Las paradojas de la Vuelta a Andalucía

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

Desde que apareció el nuevo World Tour el mes de febrero es uno en los que hay más pruebas por etapas al más alto nivel. En 2020 los equipos aprovechan este mes para empezar a probar la forma de sus corredores, no solo de los segundos espadas, sino de los líderes, que ahora mismo ya pelean por ganar carreras, cuando hace 20 años era imposible verlos en cabeza a las primeras de cambio.

La Vuelta a Andalucía Rutas del Sol también ha sufrido este cambio nombres. En una semana en la que competía con La Vuelta al Algarve portuguesa, el Tour Haut Var francés y el UAE Tour árabe ha tenido a ocho equipos Pro Tour y nombres ilustres entre los primeros como Jakob Fuglsang, ganador de Lieja 19, o Mikel Landa. Lejos quedan aquellas ediciones con Stefano Della Santa como ganador, que luego no solía brillar en el resto de la temporada.

Lo que también se ve en la Vuelta a Andalucía es la diferencia de presupuesto entre unos equipos y otros y lo que implica. Desde los World Tour, con autobuses para cambiarse de ropa antes de la salida y ducharse al llegar a meta, entre otras comodidades, a los equipos pequeños continentales que se tienen que ‘apañar’ con una furgoneta para llevar las bicicletas y una autocaravana multiusos. La ventaja, que al menos en Andalucía hizo unos días perfectos de sol y calor y los directores podían dar la charla en la calle con los ciclistas sentados en sillas de camping.

En la Vuelta a Andalucía también se dio una paradoja, competición y entrenamientos en el mismo terreno, incluso equipos que tenían las dos versiones. Sucedió con el Mitchelton Scott en la etapa de Granada. Mientras una parte de la infraestructura estaba protegiendo las opciones de podio de Jack Haig, otra parte seguía concentrada en el Hotel Guerra en Sierra Nevada con Simon Yates pensando en lo que resta de temporada.

El Bora, por ejemplo, no llegó a participar en la ronda andaluza, pero varios de sus ciclistas llevan una semana entrenando en altura en Sierra Nevada, igual que hizo hace poco Tadej Pogacar y el UAE, y a donde ha ido Remco Evenepoel después de su éxito en La Vuelta al Algarve.

En Andalucía también se vieron las Pinarello F12 disc, no las del Team Ineos, el principal equipo de la marca, que todavía sigue utilizando zapatas, sino las del modesto Riwal Readynez danés, que comparte con los ingleses proveedor de bicicletas, pero con un presupuesto más de 10 veces inferior. También las KTM del B&B Vital Concept, una marca que llevaba tiempo sin acercarse al máximo nivel del ciclismo. O tres equipos compartiendo marca, las Canyon disc de Movistar, Arkea y Alpecin. Y también las cadenas con los colores del equipo, como la verde de las De Rosa del Caja Rural.

Y como no, el resurgir de Mikel Landa después de una temporada más oscura que otras. Con un nivel recuperado de alta montaña solo superado por Fuglsang. Y eso de que el último repecho después de coronar Monachil hace mucho daño. Lo sufrió Ion Izaguirre, que pasó de estar a 10 metros de coronar con el grupo de cabeza a perder contacto definitivo y cualquier opción de victoria. Lo mismo que le sucedió al americano McNulty.

También fue para muchos la última prueba con calor antes de meterse en la temporada del frío. Circus Wanty, Sport Vlaanderen, Lotto Soudal, Total Direct Energie, Arkea o AG2R tienen como grandes objetivos las clásicas del norte que arrancan la próxima semana con la Omloop Het Niewsblad en Flandes. Y no fue nada mala la nómina de clasicómanos, con Dillier, Naesen, Vakoc, Debusschere, Coquard, Colbrelli, Bakelandts, Roelandts o Terpstra, todo un ganador de Flandes y Roubaix. Seguro que allí echarán de menos el sol andaluz, pero no tanto las rampas prolongadas de Monachil, en las que a muchos de ellos les tocó sufrir con esos cuerpos de más de 1,80 que luego son perfectos para ‘aplastar’ adoquines.

Para los equipos españoles una oportunidad más para buscar un hueco entre los aficionados y los medios de comunicación. La Fundación Euskadi-Orbea, que ha ascendido a la segunda división, tuvo el color de Lobato con el segundo puesto en Iznajar y la pelea de Rubén Fernández y Mikel Bizkarra, siempre a un paso de los favoritos. Para el Kern Pharma el debut en la carrera en su primer año de vida y para el Burgos y el Caja Rural la confirmación de que sigue haciendo las cosas bien…y que están en la pelea por una plaza en La Vuelta a España, el evento que más rentabilidad publicitaria les puede dar.