En el último artículo, explicamos que la desintoxicación dopaminérgica no consiste en reducir la dopamina, sino en mejorar la autorregulación y desarrollar hábitos más saludables. Se necesita esfuerzo y fuerza de voluntad, incluso orientación profesional, para hacerlo bien, así que debes saber si eres un buen candidato. Si crees que de algún modo reducirás el umbral en el que experimentas placer o si sólo quieres utilizarla como castigo por excederte, no es para ti. Aquí es cuando realmente puede beneficiarte.
Acabar con un hábito poco saludable
Las actividades asociadas a una alta liberación de dopamina no son automáticamente malas para ti, pero es más fácil que se descontrolen y se conviertan en poco saludables. Si te quedas sin tiempo para realizar las tareas esenciales por estar mirando pasando pantallas del móvil, si comer emocionalmente te está causando un aumento de peso no deseado o si las compras excesivas están acabando con tus finanzas, una desintoxicación de dopamina podría ser una forma de romper estos patrones.
Para mejorar la concentración y la productividad
Las actividades que liberan dopamina suelen ser una fuente de distracción, ya sea a través de notificaciones, pensamientos intrusivos, impulsos o compulsiones. La estimulación constante puede ser abrumadora, haciendo casi imposible ser creativo y productivo. Tomarse un descanso mediante el ayuno de dopamina puede permitirte mantener la concentración y lograr las cosas importantes.
Para hacer frente al comportamiento impulsivo
Si no puedes evitar comprar algo en cuanto lo ves, si comes primero y piensas después o si parece que no puedes dejar de consumir la sustancia de tu elección, es posible que tengas un problema de control de impulsos. Una desintoxicación de dopamina es una forma estupenda de dar un paso atrás, identificar lo que te desencadena y ganar control sobre los impulsos que tienes.
Mejorar la salud mental
Si notas que los comportamientos adictivos o impulsivos te provocan un aumento de la ansiedad, baja motivación, vacío o estrés crónico, una desintoxicación de dopamina puede ser positiva. Te ayuda a alejarte de comportamientos poco saludables y a reconectar con actividades más significativas. Sólo asegúrate de consultar a un profesional sanitario para asegurarte de que no estás descuidando otros posibles problemas de salud mental.
Autoreflexionar
La desintoxicación de dopamina no tiene por qué ser algo a lo que se recurre sólo cuando las cosas van mal. Puede ser una forma excelente de analizar honestamente tus hábitos. ¿Cómo reaccionas cuando dejas intencionadamente de usar las redes sociales, comprar, jugar, ver porno o comer emocionalmente? ¿Qué hábitos son difíciles de abandonar y cuáles te hacen sentir mejor cuando no los haces? Se aprende mucho con una pausa temporal como ésta. Reflexionar periódicamente sobre tus hábitos y experimentar cómo es la vida sin ellos es una forma estupenda de crecer como persona.
Si estás intrigado y crees que la desintoxicación dopaminérgica puede ser para ti, pasa al siguiente artículo de la serie, en el que veremos algunos pasos prácticos que puedes dar para empezar.