Agotamiento por entrenamiento – ¿Qué es?

Escrito por Jiri Kaloc

Todos tenemos días en los que nos apetece más quedarnos en casa que salir a montar en bici. ¿Y si no puedes superar esa sensación con un poco de diálogo contigo mismo o con la llamada de un amigo? Puede ser un signo de agotamiento por entrenamiento. Echemos un vistazo más de cerca a lo que es.

¿Qué es el agotamiento por entrenamiento?

El agotamiento por entrenamiento es mucho más grave que la simple fatiga, y puede ser peor que el sobreentrenamiento si se deja que se desarrolle. Cuando estás agotado, te sientes continuamente agotado y nada parece hacer desaparecer la fatiga. Pierdes interés y el ciclismo pasa a un segundo plano en tu lista de prioridades. Es un problema grave que afecta a deportistas de todos los niveles. No es algo que sólo sufran los ciclistas profesionales o los aficionados experimentados. Los deportistas pueden sufrir agotamiento entrenando tan sólo 3 veces por semana.

¿Qué causa el agotamiento?

La mayoría de los casos de agotamiento por entrenamiento se remontan a la ambición o incluso a la obsesión de un deportista. Tiene que haber un fuego dentro de ti si quieres quemarte. El problema empieza cuando no se gestiona ese fuego. Lleva a los atletas a sobreentrenarse, a no cubrirse o a ambas cosas. También puede dar lugar a una rutina de entrenamiento demasiado rígida y mentalmente agotadora. Si no se descansa lo suficiente, ya sea física o mentalmente, se está en el camino del agotamiento.

A group of cyclists
El agotamiento por entrenamiento no solo afecta a los profesionales. © Profimedia


Síntomas del agotamiento por entrenamiento

El agotamiento puede afectar tanto a la salud física como a la mental. Los efectos físicos son muy similares a los del sobreentrenamiento. Experimentarás letargo, disminución del rendimiento, recuperación más lenta, problemas para dormir y baja variabilidad de la frecuencia cardíaca, entre otros síntomas. Profundizaremos en ellos en el próximo artículo. Los síntomas psicológicos son quizás menos conocidos, pero pueden ser cruciales para identificar el agotamiento. He aquí algunos de los más típicos.

Miedo: Te pones nervioso e inquieto cuando se acerca la hora del entrenamiento La idea de salir a dar una vuelta te llena de pavor más que de entusiasmo.
Retraso: Intentas encontrar razones para retrasar el comienzo de tu entrenamiento de paseo. Por ejemplo, puedes dar prioridad a organizar tu equipo, limpiar la bici o incluso hacer las tareas domésticas antes que salir a montar. Un ejemplo común es obsesionarse con el tiempo y la ruta hasta el punto de cancelar o posponer la salida cuando no es necesario.
Ganas de abandonar: La sensación de que realmente no quieres salir a dar una vuelta no desaparece ni siquiera cuando estás montado en la bici y pedaleando. Debes convencerte a ti mismo una y otra vez para que continúes y no abandones a mitad del recorrido.
Abandonar: A veces puede ser apropiado abandonar, cuando simplemente no puedes seguir a un grupo en una subida o cuando llegas a tu límite durante una carrera. Pero si notas que tiendes a abandonar preventivamente porque ni siquiera tienes ganas de intentarlo, es una señal clara.

Estos síntomas pueden ser difíciles de reconocer si no sientes que estás en riesgo de agotamiento. En el próximo artículo, veremos cómo detectar el agotamiento y diferenciarlo del sobreentrenamiento, tanto si los síntomas son físicos como psicológicos.