Dauphine 2024 – Las dudas de los aspirantes

Escrito por Luis Ortega @ciclored

Solo ocho segundos permitieron a Primoz Roglic ganar la Dauphine 2024. Antes de la última etapa había ganado las dos precedentes, de alta montaña, y se perfilaba como el gran rival de Pogacar y Vingegaard (si es que llega en forma) para el Tour 2024. La Dauphine 2024 se había convertido en el duelo de los aspirantes. Pero toda la solvencia que el esloveno había demostrado se vino abajo ante un ataque de Mateo Jorgenson, teórico gregario de Vingegaard en Visma, a falta de cinco kilómetros para la cima del Plateau des Glieres. Allí empezaron sus dudas.

Porque hasta ese momento Primoz Roglic parecía haber recuperado su nivel precio a la caída masiva de la Itzulia, donde también se fueron a suelo Vingegaard y Evenepoel. Solvente en la crono y resolutivo en la alta montaña. sobre todo cuando le llevaban a rueda hasta un kilómetro de meta. Ahí se maneja como nadie. Pogacar aparte, claro. Llegaba al final del Dauphiné con un minuto de ventaja sobre Matteo Jorgenson, ganador este año de Paris Niza, algo más de un minuto sobre Derek Gee, la revelación del Giro de 2023 y casi dos sobre Carlos Rodríguez, que poco a poco asienta su liderato en el Ineos.

Pero en las últimas etapas de las carreras de un día a Primoz Roglic siempre le pasan cosas. La Dauphiné 2020, sin ir más lejos, la tuvo que dejar por una caída cuando ya la tenía en sus manos el último día de competición. La de 2022 la selló con una victoria, pero en la última subida Vingegaard tuvo que levantar el pie para no soltar al que entonces era su líder. El danés jamás volvió a trabajar para el esloveno. Esta vez fue cuestión de fuerzas y eso es lo preocupante para Primoz. Tenia equipo, Hindley y Vlasov, que habían trabajado desde le inicio a la subida a Plateau des Glieres. Pero después de ataque a cinco de meta no quedó ninguno. Roglic se quedó sin compañeros persiguiendo a cinco rivales, De Plus y Rodríguez (Ineos), Jorgenson (Visma), Derek Gee (Israel) y Buitrago (Bahrein). Demasiada gente si quieres demostrar que eres un serio aspirante a pelear con Pogacar.

Lo bueno de Roglic es que supo sufrir y hacer alianza con Ciccone para minimizar pérdidas. Ocho segundos le salvaron el liderato, pero no llego a atrapar a ninguno de los cinco rivales que se habían ido por delante. Dudas para el esloveno y el Bora que tienen menos de tres semanas para ponerle remedio. Eso sí, se marcha de Dauphine 2024 con el maillot amarillo de líder y el verde de Škoda de la regularidad.

Remco Evenepoel

Cuando Lefevere dijo que Remco Evenepoel iba a ir al Tour 2024, muchos le pusieron como uno de los favoritos. Sigue siéndolo, porque ya ha ganado una Vuelta y este Tour de Francia tiene dos contrarrelojes, más que nunca en los últimos años. Pero sigue sin demostrar que puede estar entre los mejores en las etapas de alta montaña. Esas que superan los 4.000 metros de desnivel y los puertos de más de 2.000 metros de altitud. Ya sucumbió en La Vuelta 2023 el dia del Toumalet y en esta Dauphine ha vuelto a perder en tiempo en cada una de las tres últimas etapas de montaña. No demasiado, es cierto, pero con una inconsistencia suficiente para pensar que en menos de un mes no tiene tiempo para mejorar demasiado sus registros.

En su defensa está la caída de la Itzulia, que a Remco le dejó un mes sin tocar la bicicleta con la clavícula fracturada. Roglic, en cambio, solo tuvo daños sin fracturas y se pudo subir mucho antes a la bicicleta. Evenepoel va a llegar corto de forma al Tour, sobre todo en montaña, pero ya demostró en la crono que sigue siendo el mejor. 40 segundos a Roglic y más de un minuto a Jorgenson en solo 34 kilómetros. Suficiente para aspirar al podio del Tour. Además tendrá a su lado a Mikel Landa, que también se fracturó la clavícula en la Itzulia, pero que esta Dauphiné ha demostrado que está volviendo a ser uno de los escaladores más solventes del mundo.

Remco Evenepoel se lució en la crono y volvió a fallar en alta montaña. Foto Dauphine

Carlos Rodríguez

Lo suyo es un ejercicio de tranquilidad y pausa. Siempre suele ir de menos a mas en las vueltas de una semana y el último día acaba rematando. En la Itzulia 2024 le valió para ganar la etapa y acabar segundo. En el Tour de Romandía para llevarse la carrera y en esta Dauphine para ganar la etapa final y demostrar que puede ser el líder sólido del Ineos a la espera del rendimiento de Egan Bernal en el Tour de Suiza.

La candidatura de Carlos Rodriguez a ser el jefe de filas del Ineos está presentada. Solvencia y solidez. Cuando se deja tiempo nunca es demasiado. Aguanta en la contrarreloj, undécimo a 1,37 de Evenepoel,  y siempre está entre los cinco o seis primeros en todas las etapas de montaña. No tiene sprint para rebatir a los Roglic, Pogacar y compañía, pero sabe aprovechar sus oportunidades y cada temporada da un pasito más  como ha demostrado en esta Dauphine 2024.
Carlos Rodríguez es un seguro de vida para Ineos. Foto Dauphine

Juan Ayuso y Mateo Jorgenson

En teoría ninguno de los dos es aspirante a ganar el Tour si Pogacar y Vingegaard, sus respectivos líderes, están a pleno rendimiento, pero en el Tour pasan muchas cosas y ya vimos el año pasado como dos ‘gallitos’ se quedaban fuera el primer día por caída. Esta Dauphine ha marcado un camino diferente para ambos. Mientras que Jorgenson, después de ganar París Niza ante gente como Evenepoel y Roglic, y de su confirmación en Dauphine se ha convertido en un claro candidato a suplir a Vingegaard en Vismo si no consigue recuperarse de la lesión, Juan Ayuso, que venció la Itzulia, sigue ofreciendo dudas después de hacer una buena crono pero tener que marcharse a casa por las heridas provocadas por la caída masiva, si otra más, en la quinta etapa de esta Dauphine.