Arriva Italia o la versión romántica de porqué se vive el ciclismo así en Italia

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

El Arriva Italia de Marcos Pereda no es la historia del ciclismo italiano, sino la explicación de porqué el deporte de las dos ruedas con esa pasión en el país transalpino. Marcos llega a la esencia del ciclismo italiano, que mezcla muchas dosis de política con deporte y casi un realismo mágico cercano a la leyenda. No en vano, cuando hablas de ciclismo con un italiano siempre acabas escuchándole decir que fue una ‘bella corsa’, porque allí, nuestro deporte, es algo más que dar pedales. 

Marcos Pereda sabe de historia y de ciclismo. Mucho. También se documenta y echa horas de hemeroteca. Por eso con Arriva Italia, que se editó por primera vez en 2021 por Libros de Ruta y fue reeditado con varios artículos más al año siguiente, puedes tener un resumen documentado y bien explicado de toda la historia del ciclismo italiano, desde el primer Giro hasta las batallas de Contador y Landa en la última corsa rosa que ganó el de Pinto. Pero sobre todo es la historia de una rivalidad que dividió a Italia, la de Coppi, Bartali y el tercer hombre, Magni, que representaban todas las ‘Italias’ posibles en esa época.

Las ‘Italias’ de Coppi, Bartali y Magni

Antes de finales de los años 30 hubo mucho ciclismo en Italia. Se creó el Giro y la Milan Sanremo, surgieron las figuras de Girardengo y Binda (que ganó tres mundiales) y hasta se asesinó Botecchia por comunista y no ser afecto al régimen de Mussolini. Pero con la llegada de Gino Bartali el ciclismo italiano pasó a ser trascendente. Primero por sus victorias, capaz de ganarlo casi todo, incluso el Tour de Francia cuando más falta le hacía al país, pero también por representar la forma mas católica de Italia.

Cuando Bartali vivía sus primeros años de glorio surgió un joven, irreverente y taciturno Coppi, que era la antítesis de su rival. Compartieron equipo en la primera victoria en el Giro de Coppi. Después separaron sus caminos para pasar Coppi a ser el ejemplo de la Italia comunista y contraria a las normas católicas, un ciclista que era capaz de amancebarse con una mujer casada y fugarse a Sudamérica. Entre los dos dividieron y volvieron a unir a una Italia que pasó el fascismo y la II Guerra Mundial y que en los años 40 era un país roto y al borde la desmembración.

Y a la derecha de ambos surgió Fiorenzo Magni. Sin  la brillantez deportiva ni el carisma de ambos. Pero icono de esta Italia fascista que todavía seguía pensando que los años de Mussolini habían sido positivos. Y que, curiosamente, se ha mantenido hasta ahora con la llegada al poder de la populista Meloni.

El eje central de Arriva Italia son estos 20 años, desde finales de la década de los 30 hasta finales de los 50 (cuando fallece Coppi) en los que todo pendía de un hilo. Tanto que incluso Giulio Andreotti reconoció que las victorias de Bartali en el Tour de 1948 fueron importantes para aplacar los ánimos después del atentado que casi acaba con la vida del diputado comunista Palmiro Togliatti.

Más Arriva Italia

La ampliación del libro son casi 90 páginas más divididas en nueve artículos. Van desde los inicios del ciclismo en Italia a la historia del Giro más duro de siempre o la leyenda de Alfonsina Strada, la única mujer que disputó un Giro de Italia. No se puede olvidar de Eddy Merckx, que ganó cinco Giros de Italia y que siempre crea historias que merecen la pena ser leídas, ni de aquella etapa mítica del Gavia 88 entre una nevada monumental, ni de Marco Pantani, que ha sido la única figura del ciclismo italiano capaz de llegar a la altura de idolatría de Bartali y Coppi. Lo suyo empezó en el Mortirolo, el puerto más duro de la época y acabó en una triste noche de Rímini. Del ciclismo más moderno, dos artículos más, los Giros de Gilberto Simoni, uno de esos ciclistas que solo transcendió en Italia, y aquel día del Colle de la Finestre en la que pudo cambiar la historia del ciclismo si Astana hubiese apostado por Mikel Landa.