Etapas clave de La Vuelta 2023. Del Tourmalet al Angliru

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

La Vuelta 2023 ha ‘engatusado’ a la mayoría de las estrellas mundiales que no han disputado ya Tour y Giro. La montaña y ‘emboscadas’ copan las etapas clave de La Vuelta 2023, una edición entre Barcelona y Madrid que puede ser la más accidentada, si hablamos de motivos geográficos, claro, de los últimos tiempos. Solo hay cuatro jornadas llanas en Oliva, Zaragoza, Íscar y el final en Madrid y dos cronos, la inicial por equipos y la individual en Valladolid. En el resto mandarán los puertos, desde el Tourmalet al Angliru pasando por inéditos como Bejes o la Cruz de Linares.

Etapa 3. Suria – Arinsal (Lunes 28 de agosto)

Los favoritos de La Vuelta no pueden llegar cortos de forma porque ya el tercer día tienen un final más que complicado en Andorra. Es cierto que la organización no se ha decantado por los puertos con más desnivel del Principado, pero si se suman más de 3.000 metros de desnivel en una etapa de 160 kilómetros en la que la primera parte es accidentada y propicia para fugas.

Aunque el inicio del primer puerto, el Coll d’Ordino, está marcado en el kilómetro 124 en Encamp, cualquiera que haya estado en Andorra sabe que desde que el pelotón entre por la frontera va a ir en continuo ascenso. Desde el cruce de Canilló son ocho kilómetros al 6%, pero ya llegarán con las piernas ‘calientes’ si algún equipo quiere meter ritmo. Bajada corta y desde el pueblo de Ordino se sube a la Estación de Arinsal. Son 8 kilómetros a casi el 8% muy constantes y con algún tramo al 11%. Acabará haciendo daño a poco que alguno de los favoritos lo intente.

Etapa 6. Vall de Uxo – Pico del Buitre (Miércoles 31 de agosto)

Todavía en la primera semana de carrera llega la etapa de Javalambre, por el interior de Teruel, con casi 4.000 metros de desnivel. Todo el inicio de la etapa, desde Vall de Uxo, es terreno sin grandes puertos, pero sin un centímetro llano. Una zona agotadora y perfecta para fugas de calidad. Se ascienden dos terceras, el Puerto de Arenillas y el Alto Fuente de Rubielos, y un centenar de repechos sin catalogar antes de llegar a Arcos de las Salinas, donde arranca la subida al Pico del Buitre – Observatorio Astrofísico de Javalambre.

Es un puerto para hacer diferencias. 11 kilómetros al 8% pero con un inicio suave e incluso un descansillo a mitad de la subida. Lo más duro son los cinco kilómetros finales con tramos a más del 12 y del 14% de desnivel y porcentajes kilométricos medios por encima del 10%.

 

Etapa 13. Formigal – Col du Tourmalet  (Viernes 8 de septiembre)

La etapa más esperada de La Vuelta. En 2020 la pandemia anuló la meta en el Col du Tourmalet y desde entonces la carrera quería recuperar una etapa que seguramente será épica. Aunque no es la primera vez que la carrera española visita el Tourmalet, lo hizo en los años 90, en esta ocasión el puerto más mítico del Tour Francia será meta  y eso no había pasado antes. Con respecto al diseño de 2020 cambia algo el recorrido. No se asciende Portalet completo, sino que la etapa arranca en Formigal, a solo cuatro kilómetros de la frontera con Francia. Rápido descenso hasta Laruns, giro a la derecha y Aubisque para romper la carrera. Un puertaco con sus 16 kilómetros a casi el 8%.  Bajada corta hasta los dos tres kilómetros de subida a Soulor con las vistas del circo de Litor y descenso rápido para afrontar el Col de Spandelles por la misma vertiente que en el Tour 2022. Ya recuerdan, donde Vingegaard y Pogacar se ‘arrearon’ de lo lindo subiendo… y bajando.

La bajada de Spandelles termina en Argeles Gazost, en el kilómetro 97. Desde ahí hasta Pierrefitte Nestalas están los únicos ocho kilómetros llanos de toda la etapa. Es cierto que hay otros 12 en ligera subida hasta Luz Saint Sauver, donde arranca el Tourmalet por su vertiente más constante. La misma por la que subieron las dos veces que ha sido meta en el Tour. En 2010, con la pelea entre Contador y Schleck y en 2019, cuando venció Thibaut Pinot.

En los poco más de 130 kilómetros de etapa salen 4.000 metros de desnivel positivo. Una auténtica invitación a los escaladores de La Vuelta 2023 y una vara de medir perfecta para el rendimiento de Remco Evenepoel en la alta montaña, que todavía está en duda. Seguramente una de las etapas clave de La Vuelta 2023.

 

Etapa 14. Sauveterre de Bearn – Larra Belagua  (Sábado 9 de septiembre)

Con las piernas doloridas del Tourmalet la etapa del día siguiente no le anda a la zaga ni en dureza ni el puertos exigentes. Se vuelve a llegar a casi los 4.000 metros de desnivel y casi todos concentrados en los últimos 110 kilómetros de una etapa de 156 con el inicio prácticamente llano.

El Col de Hourcere (Puerto de Issarbe) es bien conocido por los cicloturistas que participan en la Larra-Larrau y ya ha formado parte del Tour de Francia. Es una auténtica pared de 11 kilómetros al 9% en los que siempre que miras al Garmin aparece el 10 y el 11%. Duro, constante… ideal para romper la carrera desde lejos. Sobre todo porque después de bajar por Sainte Engrace arranca Larrau, quizás uno de los puertos más duros y con más desnivel de Pirineos. Poco visitado por el Tour, fue clave en aquella edición del 96 para dejar sin opciones a Indurain, sus 14 kilómetros tienen una media engañosa del 8%. Lo es porque tiene un descansillo-bajada después del Col de Erroymendi, pero en su parte central, después del pueblo de Larrau, engancha casi cinco kilómetros con medias superiores al 11%.

Larrau se corona en el kilómetro 110 y desde allí hasta el inicio de Larra-Belagua hay 35 kilómetros con la corta subida a Laza y un falso llano ascendente. Quizás demasiado para intentarlo desde tan lejos. Sobre todo porque Belagua, pese a tener 9 kilómetros, nunca pasa del 8% y termina con dos kilómetros prácticamente llanos

 

Etapa 17. Ribadesella – Angliru  (Miércoles 13 de septiembre)

La jornada del Angliru vuelve a ser, como en ediciones anteriores, bastante corta y una de las etapas clave de La Vuelta 2023. Solo 124 kilómetros. Y en esta ocasión los primeros 60 prácticamente llanos. Solo se remonta desde la Playa de Ribadesella hasta los 253 metros de altitud de San Martín del Rey Aurelio. Allí arranca La Colladiella, de 8 kilómetros al 7%. Después el clásico Cordal, con sus poco más de cinco kilómetros al 9,5% y una bajada extremadamente peligrosa, sobre todo si sale un día de lluvia, nada extraño un 13 de septiembre en Asturias.

Todo serán prolegómenos. Incluso los primeros 6 kilómetros del Angliru desde Riosa hasta Viapará. Después de ese falso llano empiezan los 5,5 kilómetros más duros del ciclismo profesional en Europa, con sus ‘descansillos’ al 10% y sus rampas imposibles mantenidas por encima del 15 y del 20%. La famosa recta al 22% de 500 metros de la Cueña de les Cabres y el final en bajada. Si llega en forma, el escenario ideal para Jonas Vingegaard.

 

Etapa 18. Pola de Allande – Cruz de Linares  (Jueves 14 de septiembre)

La tercera etapa de 4.000 metros de la Vuelta, junto a la del Tourmalet y la del Larrau, terminará decidiendo la carrera a falta de lo que pueda suceder el penúltimo día en la Sierra de Guadarrama. La montaña asturiana nos presenta una nueva cima, el Puerto de La Cruz de Linares, muy cerca de Gamoniteiro o Collao Fancuaya, los dos últimos ‘descubrimientos’ de La Vuelta.

Antes de llegar allí hay que subir el Alto de Estacas, de segunda categoría, el Puerto de San Lorenzo, uno de los más duros de Asturias con sus 10 kilómetros casi siempre al 10% salvo dos ligeros descansillos y el repecho-trampa de Tenebredo con sus dos rampas al 13%. El Puerto de la Cruz de Linares se subirá en dos ocasiones y por la misma vertiente, la del pueblo de Linares. Son 8,3 kilómetros al 8,6% donde lo más duro está en los seis iniciales con tramos sostenidos al 12 y 14% para bajar en la parte final al 6/7%.