Red SUPERB: El coche del director del Tour

Escrito por WeLoveCycling

Sólo hay un coche autorizado para cruzar la línea de llegada del Tour de Francia junto a todos los ciclistas. Este honor especial no es otro que el famoso Red Car, el centro de mando móvil del Tour. Desde 2015, el último y más espacioso modelo SUPERB de Škoda con pintura personalizada “Corrida Red” se ha convertido en el buque insignia de la carrera ciclista más famosa del mundo. ¿Qué tiene de especial?

Como se mencionó anteriormente, el Coche Rojo es el cerebro de toda la carrera. Durante estas tres semanas, alberga al director de la gira, Christian Prudhomme, que lo utiliza como sala de control sobre cuatro ruedas. El hecho de que este SUPERB sea diferente no sólo se aprecia en la carrocería brillante salpicada de logotipos de patrocinadores, complementos de plástico o techo panorámico retráctil de cristal, sino que la verdadera delicia se esconde en su interior. Como Prudhomme necesita transmitir órdenes y recibir información, comunicarse con el cuartel general, organizar el tráfico alrededor del pelotón y mantenerse en contacto con sus comisarios de carrera y otros coches del Tour, hay una consola de comunicación situada entre los asientos delanteros. El director de carrerase sienta cómodamente en la parte de atrás, con bebidas frías de la mini nevera incorporada a su disposición, y mantiene un ojo en todo a través de seis antenas de radio en el techo, varios micrófonos, y cuatro canales de radio.

La verdadera característica en la parte superior es la bocina modificada del coche – cambiando un pequeño cambio, situado justo al lado del volante, se puede saludar a los fans y pilotos por una melodía.

El otro asiento trasero junto a Prudhomme está reservado para la visita de famosos dignatarios como el presidente francés Emmanuel Macron, que será recibido con una copa de champán y llevado a un pequeño y exclusivo Tour (juego de palabras).

Debido a que este coche único señala oficialmente el inicio de cada una de las etapas diarias, es visible para millones de aficionados cada año, tanto para los espectadores de la carrera como para los de la televisión en casa. Hoy en día, podemos decir con seguridad que se ha convertido en uno de los símbolos visuales más fuertes del Tour, junto a las camisetas de colores, el logo, el Arco del Triunfo, el trofeo, y muchos otros…