Los Juegos Olímpicos de París proponen una carrera loca

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

Los Juegos Olímpicos de París proponen dos carreras locas para el ciclismo en ruta. Solo habrá 90 ciclistas en los pelotones masculinos y femenino. Una cifra insólita para el ciclismo profesional y que propiciará que la competición se rompa en cualquier momento porque habrá pocos corredores para trabajar y muchos ‘líderes únicos’ buscándose las habichuelas olímpicas.

Solo un puñado de selecciones podrá contar con cuatro corredores, por lo que será complicado controlar la carrera y que se pongan de acuerdo entre ellos para echar abajo las escapadas. Será un día para valientes, porque, además, en los JJOO no se permite el uso de pinganillo. Solo las selecciones de Bélgica, Eslovenia, Francia, Reino Unido y Dinamarca en la competición masculina y Bélgica, Paises Bajos y Gran Bretaña en féminas tendrán el máximo de corredores, cuatro. El resto, tres, dos o solo un representante hasta 33 selecciones. Una auténtica locura.

Los chicos abrirán la competición el sábado 3 de agosto a las 11:00, está previsto que acaben sobre las 18.15. Las chicas competirán al día siguiente, el domingo 4 de agosto, de 14:00 a 18.45 horas. En cuanto al recorrido, pues 275 kilómetros para ellos y 110 para ellas.

En ambos casos salida y meta en el Trocadero, paseo por el centro de París en el tramo neutralizado, ruta por las cotas del sureste parísino y circuito final de 18,5 kilómetros al que darán tres vueltas con la Cote de Montmartre (1 km al 6% de media con un pico al 8%) como máxima dificultad. La subirán en tres ocasiones y la última estará a 9,5 kilómetros de meta. Un poco como el Cauberg en la Amstel Gold Race, pero con más distancia hasta el oro olímpico del Trocadero. El circuito final esta vez no será igual que el del Tour de Francia, aunque antes si se pasará por la Opera y los Campos Elíseos, sino que está situado al noreste de Paris.

Lo que no faltará será dureza, 2.800 metros de desnivel para ellos y más de 1.500 metros para ellas. Suficiente para que se pueda romper la carrera en cualquier momento, porque antes del circuito final habrá cotas suficientes para los más valientes. de inicio laCôte des Gardes (1.9 km al 6% de pendiente media) en Meudon camino de Versalles. Luego el valle de Chevreuse supondrá un terreno exigente para los pelotones. La Côte de Port-Royal (1 km al 5%), la Côte de Saint-Rémy-lès-Chevreuse (1.3 km al 6.3%) y la Côte de Châteaufort (900 m al 5.7%), con su monumento a Jacques Anquetil, el primer ciclista que ganó cinco veces el Tour de Francia.

Una sucesión de pequeñas subidas a las que seguirán la Côte de Cernay-la-Ville (1.1 km al 3.9%) en la prueba femenina, y la Côte de Senlisse (1.3 km al 5.3%), Côte d’Herbouvilliers (850 m al 5.7%), y Côte de Bièvres (1.2 km al 6.5%) en la masculina.

Perfil de la prueba masculina
Perfil de la prueba masculina

 


Favoritos

Si tomamos como referencia la Amstel Gold Race, la clásica de un día que más se asimila al recorrido diseñado por la prueba olímpica, en el caso de los chicos tenemos que mirar a Van der Poel, Van Aert, Pidcock y Julien Alaphilippe, que ya han ganado la carrera holandesa o han estado en el podio. Los cuatro son expertos en muros cortos, larga distancia y tienen un cambio de ritmo espectacular. Son las características necesarias porque es complicado que haya sprint. También habrá que mirar a Remco Evenepoel, otro experto en este terreno y que ya demostró en la crono que sigue en plena forma después del Tour. Mads Pedersen también es un hombre a tener en cuenta, porque es rápido y ya aguantó a Van der Poel, Pogacar y Van Aert en el complicado trazado del pasado Mundial 2023.

Aramburu, Ayuso y Lazkano, los tres representantes españoles, tendrán libertad para meterse en escapadas y buscarse la vida. Algo similar le ocurrirá a Hirschi en Suiza, a Bettiol con Italia, Healy con Irlanda (que fue segundo en Amstel hace dos años), Jorgenson con  Estados Unidos o a Matthews con Australia. No tienen suficientes compañeros para trabajar y se moverán solos para buscar sus opciones.

La prueba olímpica echará de menos a Tadej Pogacar, que renunció después de ganar Giro y Tour… y de que la selección eslovena no convocase en a su pareja Urska Zigart, para la prueba femenina.

Entre las chicas la máxima potencia es Paises Bajos, aunque ya en los Juegos Olímpicos de Tokio tuvieron sus dudas y dejaron que la austriaca Anna Kiesenhofer les birlase el oro. Acuden con Demi Vollering, Marianne Vos, Van Dijk y Lorena Wiebes. Es decir, la ganadora del pasado Tour de Francia, la ciclista más completa, una gregaria de lujo y la mejor velocista. Y si lo medimos en Amstel tres victorias y tres segundos puestos en los últimos cuatro años. Si acudiesen como al Mundial, con ocho corredoras, serían imbatibles, pero esta vez tendrán que ver cómo sus egos pelean unos con otros y tomar decisiones en una carrera que va a ser casi imposible de controlar.

Kasia Niewiadoma
Niewiadoma retará a las Vos, Vollering y compañia

Porque la selección belga lo tendrá claro y todas trabajarán para Lotte Kopecky, segundo en Amstel en 2023, y en Italia jugarán dos bazas, la velocidad de Elisa Bálsamo y la fuerza de Longo Borghini. Y luego hay corredoras que son expertas en filtrarse en fugas y complicar las opciones del resto. La polaca Niewiadoma, que ganó Amstel en 2019, la australiana Grace Brown, la francesa Juliete Labous (que ya hizo una gran crono) o las danesas Utrupp Ludwig y Nosgaard.