Un Tour de Francia 2022 que recupera tradiciones, bueno, algunas

Escrito por Luis Ortega @ciclored

El Tour de Francia 2022 vuelve a los cauces de los años 90 y principios de este siglo XXI (ojo como suena esto de viejuno, verdad). Recupera el prólogo, eso que ganaba siempre Thierry Marie, los adoquines de Roubaix, los repechos belgas, el Alpe d’Huez desde de Galibier y Croix de Fer, Aubisque, Hautacam (alfa y omega de Indurain) y la crono llana. Bueno esto último no tanto, pero si lo comparamos con las últimas ediciones 40 kilómetros de crono llana ya es mucho. También el Tour Femenino, que ya se disputaba en los 80, y la cicloturista del Tour, que en 2020 y 2021 se quedó celebrarse por carreteras francesas (aunque en España se hayan hecho dos Etape du Tour, Madrid y Granada)

Esta vez el Tour se presentó con bombo y platillos y no como en 2020, el mismo día que se disputaba la etapa del Angliru de La Vuelta. Del recorrido ya se sabía que para 2022 iba a salir de Dinamarca, recuperando los planes que frustró la pandemia para 2021, y que recuperaba sus fechas originales, primer fin de semana de julio. Será del 1 al 24 de julio, esta vez ya sin Juegos Olímpicos que obliguen a adelantarlo a junio y a cambiar las vacaciones de los franceses. Que otra cosa no, pero son muy de tradiciones, aunque se estén viendo obligados a cambiarlas.

Hasta hace no mucho era fácil vaticinar por donde iba a ir el Tour. Un año en el sentido de las agujas del reloj por el hexágono francés. Alpes ‘lights’ primero y Pirineos ‘heavys’ después, para entendernos, y otro al siguiente rotando al revés. Con un paso por los Pirineos tranquilo, no tanto como aquel Tour del 92 que empezó en San Sebastian y que se los ventilaron en un día, y traca final en los Alpes con etapas de esas de más de 200 kilómetros y 5.500 metros de desnivel. Vamos, que los puertos te salían solos. Croix de Fer, Galibier y Alpe d´Huez fijo. Y luego a ver que había más por allí alrededor para complicar el asunto.

Ahora el giro alrededor de Francia depende también de los acuerdos económicos de la Grand Depart. Que eso vale una pasta saben. El Tour está incluso dispuesto a empezar un viernes 1 julio y hacer tres días de descanso, el primero el lunes 4 de julio para trasladar toda la caravana de Dinamarca a Dunkerque Y a que al año siguiente, en 2023, vuelva a empezar fuera del hexágono, en Bilbao para más detalles. Pero para eso queda todavía mucho.

Con el prólogo de 13 kilómetros por las calles de Copenhague, totalmente plano, claro, porque allí todo es plano, el Tour conseguirá reducir algo la tensión en las primeras etapas. No es que las diferencias vayan a ser decisivas. Pero si dejará a un amplio grupo de ciclistas con pocas opciones de subirse al podio los días siguientes. Y eso al final hace que los directores aprieten menos y los corredores en el pelotón frenen algo más. Menos caídas que en 2021. Pues a saber, pero por lo menos que no se quede ningún favorito en la cuneta.

Roubaix, muro y La Planche des Belles Filles

Porque si un favorito tiene que perder el Tour antes de llegar a la alta montaña, pues tiene mucho más glamour hacerlo en los adoquines de Roubaix que contra el viento de Dinamarca. Además, si se está hablando de Pogacar como el sucesor de Eddy Merckx (el belga ya ha ‘discutido’ con Evenepoel) su ‘deber’ el salvar al menos un Tour con las piedras más duras (y peor colocadas) del ciclismo. Ya no pedimos al esloveno que gane una Paris Roubaix, como Merckx o Hinault para empezar a llegar a su altura, pero si que demuestre que se puede fajar como hizo un peso pluma como Nibali en el 2014 (y ese día había tanto barro y agua como en la Roubaix de hace unas semanas). Habrá 11 tramos en los últimos 75 kilómetros, la mitad de ellos inéditos, pero ninguno de los de cinco estrellas.

Y bueno. Que si alguno de los que quiere luchar por la general decide no jugarse el bigote en Roubaix y frenar algo más mientras los otros aceleran, tiene al día siguiente una etapa de muros de las Ardenas belgas (cerca de Bastogne, para que se hagan una idea) con final en la ciudadela de Longwy (esto ya es Francia) con un murete de 1,6 kilómetros y picos del 11% y sobre todo 220 kilómetros de recorrido.

La ‘montaña’ se inaugura en este 2022 en La Super Planche des Belles Filles, que en menos de una década ha pasado de ascensión desconocida a un clásico recurrente (y algo pesado, la verdad) del Tour de Francia. Tanto que incluso en este 2022 también es final del Tour Femenino. Y si, también con el tramo de sterrato del final, por eso lo de super. Casi siempre se sube en la primera semana, en 2012, 14, 17 y 19 antes de la décima etapa y solo en 2020 fue penúltimo día. Ese que pudo provocar un cisma en Eslovenia, pero que dejó a Pogacar de amarillo y arrebatando el récord de precocidad moderno a Bernal, a Roglic con una derrota histórica que ni la de Fignon con Lemond y a los dos abrazándose en el podio.

Los Alpes

El Tour de Francia 2022 vuelve a Suiza con una etapa con final en alto en Lausanna y otra de media montaña con tres puertos y más de 3.600 metros de desnivel antes de la segunda jornada de descanso. A la vuelta, el martes 12 de julio empieza en Morzine y acaba en Megeve. Con esos dos nombres se supone que pasan por media docena de puertos, pues no. El Tour solo buscará el final en el altiport de Megeve, que en 21 kilómetros sube 800 metros. No es una locura, pero habrá batalla.

El caso es que las dos etapas de Alpes que quedan son de las que se hacen de forma sencilla. Miércoles 13 de julio, solo 150 kilómetros, pero con Lacets de Montvernier (bueno, esto es para sacar imágenes bonitas), Galibier por Telegraphe, 32 kilómetros subiendo y final en el Col du Granon, que solo vio el Tour en 1986 pero que tiene 11 kilómetros a casi el 10% y ni un solo descanso.

Y al día siguiente. Pues el 14 de julio tiene la etapa reina del Tour. Que ya, que son 166 kilómetros, pero por el bucle mítico. Desde Briancon a Alpe d’ Huez solo se puede ir por Lautaret, Galibier y Croix de Fer. Lo demás es olvidarse de las tradiciones y este Tour celebra que hace 70 años se subió por primera vez y ganó allí un tal Fausto Coppi. Otro que ganaba en casi todos los sitios, como Merckx e Hinault.
La etapa Reina del TourAntes de que se acabe la segunda semana queda una jornada de media montaña por el macizo central. Otro clásico del Tour, y con final en el Aeródromo de Mende, que ahora le han puesto cima Laurent Jalabert por aquella escapada de la edición de 1995 en busca de dejar a Indurain sin su quinto título. Spoiler, no lo consiguió.

Los Pirineos y la crono

Después del descanso en Carcassone. No se pierdan la ciudad medieval si van por allí. El Tour 2022 afronta los Pirineos con tres etapas que se quedan algo descoloridas. La primera con final en Foix es de 179 kilómetros y solo dos puertos de montaña, Lers y el Mure de Peguere (a 20 kilómetros de meta). Servirá para la estrategia o para que unos fugados se jueguen la victoria. Las otras dos vuelven a ser algo cortas.

El miércoles 20 de julio 130 kilómetros y los primeros 50, hasta Arreau, totalmente llanos. Después Aspin por su vertiente más dura, Hourquette por la más sencilla, Val d’Azet (que es la otra cara de Val Louron) y final en Peyresourde/Peyragudes (otro altiport) con su kilómetro final con rampas del 20%.
La alta montaña del Tour de Francia 2022 se cierra el jueves 21 de julio con otra jornada corta y muy similar a la anterior. 145 kilómetros, los primeros 55 llanos hasta Laruns y luego Aubisque, el recuperado Spandelles (ojo a la bajada) y final en Hautacam.

Aún quedará una jornada de transición con final en Cahors antes de la crono del sábado en Rocamadour de 40 kilómetros prácticamente planos. No es Luxemburgo 92, que salieron 65 kilómetros y 1:19 de esfuerzo para Indurain, pero algo es algo.

Tour Femenino y Etape du Tour

El mismo día que acaba el Tour de Francia 2022 masculino, el 24 de julio, y en el mismo lugar, Los Campos Elíseos, empieza el renovando Tour de Francia femenino. Ya se disputó en los ochenta y aguantó hasta el 2009, con tres victorias españolas incluidas, las de Joane Somarriba. Para 2022 la carrera serán ocho etapas por el noreste de Francia. De París a los Vosgos para terminar en La Super Planche des Belles Filles. Es decir, en el tramo de tierra que se subió en la edición masculina de 2019.

El recorrido, diseñado por Marion Rousse, que será la directora, incluye etapas llanas al inicio, terreno de repechos, una etapa maratón de 175 kilómetros (los Mundiales femeninos son de 150 kilómetros) y dos jornadas de montaña en los Vosgos. La primera con el Gran Ballon de Alsacia, aquel puerto que fue el inicio de la montaña del Tour allá por los inicios del siglo XX y el citado final en La Planche. De todas formas sobre el Tour Femenino escribiremos un artículo más amplio más adelante.

Los cicloturistas tambien tuvieron cabida en la presentación del Tour. Para el retorno de L Etape du Tour han elegido la etapa más mítica de las que podía haber. La que sale de Briancon por Galibier, Croix de Fer y Alpe d´Huez. Si hubiesen hecho una encuesta cualquier cicloturista hubiese apostado por ella. Se hará el domingo 10 de julio, cuatro días antes de que llegue allí el Tour 2022.