200 dólares americanos. Eso es todo lo que cuesta crear una aplicación innovadora que puede desencadenar una “ola verde” para los ciclistas en zonas urbanas.
Sí, todos sabemos que la palabra Strava se ha convertido en sinónimo de casi cualquier aplicación de rastreo de actividades y acondicionamiento físico de la misma manera que la palabra Coca-Cola se aplica a casi cualquier líquido espumoso de color marrón. Pero, ¿Sabías que existen…