Aunque Tadej Pogacar es capaz de ganar cuatro o cinco etapas en un Tour de Francia, como ya hizo en el pasado Giro de Italia. El esloveno no debería ser rival porque las jornadas en las que suele destacar siempre están catalogadas como de media o alta montaña y son los que otorgan menos puntos. La regularidad se suele decir en los días con previsible sprint masivo y en las volatas intermedias, que, si no hay fuga, suelen ser un punto de recogida de puntos para los velocistas.
Philipsen volverá a contar con todo el Alpecin-Deceunick a su servicio, lo que incluye a un tal Van der Poel como lanzador en los sprints más complicados. Con esa formula los resultados en 2023 fueron inmejorables y su estado de forma en 2024 es algo mejor porque incluso se llevó la Milan SanRemo y eso supone no quedar demasiado lejos de los cambios de ritmo de Pogacar en el Poggio, y volvió a repetir en el segundo cajón de la Paris Roubaix.
VAN AERT, DE LIE Y PEDERSEN
Al belga le surgen dos tipos de rivales, los velocistas puros, como Groenewegen, Jakobsen, Demare, Cavendish, Sam Bennet, Ackermann o Gaviria y los corredores que además de ser rápidos pueden pasar la media montaña y sumar puntos en otro tipo de llegadas como Mads Pedersen, Arnaud de Lie, Girmay o el todopoderoso Wout Van Aert.
Empezamos por este último porque su temporada se vio truncada por la caída previa al Tour de Flandes en el mes de marzo. Nos privó de ver la mejor versión del belga, que había preparado con mimo el Tour de Flandes y la París Roubaix. Desde entonces recuperación y entrenamiento en alta montaña para terminar quinto en el sprint del Campeonato de Bélgica. Además tendrá que estar atento a Vingegaard en su pelea por el Tour de Francia, aunque el estado de forma del danés también es una incógnita.
Mads Pedersen es otro de los grandes aspirantes porque puede sumar puntos en cualquier sprint masivo y filtrarse en las fugas de las jornadas de media montaña. En el Lidl Trek no tienen un lider por la general, ya que Ciccone posiblemente solo peleará por etapas, así que el danés podrán tener a su disposición efectivos para aspirar al maillot verde.
Arnaud de Lie no tuvo el inicio de temporada soñado. Malos resultados y problemas que provocaron que se perdiese toda la temporada de clásicas del norte. Retornó en el mes de mayo y desde entonces no ha dejado de ganar. Su última victoria es el Campeonato de Bélgica frente a los mejores velocistas de su país. No solo es un sprinter, así que podrá sumar puntos en varios etapas más. Con las mismas carecterísticas, pero un punto por debajo de su nivel está Girmay. El eritreo es un ídolo en su país, donde el maillot verde de ŠKODA se valora casi tanto como el amarillo. Acude a su segundo con al menos la esperanza de sumar un triunfo.
Entre los velocistas puros, muy pocas opciones, sobre todo porque ni Groenewegen, Cavendish, Sam Bennet, Ackermann o Gaviria están en su mejor estado de forma. Ninguno de ellos tiene opciones de ser el gran dominador de las volatas. Solo aspiran a sumar uno o dos triunfos como máximo, eso sí, en el caso de Cavendish batiría el récord de triunfos de Eddy Merckx.
SOBREVIVIR A LA ALTA MONTAÑA
La pelea por el maillot verde tendrá que esperar a la tercera etapa, con el final plano de Turín. Antes, las subidas de San Marino en la etapa primera y de San Luca en la etapa dos descartará a muchos de los aspirantes. Solo hombres como Van Aert, Van der Poel o Pedersen tienen opciones de sumar.
Después tienen que ir aguantando la alta montaña y ‘sobrevivir’ al fuera de control. En la segunda semana de carrera hay tres previsibles llegadas al sprint, pero en la última semana solo una, la etapa 16 con final en Nimes. Desde entonces al aspirante al maillot verde le tocará sufrir cuatro días por los Alpes para llegar a Niza y subir al podio del Tour.
