Desde la primera edición de la carrera en 2006, podemos decir que la Škoda Titan Desert Marruecos se ha convertido en uno de los eventos más singulares de las carreras por etapas MTB. Los cambios a lo largo de sus 17 años de existencia han sido enormes, pero la carrera nunca ha perdido el encanto, el espíritu de aventura y el deseo de superarse a uno mismo hasta el límite sobre los que se fundó. Los corredores acuden al imponente y humilde paisaje desértico para conquistarlo en cierto sentido, pero sobre todo para enfrentarse a sus miedos, superar (probablemente) el mayor reto de su vida deportiva y personal, y descubrir facetas de sí mismos que ni siquiera sabían que existían.
Especialmente para los novatos, la carrera plantea retos y situaciones que no podrían haber imaginado, por muy diligente que fuera su preparación. Los corredores coinciden en que, además del evidente esfuerzo físico, el entorno es también extremadamente agotador desde el punto de vista mental. El calor insoportable sin tregua, la sensación constante de que alguien te está poniendo un secador de pelo en la cara, los zapatillas y la ropa llenos de arena que raspa, sin más forma de refrescarse que llegar a la meta de la etapa…
Aunque a algunos les suene a purgatorio, la experiencia de esfuerzo colectivo y la euforia resultante al cruzar la línea de meta final podrían resumirse en la filosofía del “Espíritu Titán”. Es el paraguas invisible de compañerismo, solidaridad y camaradería que se extiende sobre el terreno de competición y acampada durante todo el evento.

Como dice Jesús García, Director General de la entidad organizadora de la Škoda Titan Desert Marruecos y antiguo participante en seis ocasiones, es “hoy por ti y mañana por mí”. Aunque el ambiente de la carrera es altamente competitivo, ya que todos los corredores tienen que afrontarla sin apoyo en su totalidad, se les anima a “ayudar desinteresadamente a un compañero” y a forjar amistades. Al fin y al cabo, el enorme vivac nocturno en el que los ciclistas pernoctan entre etapa y etapa es el lugar perfecto para airear las quejas y alegrías de cada uno tras un día sobre el sillín y estrechar lazos por las dificultades.
Los reyes de la Škoda Titan Desert Marruecos de este año fueron Roberto Bou y Tessa Kortekaas. La victoria de Tessa fue además muy singular por tratarse de una amazona debutante. El segundo y tercer puesto en la CG femenina lo ocuparon, respectivamente, Vera Looser y Ariadna Rodenas, y en la CG masculina Josep Betalú y Fran Herrero.
Si quieres saborear el verdadero espíritu de la Titan, disfruta del documental in situ que rodamos junto con Škoda, donde seguimos de cerca a los corredores durante todo el evento para transmitirte lo brutal y, al mismo tiempo, gratificante que puede ser una carrera como esta.