Vuelta 2023: Tourmalet, Angliru y Larrau

Escrito por Luis Ortega @ciclored

Minutos antes de entrar al escenario del Palau de la Música de Barcelona a Fernando Escartín se le iluminan los ojos cuando habla del recorrido de La Vuelta 2023. “Hay mucha montaña y está Tourmalet”, confirma. “Y Angliru y Larrau”. ¿Y los puertos de paso?, pregunto. “Duros y terreno complicado” responde.  ¿Crono? “Pues la de por equipos el primer día y una más o menos plana y corta en Valladolid”. ¿Y para acabar?… “Eso es sorpresa”.

Después los compromisos se llevan a Escartín de un lado para otro. Es uno de los encargados de diseñar cada año las etapas de La Vuelta y la presentación es un ‘día grande‘ en el que se reúnen todos los estamentos del ciclismo. En este 2023 al ser en enero faltan algunos ciclistas en activo, que ya están concentrados de cara a la temporada que arranca en unos días en Australia y Argentina. Si acude Marc Soler, casi como anfitrión, y se encargó de contar en el escenario con Perico y Carlos de Andrés como será el primer bloque de carrera, con visita a Andorra con Ordino y meta en Arcalis el tercer día y final en Javalambre en la quinta etapa.

Después el escenario es para Enric Mas, que ya acumula tres segundos puestos en La Vuelta. Acude como líder absoluto de Movistar, todos los focos para él. No fue el Bala, que ya es un cicloturista más, para no restarle relevancia. Al mallorquín le toca hablar sobre la etapa de Alicante, por donde estuvo entrenando en el mes de diciembre. Acaba en Xorret del Catí. También el final en Caravaca de la Cruz y de la crono llana de Valladolid. Recordó que en la Laguna Negra en 2020 sufrió y no entró con los primeros y que también en 2020 estaba previsto acabar en el Tourmalet, pero no se pudo por el cierre de las autoridades francesas y se recupera en este 2022, previo paso por Aubisque, donde en el Tour del año pasado fue al ataque y Spandelles, el puerto en el que se cayó Tadej Pogacar. No será la única incursión pirenaica, porque al día siguiente tocan Issarbe, Larrau y Belagua (la cara española de la Pierre de San Martin) y para rematar un circuito con final en Lekumberri y dos pasos por un tercera como Zuarrarrate.

El último bloque le tocó comentarlo a Juanpe López y si La Vuelta 2023 ya nos parecía dura, él se encargó de darle su toque de gracejo andaluz. Sobre todo por el día del Angliru, con Colladiella y Cordal como paso previó. Allí dijo el de Loja en 2020 que no volvía más y le tocará retornar en 2023 y con público en las cunetas. Antes habrá etapa cántabra con final inédito en una subida corta pero explosiva en Bejes y después del Angliru otra cita con la montaña asturiana con doble subida y final en el también inédito Cruz de Linares (ojo que la bajada es muy peligrosa), pero antes está el selectivo San Lorenzo y el duro Tenebredo. La sorpresa final de la que hablaba Escartín también causó murmullo en el auditorio y cara de ‘la que habeis liao’ al corredor de Trek. El penúltimo día se suben 10 terceras en la parte oeste de la sierra de Guadarrama, con 208 kilómetros y 4.000 metros de desnivel. “Casi prefiero una etapa con tres puertos de primera”, confesó Juampe.

Montaña y más montaña

Si resumimos La Vuelta 2023 en números y datos nos salen más puertos de fuera de categoría y de primera categoría que la media de las últimas ediciones. De las 21 etapas entre el 26 de agosto (Barcelona) y el 17 de septiembre (Madrid) hay diez finales en alto, de los que siete se pueden considerar etapas de montaña. Pero además hay siete jornadas de media montaña, con puerto previo y bajada hasta meta, cinco llanas (cuatro de ellas con posibilidad de viento) y dos contrarrelojes, la inicial por equipos de 15 kilómetros en la Ciudad Condal y la etapa décima en Valladolid que es individual de 25 kilómetros con un repecho de salida y el resto totalmente llano.

Siguiendo la tendencia que inició la ronda española y que ha seguido el Tour de Francia no caben las etapas de más de 200 kilómetros, solo se salva la del penúltimo día en Guadarrama, que adquiere el formato de clásica y que busca ser una jornada en la que influyan los equipos y la táctica y donde se pueda romper la carrera por una vía diferentes a las etapas anteriores. La Cruz Verde como segundo puerto y antepenúltimo. El circuito La Escondida, Alto de Santa Maria de la Alameda y Robledondo por dos veces, subida final a San Lorenzo del Escorial y ocho kilómetros planos hasta la meta en Guadarrama. En 2021 una jornada similar en Mos dejó a Miguel Angel López fuera del podio y del Movistar.

Seguramente La Vuelta 2023 se decidirá en las cuatro jornadas, dos pirenaicas y dos asturianas, con más montaña y desnivel acumulado. La carrera llegará el viernes 13 de septiembre a Tourmalet. No lo hace como estaba previsto en 2020, sino que la salida es en Formigal. Solo cuatro kilómetros de ascensión (ese día habrá ruido de rodillos en la salida) para bajar el larguísimo Portalet y enlazar igual que en el Tour 2022 Aubisque, Soulor y Spandelles. Después quedará el Tourmalet, que no arranca en Luz Saint Sauver, sino kilómetros antes. Y con el cansancio acumulado de ese día en la jornada siguiente hay dos puertos de paso durísimo para romper la carrera. De esos en los que miras el Garmin y siempre está al 10%. Issarbe y Larrau, muy poco utilizados por el Tour, antes de entrar en España por Laza y subir los últimos kilómetros de Belagua, la parte sur de la Pierre de Saint Martin

La ‘transición’ entre el boque pirenaico y asturiano no es llano. El domingo 10 de septiembre la etapa acaba en Lekumberri después de subir tres terceras, el último a solo ocho kilómetros de meta. Y después del último día de descanso la jornada es llana por la costa cántabra, pero se adentra en el desfiladero de la Hermida para finalizar en un puerto duro e inédito como Bejes.

El miércoles 13 de septiembre retorna el Angliru después de que en 2020 se subiera en otoño y sin público por la pandemia. Vuelve a ser una etapa corta, solo 122 kilómetros, pero con Colladiella y Cordal (siempre es peligroso el descenso) antes del puerto más duro de España. Y sin descanso una jornada más larga, de 180 kilómetros con pasos previos por Estacas, San Lorenzo y Tenebredo antes del inédito Cruz de Linares por partida doble, que son 8 kilómetros al 10%,


En cuanto a los nombres, pues como siempre La Vuelta deberá esperar al devenir de la temporada, que para este 2023 tiene el Mundial en agosto y quince días antes del inicio de la ronda española. Muchos de los que lleguen a la salida en Barcelona estarán pendientes de aprobar los exámenes suspendidos antes, sobre todo en el Giro y el Tour. Parece que Roglic la tienen apuntada en la agenda y también Enric Mas. Vingegaard y Pogacar dependerán del Tour, Remco Evenepoel posiblemente de lo que haga en los Mundiales, igual que Van Aert y Van der Poel. De las bazas españolas estarán casi seguro Juan Ayuso y Carlos Rodríguez.