Los orígenes del Giro de Italia
El editor de La Gazzetta dello Sport, Armando Cougnet, y su colega Tullo Morgagni, se “inspiraron” en el éxito del Tour de Francia, que comenzó en 1903. Intentaron crear un evento similar para impulsar las ventas de periódicos y promover el ciclismo en Italia. Y así organizaron el primer Giro de Italia, que tuvo lugar entre el 13 y el 30 de mayo de 1909.
La ruta
El Giro de Italia de 1909 constaba de ocho etapas, cada una de ellas con largas y arduas distancias que ponían a prueba los límites de la resistencia de los ciclistas. Comenzaba en Milán y llevaba a los ciclistas por ciudades como Bolonia, Chieti, Nápoles, Roma, Florencia y Génova antes de regresar a Milán para el gran final. La carrera cubrió una distancia total de 2.447 kilómetros, y los ciclistas se enfrentaron a numerosos retos, como carreteras sin asfaltar, inclemencias del tiempo y equipamiento rudimentario. La etapa más larga, un asombroso tramo de 397 kilómetros entre Lucca y Roma, fue especialmente exigente y llevó a los ciclistas a sus límites físicos.
Los héroes
La edición inaugural del Giro de Italia reunió a 127 ciclistas, entre profesionales y aficionados. Los competidores se dividieron en dos categorías: “isolati” (corredores sin apoyo de equipo) y “coppie” (corredores con un compañero de equipo). La carrera contó con una mezcla de corredores italianos y algunos ciclistas extranjeros de países como Francia, Suiza y Alemania. Entre los participantes también se encontraban futuras leyendas del ciclismo como Carlo Galetti, que ganaría el Giro en 1910, 1911 y 1912, y Giovanni Gerbi, que tuvo una exitosa carrera de más de tres décadas.
La batalla por la victoria
El Giro de Italia de 1909 fue una competición feroz, con el liderato cambiando de manos en múltiples ocasiones a lo largo de la carrera. Los primeros favoritos, como Giovanni Rossignoli y Carlo Galetti, demostraron su destreza en las primeras etapas. Sin embargo, Luigi Ganna, albañil de 26 años reconvertido en ciclista, se alzó con la victoria tras una gran actuación en las últimas etapas. Ganna se proclamó primer campeón del Giro de Italia al ganar tres etapas y terminar con un tiempo total de 94 horas, 33 minutos y 14 segundos. Su victoria le valió un premio en metálico de 5.325 liras, una suma importante en aquella época.
El impacto en la sociedad italiana
El Giro de Italia inaugural cautivó la imaginación del público italiano y elevó el deporte del ciclismo a nuevas cotas en el país. La carrera contribuyó a fomentar un sentimiento de unidad nacional, ya que personas de diferentes regiones de Italia se reunieron para apoyar a sus ciclistas favoritos. A medida que crecía su popularidad, desempeñó un papel crucial en el desarrollo de una sólida cultura ciclista en Italia. El Giro también brindó oportunidades a jóvenes atletas italianos para seguir carreras ciclistas profesionales, contribuyendo a la fuerte presencia de la nación en este deporte en las décadas venideras.
Cobertura mediática
La Gazzetta dello Sport desempeñó un papel importante en el éxito de la edición inaugural del Giro de Italia, ya que su amplia cobertura contribuyó a generar entusiasmo e interés por la carrera. El periódico proporcionó actualizaciones diarias, análisis de la carrera e interesantes historias sobre los corredores, captando la atención del público italiano. La cobertura fue más allá de la prensa escrita, ya que la carrera también fue seguida por telegramas y actualizaciones telefónicas, asegurando que la gente de todo el país pudiera mantenerse informada sobre la competición.
La cobertura de La Gazzetta dello Sport no sólo aumentó las ventas del periódico, sino que también ayudó a establecer el Giro de Italia como un acontecimiento deportivo de primer orden en Italia. Con el tiempo, la carrera se convirtió en una parte esencial de la identidad del periódico, y La Gazzetta dello Sport continuó estrechamente asociada al Giro de Italia a lo largo de su historia.
El legado del Giro de Italia
El Giro de Italia inaugural fue un éxito rotundo, que cautivó la imaginación del público italiano y elevó el deporte del ciclismo a nuevas cotas en el país. La carrera sentó las bases de una historia rica que sigue cautivando a los aficionados e inspirando a los ciclistas más de un siglo después. Mientras el Giro de Italia celebra sus numerosos hitos, el espíritu del Giro de Italia de 1909 sirve como recordatorio de la pasión, la determinación y el dramatismo que han llegado a definir este acontecimiento emblemático.
En los años siguientes, el Giro de Italia evolucionó y ganó en popularidad, atrayendo a más corredores internacionales y ampliando su alcance más allá de Italia. El formato y las reglas de la carrera también han sufrido cambios, adaptándose a los tiempos y a la evolución del panorama del ciclismo profesional. Sin embargo, la esencia del Giro sigue arraigada en su edición inaugural, testimonio del atractivo y la importancia perdurables de esta carrera histórica.