Potenciar glúteos ayuda a mejorar encima de la bicicleta

Escrito por Megan Flottorp

Tanto si eres nuevo en el ciclismo como si quieres mejorar tu entrenamiento o evitar o superar lesiones comunes asociadas a este deporte, aprender cómo las distintas partes del cuerpo ayudan a pedalear puede mejorar mucho tu progreso. Como profesora de yoga y ciclista, he llegado a apreciar de primera mano cómo un cuerpo fuerte y flexible puede ayudarme a destacar sobre la bicicleta. Cuando pedaleas, tu cuerpo funciona como un mecanismo unificado en el que todos los músculos, desde glúteos a dorsales, y articulaciones trabajan en sinergia para optimizar el rendimiento.

IEn los próximos meses, iniciaremos una serie de debates sobre el papel integral de varios músculos y grupos musculares en el apoyo a nuestro ciclismo. Para iniciar esta exploración, vamos a centrarnos en un grupo muscular a menudo subestimado pero vital: los glúteos.

En los siguientes artículos, compartiremos consejos prácticos y reflexiones sobre el fortalecimiento, el estiramiento y la movilización de grupos musculares clave, y haremos hincapié en la importancia de cultivar el equilibrio, la flexibilidad y la capacidad de recuperación en todo el cuerpo. A medida que avances en esta serie, apreciarás cómo cada grupo muscular contribuye a tu experiencia ciclista y puede darte más potencia sobre la bicicleta.

El rol de los glúteos en el ciclismo

Antes de sumergirnos en los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, entendamos por qué los glúteos son cruciales para el ciclismo. Los músculos glúteos, formados por el glúteo mayor, el glúteo medio y el glúteo menor, desempeñan un papel fundamental a la hora de impulsar los pedales, estabilizar las caderas y mantener una posición central estable sobre la bicicleta. A continuación te explicamos cómo ayudan los glúteos a pedalear:

Generación de potencia: El glúteo mayor, el músculo más grande del grupo glúteo, es el responsable de generar potencia durante la fase descendente del pedaleo. Unos glúteos fuertes permiten producir más fuerza, lo que aumenta la velocidad y la eficacia.

Estabilización de las caderas: El papel de los glúteos activos va más allá de la mera propulsión. Los glúteos medio y mínimo ayudan a estabilizar la pelvis durante la práctica del ciclismo. Estos músculos trabajan para mantener las caderas niveladas, evitando el balanceo o la inclinación excesivos que pueden provocar molestias, ineficacia e incluso lesiones.

Proteger las rodillas: Aunque el pedaleo es un movimiento predominantemente monoplano, en el que los cuádriceps y los isquiotibiales son los protagonistas, los glúteos desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la estabilidad y la salud de las rodillas. Cuando los glúteos no participan activamente en el pedaleo, el cuerpo recurre a un mecanismo compensatorio. Asigna las tareas de estabilidad que normalmente realizan los glúteos a los cuádriceps y los isquiotibiales. Esto significa que los cuádriceps no sólo empujan los pedales, sino que también tienen la responsabilidad añadida de estabilizar la articulación de la rodilla.

Mantener la estabilidad del tronco: Los glúteos y el tronco trabajan en sinergia para sostener la columna vertebral, protegiendo la zona lumbar y permitiendo mantener la estabilidad del tronco. Un tronco estable es esencial para el equilibrio y la transferencia de potencia a través de las piernas a los pedales.

Fortalecer los glúteos

Ahora que hemos establecido la importancia de los glúteos, vamos a profundizar en las formas prácticas de fortalecer, estirar y mejorar la movilidad de estos músculos.

Sentadillas: Las sentadillas son un ejercicio fantástico para fortalecer el glúteo mayor. Colócate de pie con los pies separados a la altura de los hombros, manteniendo el pecho erguido y la espalda recta. Baje el cuerpo doblando las rodillas y empujando las caderas hacia atrás, como si estuvieras sentado en una silla. Haz tres series de 10-15 repeticiones, aumentando gradualmente el peso a medida que mejores su fuerza.

Puentes: Túmbate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo, separados a la anchura de las caderas. Levanta las caderas hacia el techo mientras aprietas los glúteos en la parte superior. Aguanta unos segundos y vuelve a bajar. Repite el ejercicio en tres series de 12-15 repeticiones.

Elevaciones laterales de piernas: Para trabajar el glúteo medio, colócate de pie con los pies separados a la anchura de las caderas y levanta una pierna hacia un lado, manteniéndola recta. Bájala y repite con el otro lado. Haz tres series de 12-15 repeticiones con cada pierna.

Almejas: Túmbate de lado con las piernas dobladas en un ángulo de 90 grados. Manteniendo los pies juntos, levanta la rodilla superior todo lo que puedas sin mover la pelvis. Vuelve a bajarla y repite tres series de 12-15 repeticiones a cada lado.

Estirar los glúteos

Las actividades que alargan y estiran los músculos de los glúteos pueden ayudar a prevenir lesiones asociadas con la distensión, el dolor de espalda y la inflamación muscular.

Postura de la paloma: Esta postura de yoga es excelente para estirar los glúteos. Colocate en posición de sobremesa, lleva una rodilla hacia delante y colócala detrás de la muñeca. Extiende la otra pierna hacia atrás. Baja lentamente el pecho hacia el suelo, sintiendo un estiramiento en el glúteo de la pierna extendida. Mantén la postura de 30 segundos a 1 minuto en cada lado.

Flexión sentada hacia delante: Sietate en el suelo con las piernas extendidas hacia delante. Flexiona las caderas y estira los pies hacia delante. Con este estiramiento no sólo se trabajan los isquiotibiales, sino también los glúteos. Mantén la postura entre 30 segundos y 1 minuto.

Estiramiento de mariposa: Sientate con los pies juntos y las rodillas dobladas hacia fuera, como las alas de una mariposa. Presiona suavemente las rodillas hacia el suelo mientras mantiene la espalda recta. Mantenga la posición de 30 segundos a 1 minuto.

Mejorar la movilidad de los glúteos

Una mayor movilidad te proporciona una base para desarrollar una mayor fuerza, a la vez que te aísla de lesiones y molestias sobre la bicicleta y fuera de ella.

Círculos de cadera: Colócate de pie con los pies separados a la anchura de las caderas. Gira lentamente las caderas en el sentido de las agujas del reloj y, a continuación, en sentido contrario. Este ejercicio ayuda a mejorar la movilidad de la cadera, esencial para pedalear con eficacia.

Ejercicios de yoga para abrir las caderas: Incorporar posturas de yoga como la postura del lagarto, la media paloma y el bebé feliz a tu rutina puede mejorar mucho la movilidad de la cadera y los glúteos. Estas posturas trabajan abriendo las caderas y estirando los glúteos simultáneamente.

Aplica los ejercicios y verás cambios

Por supuesto, no tienes que hacer todos estos ejercicios para ver resultados. Recuerda que los glúteos son el motor del ciclismo y dedica un poco de tiempo a cuidar de ellos.

Convierte estos ejercicios y estiramientos en una parte habitual de tu rutina de ejercicios y estarás en el buen camino para liberar todo el potencial de tus glúteos para el éxito en el ciclismo. Tanto si eres un ciclista ocasional como un ciclista dedicado, unos glúteos fuertes y móviles te ayudarán a pedalear con seguridad, potencia, estabilidad y confianza en cada salida.