Qué hemos aprendido de La Vuelta y la temporada 2020

Escrito por Siegfried Mortkowitz

Hay un viejo refrán en las vueltas de tres semanas (y si no lo hay, debería haberlo): “Quien vive por la contrarreloj, muere por la contrarreloj. O viceversa”. Y si no, pregunten a Primož Roglič que  sufrió una derrota histórica ante su compatriota Tadej Pogačar en la contrarreloj de la penúltima etapa del Tour de Francia de este año y que ahora ha ganado la Vuelta por su superioridad en la crono de Ézaro.

Richard Carapaz de Ineos Grenadiers fue claramente mejor escalador que Roglič en la Vuelta al 2020 pero no fue lo suficientemente bueno para recuperar los 49 segundos que perdió contra el esloveno en la 13ª etapa, la crono de Ézaro. Carapaz e Ineos deben preguntarse cuál habría sido el resultado si el ecuatoriano hubiera atacado en la subida de La Covatilla 1 km. Roglič se soltó al igual que su principal hombre, Sepp Kuss, que se había vacíado apoyando a su líder en las subidas anteriores. ¿Tenía Carapaz las piernas para hacer un ataque de 3 o 4 km hasta la línea de meta en lugar de la escapada de 2 km que hizo? Si es así, probablemente habría ganado la Vuelta.

Roglič and Carapaz at 2020 La Vuelta
Carapaz era mejor escalador que Roglic en La Vuelta, pero aún así, no pudo ganar. © Profimedia

 

Al igual que el Tour de Francia y la Vuelta, el Giro también se ganó en la contrarreloj, cuando Tao Geoghegan Hart de Ineos rompió el empate con Jai Hindley, de Sunweb, en la última etapa de la carrera para conseguir una famosa (e inesperada a inicios de Giro) victoria por 39 segundos. De hecho, si hay una lección general que sacar de esta retrasada, perturbada y finalmente emocionante temporada de Grandes Vueltas, es que la contrarreloj individual se ha convertido en la etapa más importante de una carrera de tres semanas. La razón puede ser que todos los contendientes  excelentes escaladores. Aunque algunos son mejores que otros, las diferencias no son lo suficientemente grandes para compensar las disparidades en las pruebas contrarreloj.

Los rivales que vieron a Roglič luchar en las dos subidas más duras de la Vuelta, rescatado del desastre en Angliru por Kuss y Lennart Hofstede en La Covatilla, se sentirán optimistas sobre sus posibilidades el año que viene, si mejoran su contrarreloj. Roglič no es todavía el corredor dominante que quiere ser. El próximo año debería contar con un número de fuertes rivales, incluyendo tres de Ineos: Carapaz, Egan Bernal y Geraint Thomas.

Škoda ENYAQ iV vio a David Gaudu ganar la penúltima etapa de  La Vuelta 2020 (November 7, 2020). © Profimedia

 

¿Y por qué son tan importantes los gregarios? Aparentemente fueron cruciales para Roglič pero Carapaz hizo la mayor parte de las subidas por su cuenta como Pogačar lo había hecho en el Tour. Ciertamente, ir a rueda de tres o cuatro compañeros de equipo en el llano y subiendo es esencial, igual que tener a alguien que te traiga comida y bebida, pero actualmente (especialmente desde la eliminación de las contrarrelojes por equipos) un Gran Tour se gana mano a mano, ya sea en una crono individual o en las subidas extremas como el Angliru.

Por otro lado, se podría argumentar que la ayuda de Kuss durante toda la Vuelta y la breve asistencia de Hofstede en esa última y decisiva subida aseguraron los 24 segundos que separaron a Roglič de Carapaz.

Roglič at 2020 La Vuelta
Roglič cruza la línea de meta en la etapa 6 de La Vuelta.  © Profimedia

 

Hablando de equipos, ¿qué ha pasado en el INEOS? Consiguieron una sorprendente victoria en el Giro pero fueron casi invisibles en las etapas decisivas de la Vuelta. Chris Froome hizo algunos intentos de ayudar a Carapaz en la montaña, pero no duró mucho. Es demasiado pronto para saber, a partir de esta actuación, si alguna vez recuperará su mejor forma. Pero Ineos debería volver mejor que nunca el año que viene.

¿Y el ciclismo recuperará alguna vez su mejor forma? Aunque la epidemia de Covid-19 interrumpió las tres grandes, todas se completaron. Pero el verdadero daño de la pandemia al ciclismo está por venir, ya que los patrocinadores de los equipos que se han visto afectados económicamente terminan su financiación. Habrá menos equipos de ciclismo profesional a corto plazo, especialmente en las carreras menores, y por lo tanto menos trabajos remunerados para los jóvenes ciclistas que buscan entrar en el gran circo La magnitud del daño depende de la rapidez con que termine la pandemia y de que los posibles patrocinadores se recuperen de la recesión económica.

Así que probablemente sea una buena idea que todos los aficionados al ciclismo crucen los dedos y usen máscaras faciales.