Los cambios en las reglas del Tour

Escrito por Matt Stephens

Los cambios en la reglas del Tour han sido constantes desde su creación en 1903. La carrera ha ido evolucionando para adaptarse a las nuevas exigencias del ciclismo. En este artículo destacaré algunos de los cambios más notables en la historia de “Le Grand Boucle” para tratar de arrojar algo de luz sobre la transformación desde los días pioneros en los que no había apoyo a los corredores y la competición original se basaba en los puntos, hasta las normas más contemporáneas que rigen el tamaño de los equipos y el tiempo total que conocemos hoy en día.

Los inicios: Aventureros

En sus primeros años, el Tour de Francia era básicamente una agotadora prueba de resistencia, en la que los corredores afrontaban largas etapas de una media de casi 400 km al día, por terrenos traicioneros sobre firmes que hoy llamaríamos gravel. A diferencia de las estructuras de apoyo neutrales y de equipo que vemos hoy en día, los corredores de las primeras ediciones de la carrera no tenían ningún tipo de asistencia. Corrían individualmente y eran responsables de sus reparaciones mecánicas, de su alimentación e incluso de la navegación. Esta falta de apoyo ponía a prueba la resistencia física y mental de los corredores, haciendo que la carrera fuera aún más exigente.

Como ejemplo, en el Tour de 1919, el francés Eugene Christophe fue atropellado por un vehículo de carrera y se estrelló, lo que provocó la rotura de sus horquilla. Entonces se dirigió a pie a un pueblo cercano, a 12 kilómetros de distancia, y arregló la horquilla en una herrería. Sin embargo, mientras soldaba las horquilla, un niño de 7 años trabajaba en los fuelles que suministraban aire al horno. Esto fue considerado como “asistencia” por un comisario de carrera que supervisó los procedimientos e impuso una penalización de 10 minutos a Christophe. Increíble.

1913 Tour
Eugene Christophe arregla la horquilla en 1913 .


La introducción de los equipos

En la década de 1930, el Tour de Francia empezó a evolucionar hacia las carreras por equipos. Los organizadores acabaron reconociendo las ventajas de permitir a los equipos ayudar a sus corredores durante la carrera, aunque esta medida encontró cierta resistencia por parte de Henri Desgrange, el infame y formidable fundador y director de la carrera. La introducción de la asistencia por equipos proporcionó a los corredores un salvavidas crucial, permitiéndoles confiar en sus compañeros de equipo para obtener apoyo mecánico, suministros y estrategias tácticas. Este cambio marcó un hito importante en la evolución del Tour de Francia y revolucionó la dinámica de la carrera.

Desde el sistema de puntos al de tiempos

No mucha gente lo sabe, pero durante los primeros años del Tour, la carrera se basaba en un sistema de puntos y no en el tiempo total acumulado de cada corredor. Los puntos se concedían a los corredores en función de su clasificación en cada etapa, y el corredor que acumulaba menos puntos era el líder de la general. Sin embargo, en 1913, las reglas se revisaron para incorporar un sistema basado en el tiempo total, en el que el ciclista con el menor tiempo acumulado en todas las etapas sería coronado vencedor. Esta modificación desplazó la atención de las victorias de etapa individuales al rendimiento constante a lo largo de la carrera, añadiendo una nueva capa de estrategia al Tour. Por cierto, pero no por ello menos importante, el primer maillot amarillo de la historia se entregó por primera vez al líder de la carrera el 25 de julio de 1919, a nuestro anterior amigo Eugene Christophe.

Tamaño de equipo y composición

A lo largo de su historia, el Tour de Francia ha experimentado fluctuaciones en el tamaño de los equipos. Al principio, no existían normas que regularan el número de corredores por equipo, lo que daba lugar a equipos de diferentes tamaños. Sin embargo, a medida que la carrera crecía en popularidad y competitividad, surgió la preocupación por la seguridad de los corredores y la integridad de la carrera. En consecuencia, en la década de 1960, los organizadores de la carrera implantaron una normativa que especificaba el tamaño máximo de los equipos, fijado inicialmente en 10 corredores por equipo, y posteriormente reducido a 9 en la década de 1990 y a 8 en la actualidad. Esta limitación pretendía mantener la equidad competitiva, al tiempo que garantizaba la manejabilidad del pelotón y la seguridad de los corredores.

En las primeras ediciones del Tour, los ciclistas corrían a título individual, representándose a sí mismos o a sus patrocinadores. Sin embargo, desde la década de 1930 hasta la de 1960, los equipos nacionales dominaron la carrera, con corredores que representaban a sus respectivos países. En 1962 esto cambió cuando se introdujeron los equipos profesionales, que permitían a los corredores representar a equipos ciclistas profesionales. A partir de entonces, el Tour contó con una mezcla de equipos nacionales y profesionales hasta 1969, cuando se abandonó el formato de equipos nacionales. Desde entonces, los equipos profesionales han sido la norma, aunque ha habido excepciones ocasionales, como en 1983, cuando Colombia tuvo un equipo nacional presente en la carrera por primera vez (con Luis Herrera ganando la primera etapa de Colombia en Alpe D’Huez).

La larga historia del Tour está entretejida con numerosos cambios de reglas que han dado forma a la carrera hasta convertirla en el evento que es hoy. A medida que continúa cautivando al público de todo el mundo, sigue estando abierto a nuevas adaptaciones de las reglas que, sin duda, ayudarán a garantizar su continua relevancia, crecimiento y éxito. La pregunta es: ¿qué será lo próximo para la mayor carrera del mundo?