El mercado de las e-bikes ha experimentado un notable crecimiento y se espera que se dispare hasta los 112.730 millones de dólares en 2030. A medida que el sector se expande, se destinan más recursos al desarrollo de las bicicletas eléctricas, que avanza a toda máquina.
En una reciente rueda de prensa durante la feria Eurobike, los representantes de Bosch eBike Systems afirmaron que todos sus productos para 2024 proceden del mundo digital o, más exactamente, del cosmos de las bicicletas conectadas. Las bicicletas eléctricas se están convirtiendo en compañeros inteligentes y conectados que evolucionan continuamente a través de actualizaciones, aprenden de cada viaje y siempre se sienten como nuevas.
¿Qué nos espera en el horizonte? Los ciclistas electrónicos pronto tendrán acceso a datos sobre otros usuarios de la carretera y la infraestructura de tráfico, lo que mejorará significativamente la seguridad vial. Más datos también ayudarán a planificar la ruta y a cargar la batería. En lugar de cambiar constantemente de marcha, los ciclistas podrán confiar en las transmisiones automáticas. Todo esto y mucho más llegará en un futuro muy próximo. Veamos más de cerca lo que nos depara el futuro.
La conexión con los dispositivos inteligentes será aún más estrecha e interactiva. Podrás comprobar cuánto tiempo queda hasta que la batería esté completamente cargada durante una parada, bloquear la bicicleta con el teléfono y recibir una alerta si alguien intenta robarla. Los ciclistas tendrán acceso a tanta información como deseen, como conocer la proporción de su propio esfuerzo frente a la asistencia del motor durante un trayecto.
El intercambio de información se está haciendo multidireccional. Con el consentimiento de los usuarios, los desarrolladores de sistemas de propulsión recopilan valiosos datos sobre los hábitos de conducción y el uso del motor, que se utilizan para mejorar su rendimiento.
Los principales fabricantes también participan en el desarrollo de nuevas redes en las que las bicicletas eléctricas, los coches, los semáforos y otras partes de la infraestructura de transporte se comunicarán entre sí para mejorar la seguridad vial. La «Coalición para la Seguridad de los Ciclistas» está impulsando este desarrollo mediante esfuerzos coordinados y tecnologías normalizadas. La tecnología «vehículo a todo» (V2X) se considera una piedra angular en el camino hacia la conducción autónoma. Este enfoque se basa en que los vehículos se detecten entre sí mediante sensores, intercambien datos de posición y conducción y eviten así colisiones. Semáforos, señales de tráfico, pasos de peatones y elementos similares también forman parte de esta red de comunicación.
Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a la introducción de tecnologías procedentes de otros medios de transporte, como el ABS. El asistente de frenado, antes estándar en coches y motocicletas, ha encontrado su lugar en forma más pequeña y ligera en las bicicletas eléctricas, ayudando a optimizar la fuerza de frenado y a evitar caídas. Con el ABS, es posible frenar con seguridad incluso en superficies sueltas o resbaladizas, y gracias a una aplicación móvil, los ciclistas pueden ver ahora con qué frecuencia interviene el sistema.
La función Range Control ayuda a los ciclistas a planificar su ruta en una aplicación móvil conectada mediante la predicción de la capacidad de la batería que consumirá el la ruta y el porcentaje de batería que quedará al llegar. La inteligencia artificial ayuda a realizar las estimaciones más precisas posibles. El cálculo se basa en numerosas variables, como el perfil de la ruta, la temperatura, la presión de los neumáticos, las condiciones del viento, el peso del ciclista, etc. Si circulas con frecuencia por la misma zona, el sistema lo incorporará a su algoritmo.
El salón Eurobike de este año también ha presentado varias soluciones interesantes para el cambio de marchas automático. Entre ellas, destaca el producto de Tektro Racing Parts. El desviador TRP E.A.S.I. A12, diseñado específicamente para bicicletas eléctricas de montaña, está a la vanguardia de esta innovación. En modo automático, el sistema eShift se encarga de cambiar de marcha por ti, ajustando automáticamente la relación de marchas para que coincida con la cadencia que hayas preestablecido como tu nivel preferido. El sistema detecta incluso los momentos en los que vas por inercia. Mide si tu velocidad aumenta o disminuye durante ese tiempo y selecciona la relación de marchas que permite reanudar el pedaleo con la mayor suavidad posible.
Mientras las bicicletas eléctricas siguen integrando tecnología de vanguardia, la experiencia del ciclismo se vuelve más fluida, intuitiva y conectada. A medida que nos acercamos a 2025 y más allá, está claro que las bicicletas eléctricas no sólo están evolucionando, sino que están liderando el avance hacia una nueva era de experiencias inteligentes y conectadas.