Cuando el dolor te ayuda a ser mejor ciclista

Escrito por Adam Marsal

¿Que pasa si el dolor en el trasero se vuelve literal? Todos estamos familiarizados con el pico de piernas que experimentamos cuando el ácido láctico se acumula en ellas durante un entrenamiento  o una carrera. Tenemos que soportar dolor en tobillos, rodillas, cuello e incluso muñecas. ¿Todo este dolor es perjudicial o puede tener alguna otra razón oculta de la que podamos beneficiarnos? Científicos de la Universidad de Wisconsin y la Universidad McGill en Montreal llevaron a cabo una investigación para averiguarlo.

A pesar de las investigaciones científicas avanzadas, el sufrimiento sigue siendo una parte inevitable del ciclismo. Vemos a los ciclistas hacer muecas de dolor cuando intentan una escapada en solitario o mientras suben un puerto de montaña. La pregunta es, ¿los ciclistas rendirían mejor si este dolor fuera menos intenso o incluso inexistente?

Hubo un interesante experimento realizado con anestésicos aplicados directamente en la columna vertebral que suprimen cualquier dolor de la cintura hacia abajo con un medicamento llamado fentanilo. Sorprendentemente, los ciclistas que participaron en la prueba no mostraron mejores resultados en comparación con los que sólo fueron “sedados” por un placebo. Los científicos ofrecieron una explicación: los corredores que no sentían ningún dolor  desperdiciaban su fuerza demasiado rápido y bajaban su rendimiento significativamente en la segunda parte de la ruta. Esto indica que el dolor funciona como una guía que ayuda a nuestro cuerpo a manejar la energía económicamente.

 

Warren Barguil subiendo Izoard durante la antepenúltima etapa del Tour 2017.

Se obtuvieron resultados bastante diferentes en otro experimento cuando los científicos dieron analgésicos a algunos de los ciclistas del grupo. Incluso sin saberlo, el rendimiento de los que los usaron fue mucho más eficiente que el de los que tomaron sólo el placebo. Estas dos pruebas muestran que el dolor está limitando nuestro desempeño tanto en lo bueno como en lo malo. Mientras que percibir niveles reducidos de dolor ayuda a mejorar nuestros resultados, sin ninguna retroalimentación de dolor nuestros sistemas corporales están confundidos. Podemos considerar el dolor como una señal importante que anuncia que las piernas cansadas podrían necesitar cambiar la respiración y las tasas de circulación, por lo que se entrega más oxígeno a los músculos para un mejor trabajo. Sin embargo, si el dolor alcanzaba el umbral insoportable, el rendimiento caería notablemente.

La otra cosa es que la gente parece ser entrenable a la hora de soportar el dolor. Los hallazgos científicos aclararon que es probable que los ciclistas soporten el sufrimiento no porque sean duros, sino porque se acostumbraron a él después de cientos de horas en el sillín. De la misma manera que la aptitud fisiológica mejora, también la capacidad de manejar el dolor se puede mejorar con el tiempo.