Para sumar puntos y ganar el maillot de la regularidad de Škoda tienes dos opciones en cada etapa. La primera y la más conocida es en meta. La organización otorga puntos a los 15 primeros ciclistas que traspasan la línea de meta en cada una de las etapas, pero, ojo, no siempre es la misma puntuación.
Desde 1953, en el que se instauró el sistema de puntos, las etapas se dividieron según diferentes criterios. A las más sencillas se les daba más puntuación y a las de alta montaña menos. La idea, que el ganador del maillot por puntos fuese el mejor velocista. Sin embargo en los últimos años ha aumentado la diferencia de puntos que se otorgan entre las etapas mas planas y las de más dificultad.
Para este Tour, las etapas más planas y con previsible final al sprint están evaluadas como nivel 1 y 2. En ellas es donde más puntos pueden conseguir los 15 primeros. Desde 50 el ganador hasta 2 puntos el que acaba el decimoquinto. Las etapas de nivel 3, de media montaña, como la que acabó en Orcieres Merlette, dan 30 puntos al primero. Las de nivel 4 y 5, consideradas como de alta montaña, como todas las de Pirineos y Alpes, y la de nivel 6, la contrarreloj de Planche des Belles Filles, solo dan 20 puntos al ganador.
Sprints intermedios, meta y puntos
El otro cambio llegó con los sprints intermedios. Hace años solo daban un puñado de puntos, 6, 4 y 2 a los tres primeros, pero ahora mismo los sprints intermedios, que se sitúan en cada una de las etapas, otorgan de 20 puntos al primero al 1 punto el decimoquinto, es decir, los mismo que las posiciones de las etapas de nivel 4, 5 y 6.
Esta modificación no solo ha cambiado la pelea por el maillot verde de Škoda sino que ha añadido un punto más de interés a algunas etapas. Cuando se sitúa el sprint al inicio de la jornada provoca que el pelotón salga rápido y los equipos de los velocistas quieran controlar la situación para que sus corredores sumen puntos. Y cuando está en mitad del recorrido entran en juego las estrategias de mandar a algún velocista metido en la fuga del día, como ha hecho Peter Sagan en este Tour 2020.
También provoca que, pese a que haya una fuga con cinco o seis ciclistas, los velocistas también sprinten para seguir sumando puntos e intentar sacar distancia con sus rivales. O que Bora trabaje en las etapas de media montaña para que los velocistas puros pierdan posiciones y no puedan llegar en el grupo de Peter Sagan.
Y luego, claro, tienen premios económicos. Los sprint intermedios dotan 1.500 euros al primero, 1.000 al segundo y 500 al tercero de cada uno de ellos y el portador del maillot verde de Skoda se embolsa cada día 300 euros.
En París, los 8 primeros de la regularidad se llevan desde los 25.000 euros del ganador a los 2.000 euros del octavo.
Sagan, Bennett, Ewan…
En los últimos ochos años el tradicional maillot verde ha sido Peter Sagan. Lo vistió en todas las ediciones y en siete de ellas también el último día en París, por lo que tiene el récord absoluto por los seis entorchados del Erik Zabel y los cuatro de Sean Kelly. Y, como curiosidad, la única edición que no venció fue la de 2017, en la que fue expulsado después de provocar una caída en un sprint.
Pero en 2020 Peter Sagan está teniendo más problemas que nunca para llevar el maillot verde. Mediado el Tour el portador es Sam Bennett, el velocista del Deceuninck Quick Step, que además ha ganado una etapa. Sagan todavía no lleva ninguna aunque suma puestos de honor en casi todas las llegadas el sprint. El rival de ambos es Caleb Ewan, que pese a llevar dos victorias de etapa no se suele meter en los sprints intermedios y por eso está lejos de ambos. Es lo mismo que sucede a Wout Van Aert, que trabaja para sus líderes de Jumbo Visma y ya se ha llevado dos victorias al sprint, aunque no suele buscar puntos en los sprints intermedios y marcha quinto.