Los Alpes más innovadores del Tour de Francia

Escrito por Luis Ortega @ciclored

La organización del Tour no suele ser la más innovadora en cuanto a recorridos y nuevos puertos de montaña. La carrera francesa vive de sus mitos y en Alpes se llaman, Galibier, Croix de Fer, Alpe d´Huez o Izoard. Pues bien, en este 2020 hay tres etapas en los Alpes y una en los pre Alpes y no se sube ninguno de ellos. El puerto más alto es un inédito Col de la Loze. ASO se ha lanzado a buscar nuevas cimas, aunque siempre lo hace con pruebas previas.

Para descubrir nuevos puertos para el Tour de Francia ya no se utiliza el método antiguo. Aquel en el que Steines se iba a Tourmalet a principios del siglo XX cuando estaba cubierto por la nieve y le decía por telégrafo a Henri Desgranges que sí, que era ciclable y que por allí podía pasar la carrera meses después.

Ahora la organización tiene en cuenta otros aspectos. Para que sea puerto de paso algunos menos, sobre todo que tenga un descenso con una carretera con firme aceptable, pero si la montaña en cuestión debe ser final de etapa, todo se complica. Lo primero, que haya espacio suficiente en la cima para albergar una meta del Tour de Francia, medios audiovisuales incluidos, por lo que tienen que subir al menos dos o tres camiones. No olvidemos que el Tour es importante porque todo el mundo lo puede ver por los medios de comunicación. Sin cobertura mediática, no hay Tour. También que en los alrededores también se puede aparcar toda la caravana de vehículos del Tour. Además de que se pueda hacer una evacuación rápida y que haya suficiente cantidad de camas de hotel en 50 kilómetros a la redonda.

Foto. ASO

Todo eso reduce la nómina de posibles nuevos ‘puertos’ con opciones de albergar una meta del Tour. En los últimos años el ‘gran’ descubrimiento ha sido el Col du Portet, en Pirineos. Realmente no era todo nuevo, sino que parte de la ascensión coincidía con el inicio de Pla de Adet y en la zona donde se bifurcaba la carretera estaba montado casi toda la infraestructura del Tour.

GRAND COLOMBIERE Y COL DE PORTE

Para la primera llegada de Alpes del Tour, en la ya lejana primera semana, la carrera eligió Orcieres Merlette. Una estación de esquí que ya había sido final en los años ochenta. El domingo 13 de septiembre se llegó a Grand Colombiere, que no es Alpes, sino el Jura. El Tour ya había ‘probado’ la subida como puerto de paso en tres ocasiones y el tramo final de la etapa, los últimos 90 kilómetros, fueron idénticos a los que se habían hecho un mes antes en el Tour de L’Ain, que ejerció como ensayo general de lo que iba a ser la etapa 15ª. Y el resultado deportivo también fue similar, con exhibición de Jumbo Visma y Primoz Roglic.

Foto ASO

 

El martes 15 de septiembre el Tour vuelve a jugar en los Pre Alpes. Las carreteras de los alrededores de Grenoble y el macizo de La Chartreuse. Se sube el Col de Porte, al que el Tour no iba desde 1998 cuando pasó por alli en cabeza Stephen Heulot. El ensayo general fue en la segunda etapa de la Dauphiné hace justo un mes, aunque ascendieron por una vertiente diferente a la del Tour.

COL DE LA LOZE Y COL DE LA MADELEINE

Para el día siguiente, miércoles 16 de septiembre, el Tour ha buscado ‘su Col de Portet’ de 2020 y se llama Col de la Loze. Está situado muy cerca de otras ascensiones, Val Thorens, Courchevel, La Plagne o Les Arcs, todo estaciones de esquí y sin carretera de salida, por lo que siempre han sido final de etapa.  El Col de la Loze es la continuación de la carretera que llega a la estación de esquí de Méribel les Allues de Moutiers (1750 metros de altitud), que ya había sido final de etapa en 1973, con victoria de Thevenet (ahora imagen del Tour en el podio) y liderato de Luis Ocaña. El nuevo asfaltado permite alargar la subida 10 kilómetros más y llegar hasta los 2304 metros de altitud y ‘crea’ un puerto de 21 km al 7,8% de media pero con los últimos cinco por encima del 10% y con rampas de hasta el 24%. Con tanta altitud parecía el puerto destinado a que Egan Bernal o Nairo Quintana buscasen el amarillo, pero ahora mismo lo tienen bastante complicado.

Pero no crean que el Tour de Francia no ha hecho pruebas antes y que todo fue fruto de un descubrimiento tardío. En 2019 el Tour del Porvenir, carrera sub-23 que también organiza ASO, ya ‘probó’ el puerto en su octava etapa. Fue un 23 de agosto y ganó el australiano Alexander Evans. Eso sí, la etapa fue ‘simplemente’ la ascensión al Col de La Loze. 23 kilómetros y 1.700 metros de desnivel. Entonces los últimos kilómetros de subida estaban todavía sin asfaltar. Para 202o solo Harold Tejada, el colombiano del Astaná, conoce la ascensión en competición, ya que también disputó el Tour del Porvenir 2019.

Sin embargo, no crean que el Col de la Loze ‘pillará’ por sorpresa a los favoritos del Tour. La mayoría lo visitaron en julio o durante el periodo entre Dauphiné y el inicio de la carrera en Niza. Tampoco la ‘nueva’ ascensión a La Madeleine, que precede al Col de la Loze.

El Tour ha pasado más de 25 veces por la cima de La Madeleine, tanto por la vertiente norte, desde La Lechere, como la sur, desde La Chambre, pero nunca por el recorrido que lo hará en este 2020. Es cierto que se inicia muy cerca de La Chambre, en Notre Dame du Cruet y que comparte con la esta ascensión los 5,5 kilómetros finales, desde la estación de esquí de Sain Francoise Longchamps. Lo que cambia son los 12 kilómetros iniciales por Montgellafrey, que se resumen a un media del 8,6%. Vamos, que no tiene nada que envidiar a la carretera más conocida.  Para probarlos, ASO utilizó la tercera etapa de la Dauphine 2020.

PLATEAU DES GLIERES

Otra de las innovaciones que introduce el Tour en 2020 es un tramo plano de tierra (sterrato para los italianos), justo después de acabar un puerto y a poco más de 30 kilómetros de meta. Algo que ya viene probando la carrera desde 2019, cuando la etapa de la Planche des Belles Filles acabó con un kilómetro final de tierra al 15%. Para este 2020 el sterrato llega como continuación de la dura ascensión al Plateau des Glieres en la etapa 18ª del jueves 17 de septiembre, es decir, la última de montaña en línea.

Antes habrán subido tres cimas habituales del Tour. Cormet de Roselend, Col de Saises y Col de Aravis, por lo que el Plateau des Glieres será decisivo, ya que desde su cima hay solo 30 a meta. Eso sí, es duro de verdad. Tiene 6 kilómetros al 11,6% de media. Es decir, dos más que Marie Blanque con la misma dureza. Al ser tan decisivo no es la primera vez que se sube en el Tour, ya se probó en 2018 más lejos de meta…. y antes el banco de pruebas había sido el Tour del Porvenir de 2013. Entonces el Plateau des Glieres fue el final de la última etapa y allí ganó Julien Alaphilippe seguido de Mohoric, Adam Yates, Skujins y Konrad. Todos bien conocidos en este 2020.