El ciclismo es religión. La exposición del Museo de Roeselare

Escrito por Luis Ortega @ciclored

Nadie duda que el ciclismo es religión en Flandes. Nuestro deporte está tan arraigado en el caracter y la cultura de los flamencos que transciende al mero ámbito deportivo. Era cuestión de tiempo que todo eso quedará reflejado en una exposición y que su nombre fuese El Ciclismo es Religión. Como marco la iglesia de Roeselare y dentro… todos los dogmas de la religión ciclista, que cualquier adepto puede comprender sin saber una palabra de flamenco.

Solo un vistazo al vídeo que hay aquí arriba dan ganar de visitar el Museo de la Religión Ciclista. Ubicado en Roeselare, la ciudad que es salida de Dwars Door Vlaanderen (A través de Flandes) la exposición compara los dogmas de la religión con los del ciclismo y lo hace dentro de la Iglesia de Paterskerk (Delaerestraat 33, 8800 Roeselare). Web del museo. 

La vinculación del ciclismo con la religión toma las palabras de Briek Schotte, un ídolo para el ciclismo de Flandes y un semidesconocido para el resto del mundo. Él fue capaz de ganar des Tour de Flandes antes y después de la II Guerra Mundial y en unas condiciones deplorables. Su triunfo le encumbró al altar de Flandes y el mismo dijo que “en aquel entonces éramos los únicos dioses de carne y hueso que el pueblo podía tocar y ver”. Web de la exposición

El recorrido de la exposición pasa por diez capillas dedicadas a los caminos del ciclismo. Triunfo, muerte, dopaje, dioses, peregrinaciones, creyentes… lo que traducido a los términos ciclistas se traduce en lugares de culto ciclista, mejores ciclistas de la historia, aficionados, ciclistas fallecidos en carrera o un guiño al dopaje y a la penitencia con una capilla totalmente dedicada a Lance Armstrong.

Por el camino maillots, fotos históricas, bicicletas, triunfos, derrotas... y un altar dedicado al ciclismo. Una gran cruz formada por bicicletas y una exposición con más de un centenar de bicicletas de todas las épocas, desde finales del siglo XIX a la época actual y con más de un centenar de maillots de la historia del ciclismo. Incluso un guiño al apoyo de la religión al ciclismo con el equipo Amore e Vita, que patrocina directamente El Vaticano.

También hay lugar para el Dios ciclista. No es otro que Eddy Merckx. El único que tiene su propia capilla con su altar y bicicleta personalizada. Algo más que un profeta, como el resto de sus compañeros de pelotón.

No es lo único. Johan Musseuw, el León de Flandes, comparte parte de la idiosincrasia de la exposición. No en vano es la imagen de la misma. Su carrera estuvo marcada por el los triunfos en Flandes y Roubaix y la tremenda caída en el Bosque de Arenberg. Los médicos estuvieron a punto de amputarle la pierna y le dieron muy pocas opciones de volver a montar en bicicleta. Resucitó, retorno a la carretera y volvió a ganar en el Velódromo de Roubaix. Al retirarse entregó el dogma de fe a Tom Boonen, su sucesor entre los dioses de Flandes. Una vez retirado el propio Musseuw confesó su dopaje y se le bajó de los altares, para volver a ascenderle años después de su redención. Ciclismo y religión.

A la salida tiene desde catecismo ciclistas, a libros sobre la exposición, cervezas ciclistas, maillots, camisetas… cualquier aspecto que puedas soñar del ciclismo relacionado con la religión.

La exposición se abrió en 2015, ha recibido premios y ha sido en parte itinerante por algunas de las ferias y eventos ciclistas de Bélgica y Holanda. Cerró temporalmente en 2 de abril y volverá a abrir del 22 de abril al 22 de mayo con una renovación que recoge todos los objetos ciclistas donados por los aficionados particulares de Flandes.  Ellos mismos anuncian en su web que se van a poder encontrar piezas de auténticas piezas de coleccionista de la religión ciclista.