El Tour de Francia Femenino 2023, por Kasia Niewiadoma

Escrito por Kasia Niewiadoma

Reflexionando sobre mi experiencia en el Tour de Francia Femenino 2023, tengo que decir que me siento muy satisfecha. Siempre me siento muy feliz cuando todo el trabajo duro que he realizado junto con mi equipo da sus frutos. Tenía confianza y creía que el TdFF sería una carrera de éxito. Así que, para mí y para el futuro, es estupendo saber que cuando deseas algo con todas tus fuerzas, ¡nada puede pararte!

Por supuesto, una parte de mí desearía haber acabado segunda, ya que perdí el puesto por muy poco; 0,20 segundos no parecen nada. Pero supongo que me recompensaron con un maillot de lunares por ello:) En cada carrera acabo conociéndome más gracias a la experiencia que he ido adquiriendo a lo largo de esos momentos de sufrimiento. Así que ahora ya sé en qué tengo que trabajar y quizá pueda ponerme el maillot amarillo el año que viene. Pero, en general, estoy superorgullosa de mí misma y de mi equipo por cómo hemos luchado cada día y por lo solidarios que hemos sido los unos con los otros.

Un deporte en rápida evolución

Fue emocionante participar en el evento. El ciclismo femenino crece y mejora muy rápidamente, lo que significa que lo que ocurrió el año pasado ya es “demasiado viejo” para funcionar esta temporada. Aprendí esa lección en las Clásicas de Primavera. Pensaba que había entrenado lo suficiente para luchar por las victorias, pero el nivel había mejorado tanto que me encontré de nuevo en una posición en la que sentía que había perdido por porcentajes tan pequeños. Eso me hizo darme cuenta de que antes del Tour de France Femmes avec Zwift, necesitaba centrarme aún más y analizar todo mi entrenamiento, para que mi entrenador y yo pudiéramos reformular mi enfoque de la carrera.

Después de pasar más de tres semanas en altitud, donde básicamente convertí mis días en el modo entrenar/comer/dormir, pude compensar la diferencia. Es un estilo de vida que sólo se puede llevar durante un par de semanas sin volverse loco, pero funcionó el año pasado antes del Tour y este año también. Dicho esto, el Tour de este año ha sido sin duda más exigente que el de la edición anterior. Hemos corrido principalmente en el sur de Francia, donde rara vez se ven tramos llanos. Eso significa que el pelotón luchaba cada día por una posición perfecta. Este año he tenido la sensación de correr ocho clásicas fusionadas en una gran carrera por etapas, mientras que el año pasado había días más relajados o, al menos, menos estresantes y agitados.

Kasia Niewiadoma
Kasia Niewiadoma en la crono del 2023 Tour de France avec Zwift. © Profimedia


Crecimiento del nivel en las carreras femeninas

Poder correr y terminar la etapa en el Col du Tourmalet fue también un gran paso adelante para el ciclismo femenino. Es una montaña tan emblemática que se ha subido muchas veces en el pasado y tan brutal que te hace apreciar lo increíblemente difícil que es nuestro deporte. Durante años, las mujeres hemos oído decir que algunas montañas o puertos son demasiado duros para nosotras o que algunas distancias son demasiado largas, pero eso no existe y cada vez que tenemos la oportunidad de hacer algo diferente y demostrar nuestras fuerzas, estamos a la altura de las circunstancias. Eso significa no sólo terminar, sino demostrar que vernos correr en estos recorridos de locura es también un espectáculo excelente.

Además, contar con varios equipos que se presentan a la carrera con un elenco tan sólido de escaladores, velocistas y contrarrelojistas es algo que vemos que ocurre cada vez más con el paso de los años. El desarrollo es masivo, y el TdFF motiva a muchos a salir de su zona de confort y buscar herramientas y métodos de entrenamiento que les permitan subir de nivel. En estos momentos, no puedes estar haciendo lo que hacías el año pasado porque serías invisible, y el impulso de querer más empuja al ciclismo femenino a esta loca velocidad de evolución. Actualmente, la mayor parte del pelotón puede sufrir en diferentes terrenos. Por supuesto, podemos dividir el pelotón en velocistas y escaladoras, pero todas sabemos sufrir y aguantar para salvar el fuera de control

Aumento del ambiente y la popularidad

Pero los aficionados ayudan mucho. Es increíble que te animen desde la salida hasta la meta, y también sirve para distraerte del dolor. El ruido y el alboroto son tan grandes que uno puede desconectar y seguir adelante. Empezar y terminar en grandes ciudades también es una gran sensación, ya que podemos rodar por lugares emblemáticos promocionando nuestro deporte y contagiando a otros el amor y la pasión por las bicicletas. Que la gente te vea y te siga por Internet es otro estímulo porque, después de las etapas difíciles, recibes un montón de mensajes bonitos que te hacen sentir visible y apoyado. Esto te permite adentrarte aún más en la cueva del dolor al día siguiente.

Futuro de las carreras femeninas

En cuanto a lo que necesitamos para que el Tour de France Femmes avec Zwift sea más visible en los próximos años, creo que todo tiene que ver con la cobertura televisiva. Si es fácilmente accesible y se retransmite adecuadamente, no me cabe duda de que las carreras atraerán espectadores automáticamente. Si la cobertura televisiva es deficiente, la gente no tendrá la oportunidad de involucrarse e inspirarse viéndonos rodar por diferentes países. También creo que sería más interesante ver carreras que incluyeran más subidas duras o que tuvieran lugar en circuitos locales.

Y para seguir evolucionando personalmente como corredora, creo que tengo que centrarme en carreras específicas con más precisión y permitirme encontrar tiempo para campos de entrenamiento adecuados. Cuando compito todas las semanas y viajo tanto, al final me canso mucho. Centrarse en un solo objetivo te permite exprimirte al máximo durante los preparativos y la carrera. Si te concentras en otros objetivos, siempre correrás sólo al 90% de tus capacidades. Eso es lo que tengo que recordar para el año que viene.