Pero si queremos encontrar el eje fundamental de esta Vuelta 2024 tenemos que mirar a Primoz Roglic. También había sus dudas con él en Lisboa. No había competido desde su enésima caída, esta vez en el Tour, y fue duda casi hasta última hora. Pero el esloveno es sinónimo de seguridad cada vez que se pone un dorsal en La Vuelta. De sus cinco últimas participaciones ha ganado tres, ha hecho tercero en 2023 (ya saben, el lío de Jumbo) y en 2022 estaba recortando tiempo y moral a Evenepoel antes de caerse en el sprint de Tomares.
Además a La Vuelta su Red Bull Bora ha traído a casi la mejor nómina de gregarios. Con Vlasov y Daniel Felipe Martínez. Una clara declaración de intenciones. Roglic brilló en la crono en Lisboa y marcó la ‘distancia Roglic’, el tiempo que el resto de los favoritos había perdido con respecto a él. No le hacía falta llevar el maillot rojo para sentirse líder. Lo rubricó en el Pico Villuercas. Victoria sobre Enric Mas y unos cuantos favoritos desperdigados por el puerto. Había resucitado después del Tour y las dudas. Era el Primoz de siempre. Implacable en repechos cortos.
Pero lo que parecía una situación controlada saltó por los aires camino de Yunquera. La primera etapa de media montaña/emboscada de La Vuelta, y quedan unas cuantas. Fuga masiva donde se filtran algunos corredores que habían perdido tiempo en la general. El Red Bull Bora mete a Lipowitz, un gregario de calidad. Jugada maestra para preservar al equipo. No tiramos a por ellos porque va uno nuestro. Y les deja coger tiempo. Demasiado, porque O’Connor, que se había dejado casi dos minutos en el Pico Villuercas tiene un día súper (quizás el mejor de su carrera deportiva) y no solo suelta a Lipowitz y al resto de escapados, sino que la renta de más de seis minutos que les habían dejado coger la conserva hasta la línea de meta. El trabajo de Movistar y Red Bull detrás no vale para nada y el australiano se planta como líder con más de cuatro minutos y medio sobre Roglic y más de cinco sobre el resto de favoritos.
O`Connor es el primer gran resucitado de La Vuelta. Después del cuarto puesto del Tour 2021 había sufrido en el Tour 2022 y 2023. Tanto que decidió hacer el Giro este año y dejar la responsabilidad de Decathlon AG2R en la carrera francesa a Felix Gall. No le salió mal la jugada. Cuarto en la carrera italiana. Temporada solventada. En La Vuelta debía trabajar para Gall. Ya se descolgó en el Pico Villuercas, por eso gozaba de margen para las escapadas. Su resurrección se confirmó en el Alto del 14%, cuando aguantó los ataques de Roglic. Se puso en seria duda en la dura llegada a Cazorla, donde se descolgó demasiado pronto y perdió casi un minuto con Roglic y Enric Mas. El problema no era el tiempo, sino la sensación de debilidad y que hubo 16 corredores que llegaron antes que él, incluido su gregario Felix Gall.
Todo parecía programado para que el australiano comenzase a perder La Vuelta en Sierra Nevada, con la subida al Purche y la doble ascensión a Haza Llanas. Pero acabó refrendado su liderato. Solo dejó escapar a Yates y Carapaz. Ató en corto a Roglic, que ni se movió en todo el día, y acabó neutralizando a un valiente Enric Mas, que perdió el minuto que había conseguido sacar en Haza Llanas en la bajada hacia Granada.
El balear es otro de los resucitados. Aunque la suya es una historia repetida. Enric hace tiempo que no brilla en el Tour y tiene que esperar a La Vuelta para mejorar su rendimiento de la temporada. Dependiendo de los rivales alcanza una posición y otra en el podio. Pero en este 2024 se esta viendo al mejor Enric Mas en años. Hizo una buena contrarreloj en Lisboa y fue el único en aguantar a Primoz Roglic en el Pico Villuercas y en Cazorla, las dos llegadas en alto de lo que llevamos de Vuelta. Le faltaba dar el paso de despegarse del esloveno. Lo consiguió en la última subida a Haza Llanas. Atacó y ninguno de los favoritos intentó seguirle. Sentado. Máxima cadencia. Casi un minuto les metió en la cima. Una curva tomada demasiado rápido, una rueda trasera que saltar al intentar rectificar y una librada de época hicieron que perdiese toda la ventaja, pero las sensaciones quedaban ahí.
🫣 Yes, that gave us a scare too. 🙏 What a save by Enric Mas – @Movistar_Team!
🚨 Don’t do this at home!😰 Sí, también nos hemos pegado el susto. 🙏 Qué salvada de @EnricMasNicolau.
🚨 Solo los profesionales pueden bajar a esas velocidades.#LaVuelta24 pic.twitter.com/FyBJhKE03W— La Vuelta (@lavuelta) August 25, 2024
Carapaz y Yates
La de Sierra Nevada fue la etapa más propicia para las resurrecciones. El UAE era una caja de grillos al principio de La Vuelta. Dejaron fueran a Ayuso por su espantada del Tour y había demasiados líderes. Que si Almeida, Yates, McNulty… El americano ganó el primer día, Almeida se mantuvo sólido hasta la etapa de Cazorla, cuando dejó La Vuelta por Covid y Adam Yates fue acumulando infortunios y pérdidas de tiempo.
Antes de la etapa de Sierra Nevada estaba en el puesto 27 a más de nueve minutos de O’Connor. Sin Almeida como líder el UEA jugó a la grande. Escapada antes de El Purche con Jay Vine y Marc Soler como gregarios y David Gaudú intentando ser otro de los resucitados. Consiguieron más de cinco minutos al pie de la primera subida de Haza Llanas, cuando Yates se marchó en solitario. Quedaban más de 50 kilómetros y el británico solo perdió algo de la renta en el segundo paso por el puerto granadino. Aún así acabó con casi cuatro minutos de margen sobre el resto de los favoritos.
En esa empresa se podía haber unido Richard Carapaz. El ecuatoriano del EF se había ido dejando tiempo casi todos los días y estaba a casi siete de O’Connor antes del inicio de la etapa. No cogió la escapada del UAE, pero arrancó al inicio de El Purche. Se marchó solo, cogió a los escapados que iba soltando Yates y se apoyó en Rafferty y Shaw para coger tiempo con los favoritos. Se quedó a casi dos minutos de atrapar al británico, pero se apuntó más de dos minutos sobre los O’Connor, Roglic y compañía. Carapaz ahora es tercero de la general a 4.30 del australiano y ya todos le miran como un favorito a vestirse de rojo en Madrid.
Landa y Carlos Rodríguez
En el apartado de ciclistas regulares y consistentes está Carlos Rodríguez, lo que es habitual. Un ciclista sólido, que nunca pierde demasiado tiempo, pero que ahora mismo tampoco tiene la capacidad de atacar. Ojo, que llegará su momento en esta Vuelta 2024, pero esta primera semana la ha saldado sin demasiado tiempo perdido. Solo está dos minutos de Roglic y a seis de O’Connor. No es mala posición de partida con dos semanas de alta montaña por delante.
Lo que sí sorprende, y mucho, en la regularidad de Mikel Landa. Lean, regularidad y Landa juntos en la misma frase. Antónimos habituales. Pero es que el alavés perdió tiempo en la crono, como suele ser habitual, pero sufrió para llegar con los mejores en Villuercas, solo perdió unos segundos en Cazorla para terminar tercero y se recuperó en Haza Llanas para entrar junto a Roglic y O`Connor, aunque no saltó al ataque de Enric Mas. Marca quinto a minuto y medio de Roglic, casi el mismo tiempo que perdió en la crono de Lisboa y todo el mundo espera alguna genialidad suya en la montaña que queda por delante. También puede ser que desfallezca, aunque no sería extraño en esta Vuelta loca de constantes cambios de guíon.