visibilidad lateral, puedes colocar reflectores en el interior de los radios.
También es buena idea llevar elementos reflectantes en tu ropa de ciclismo, así como en los guantes, el casco o la mochila. Una buena forma de conseguirlo es utilizar cinta reflectante. No sólo puede aplicarse a guardabarros, cuadros y otras piezas de la bicicleta, sino también a tu propia ropa. Cuantos más elementos reflectantes, más posibilidades tendrás de ser visible para otras personas en la carretera.
Ropa adecuada
Además de la visibilidad, también hay que asegurarse de no pasar demasiado frío. Las temperaturas nocturnas pueden sorprenderte, ya que siempre bajan, incluso en verano. Si vas a montar en bicicleta con regularidad durante los meses más fríos, invierte en un conjunto de ropa ciclista de invierno, marcará una gran diferencia. Los guantes de dedos, las mallas y los calcetines más gruesos te ayudarán a mantener las extremidades más calientes. La bruma o la niebla también pueden enfriarte, así que merece la pena llevar capas exteriores resistentes al agua, aunque no esperes que llueva.
Con todo esto, deberías estar listo para experimentar el mundo del ciclismo nocturno. Todo lo que queda antes de salir es planificar la ruta. En el próximo artículo te daremos algunos consejos al respecto.
