Para cualquiera que haya seguido la trayectoria de Kopecky en los últimos años, su dominio actual puede parecer casi inevitable, pero el camino no siempre fue fácil. Nacida en Rumst (Bélgica) en 1995, se hizo profesional a los 19 años en el equipo continental belga Topsport-Vlaanderen-Pro-Duo y poco a poco fue haciéndose un hueco en el pelotón. Su primera victoria, en el Trofeo Maarten Wynants en 2016, dejó entrever su potencial, pero los años siguientes fueron una mezcla de triunfos y reveses.
Al final, incluso con sus desafíos, 2020 fue una temporada decisiva para ella. Consiguió el título nacional belga de ciclismo en ruta y, por segunda vez de las cuatro siguientes, el título nacional de contrarreloj. Ese año también consiguió una victoria de etapa en el Giro de Italia Donne y subió al podio en clásicas como Le Samyn des Dames, Gent-Wevelgem, el Tour de Flandes y Brujas-De Panne.
Sus éxitos en 2020 prepararon el terreno para un nuevo capítulo en 2021, cuando se unió al Liv Racing, su primer equipo mundial femenino, con un contrato de un año tras años con el Lotto Soudal Ladies. Esa temporada, volvió a conquistar los títulos nacionales belgas de ciclismo en ruta y contrarreloj, consolidando su lugar como una fuerza en el escenario nacional.
En 2022, Kopecky encontró su verdadero camino en las clásicas de un día tras unirse al equipo SD Worx. Su rendimiento ese año le proporcionó victorias que definieron su carrera, con triunfos en la Ronde van Vlaanderen y la Strade Bianche. En la París-Roubaix se quedó a las puertas del primer puesto, terminando segunda, y culminó la temporada con una plata en los Campeonatos del Mundo de ciclismo en ruta. Estos logros, combinados con la resistencia personal que demostró, sentaron las bases para sus estelares temporadas 2023 y 2024.
2024: Victorias estratégicas y momentos estelares
La magia comenzó a principios de año con su actuación dominante en la Strade Bianche, donde se aseguró su posición como aspirante clave para las clásicas y demostró sus puntos fuertes en las carreteras de tierra de la Toscana. Poco después, añadió Nokere Koerse a su lista de victorias, y cuando llegó París-Roubaix, Kopecky ya estaba en la cresta de la ola. Su victoria no fue fácil, sobre todo teniendo en cuenta las exigencias físicas y mentales de la emblemática carrera adoquinada. Sin embargo, la conquistó con la garra que la caracteriza, añadiendo otra clásica monumental a su palmarés
Con numerosas victorias en su haber a mitad de temporada, sólo estaba calentando motores. Se proclamó campeona nacional belga tanto en la prueba en ruta como en la contrarreloj (una hazaña que ha logrado cuatro veces hasta la fecha), subrayando su condición de héroe nacional belga. En el Tour de Gran Bretaña, ganó las dos primeras etapas y mantuvo su buena forma hasta el Giro de Italia, donde ganó una etapa y terminó segunda en la general. A continuación, se concentró en los Juegos Olímpicos de París. Allí protagonizó una emocionante actuación, marcando el paso decisivo junto a la estadounidense Kristen Faulkner y asegurándose finalmente la medalla de bronce en un sprint final contra Marianne Vos.
Kopecky cerró la temporada con la misma fuerza con la que la empezó, sumando victorias en el Tour de Romandía y defendiendo su maillot arco iris en los Campeonatos del Mundo de carretera de la UCI en Zúrich, coronando el año con otro título mundial. Su palmarés es tan variado como extenso: clásicas, campeonatos, carreras por etapas y medallas.
Liderando el World Tour
La temporada de Kopecky terminó con el primer puesto de la Clasificación Mundial Femenina de la UCI, con 6.389 puntos. Este logro la convierte en la corredora más laureada del año y la consolida como la primera mujer belga que alcanza el número uno en la historia de la clasificación. Su ventaja sobre su compañera de equipo Demi Vollering, que terminó con 5.011 puntos, subraya la rivalidad y la camaradería dentro del equipo SD Worx, que se ha convertido en una potencia del ciclismo femenino. Juntas, han elevado la reputación del equipo y han llamado la atención sobre el increíble talento del WorldTour femenino.
Al reflexionar sobre su temporada, Kopecky reconoció el reto que supone mantener su forma y su estatus. «Hacerlo mejor será muy difícil, o incluso imposible», declaró al canal deportivo flamenco Sporza, y añadió: “Pero intentaré mantener este estatus en los próximos años”. Esta perspectiva humilde, pero decidida, dice mucho de su carácter y de la mentalidad que aportará en las próximas temporadas.
Triunfos personales y resiliencia
Varias experiencias personales profundas han conformado el camino hacia el éxito actual de Kopecky. En 2023, sufrió la repentina pérdida de su hermano mayor, Seppe, que había sido una gran influencia en su vida y su carrera. Poco después de su fallecimiento, canalizó su dolor en una extraordinaria actuación en Nokere Koerse, donde logró la victoria en solitario. Esa misma temporada se adjudicó múltiples victorias, entre ellas el Tour de Flandes, el Simac Ladies Tour y los campeonatos nacionales belgas de ruta y contrarreloj, y terminó el año con su primer título mundial en los Campeonatos del Mundo de ruta de la UCI en Glasgow. La resistencia que demostró con sus logros ante la pérdida es un testimonio de su fortaleza, tanto dentro como fuera de la bicicleta.
Ciclista completa con futuro brillante
La versatilidad de Kopecky la distingue en un pelotón lleno de especialistas. Hábil por igual para afrontar clásicas adoquinadas, contrarrelojes y largas carreras por etapas, encarna el espíritu polifacético que es raro y valioso en el ciclismo moderno. Su experiencia en pista, que incluye múltiples títulos mundiales y europeos en la Madison y en carreras por puntos, ha contribuido sin duda a su perspicacia táctica y a su velocidad al sprint. Con una carrera que abarca las disciplinas de carretera y pista, ha demostrado ser una fuerza a tener en cuenta en todos los terrenos.
A sus 28 años, Kopecky está en la cima de su carrera y, con la experiencia de su temporada de récords a sus espaldas, afronta los retos futuros con impulso. Su éxito de este año la sitúa como una de las favoritas para las próximas clásicas y campeonatos, y establece un nuevo estándar de lo que es posible en el ciclismo femenino. Con cada carrera, inspira a los aficionados, redefine las expectativas y atrae una merecida atención hacia el pelotón femenino.
Para 2025…
A medida que se acerca la temporada 2025, Kopecky se enfrentará al reto siempre presente de defender sus títulos y mantener su posición en lo más alto. Pero su trayectoria hasta ahora ha demostrado que es más que capaz de estar a la altura de las circunstancias. Ya sea en Bélgica, en Italia o en cualquier otro lugar, una cosa está clara: Lotte Kopecky es una auténtica estrella del pelotón, y su historia no ha hecho más que empezar.