En el caso de Chris, es poco probable, ya que tenía antecedentes familiares de la enfermedad. Pero en muchos casos, la osteoporosis -una enfermedad que debilita los huesos, haciéndolos frágiles y más propensos a romperse- se puede prevenir en gran medida. Dado que el ciclismo no es un ejercicio que implique soportar peso, es poco probable que se pueda prevenir la enfermedad sólo con la bicicleta. Sin embargo, una forma de prevenir la osteoporosis es asegurarse de que se consume suficiente vitamina D.
Así que, ante todo, si la vitamina D evita que abandones el ciclismo, eso en sí mismo te convertirá en un mejor ciclista. Pero, ¿qué otros beneficios tiene el consumo regular de esta vitamina esencial para nuestros esfuerzos sobre dos ruedas?
1) Reduce la inflamación
Los estudios demuestran que la inflamación aumenta cuando un deportista tiene niveles bajos de vitamina D. Se cree que la inflamación es una de las causas del agotamiento en los deportistas o “síndrome de sobreentrenamiento”. Pero, si un atleta mantiene un nivel normal de vitamina D tanto a través de la dieta como de la suplementación, la inflamación se reduce y puede volver a entrenar más rápidamente.
2) Ser un mejor velocista
Si alguna vez has hecho intervalos, habrás oído las palabras “fibras musculares de contracción rápida”. Pues bien, se dice que estos músculos de tipo II son especialmente sensibles a los efectos de la carencia de vitamina D. Estas fibras musculares son importantes en las actividades que requieren explosiones cortas y agudas. Básicamente, si quieres llegar a la meta en un sprint épico o estás subiendo una gran cuesta, tendrás que asegurarte de que recibes suficiente vitamina D.
3) Evita la atrofia muscular
Una persona con deficiencia de vitamina D es más propensa a sufrir atrofia muscular, lo que reducirá la eficacia de sus músculos sobre la bicicleta. Los músculos que se han atrofiado se contraen y relajan mucho más lentamente, lo que en esencia es otra forma de decir que no rendirán del todo bien. Además, un músculo atrofiado tiene un mayor riesgo de sufrir dolor crónico. El ciclismo probablemente no estará en tu lista de prioridades con este conjunto de síntomas.
4) Reduce el riesgo de lesión
Se han realizado varios estudios para demostrar la relación entre unos niveles suficientes de vitamina D y la prevención y recuperación de lesiones. Uno de estos estudios realizó un seguimiento de varios jugadores de fútbol y descubrió que aquellos con lesiones musculoesqueléticas tenían niveles de vitamina D significativamente más bajos que sus compañeros no lesionados.
5) Mejora la recuperación
En caso de lesión, ya sea un esguince muscular o una fractura ósea por caerse de la bicicleta, las personas con niveles suficientes de vitamina D probablemente se recuperarán más rápido que las que tienen carencias.
6) Incrementa los niveles de oxígeno
Las subidas que revientan los pulmones serían más fáciles con un poco más de oxígeno, ¿verdad? Pues la vitamina D puede ayudarte. Los estudios han demostrado que cuando una persona tiene niveles suficientes, tiene una mayor tasa de consumo de oxígeno, lo que, a su vez, le ayuda a respirar mejor.
Éstos son sólo algunos de los muchos beneficios de unos niveles suficientes de vitamina D como ciclista, ¡y como ser humano en general! En primer lugar, querrás averiguar si eres deficiente, para poder responder a estas preguntas. Para estar realmente seguro, puedes hacerte un análisis de sangre. Pero lo más probable es que incluso los ciclistas que salen al aire libre, si viven a más de 35 grados del ecuador en el sur o en el norte durante el invierno, necesiten un suplemento.
La vitamina D se puede obtener de varias maneras. Por ejemplo, a través de la alimentación y de una exposición razonable al sol, pero también es probable que necesites suplementos. Una combinación de ambos puede ser muy útil para tu régimen de entrenamiento durante el invierno.
