Preparación en altitud
Hace unos días, me uní al equipo en el Hotel Syncrosfera de Alicante, donde comenzamos los últimos preparativos para la temporada 2024. Junto con el resto de las ciclistas de clásicas de mi equipo, mi objetivo es poner mi cuerpo a punto para afrontar el próximo calendario de carreras. Nos alojamos en habitaciones hipóxicas que simulan la altitud, lo que nos permite sacar aún más provecho de cada sesión de entrenamiento. Es la primera vez que simulo la altitud, así que me interesa saber cómo reaccionará mi cuerpo. Normalmente me beneficia mucho entrenar y dormir en altitud, pero esto es algo diferente, así que confío en el equipo y espero que todo vaya bien durante las próximas dos semanas.
Fijar objetivos: Fuerza y recuperación
Mis principales objetivos son sacar el máximo partido de cada sesión de entrenamiento en lo que se refiere al aumento de la fuerza y la recuperación. Cuando estás en casa, te distraes fácilmente con muchas tareas domésticas o quedadas con amigos. En cambio, en el campus de entrenamiento, sólo te centras en tu trabajo, lo que significa que entrenas muy duro, comes con precisión y trabajas tu peso si es necesario. Prestas aún más atención a la recuperación: masajes, tratamientos, botas de compresión, sauna, spa, etc. Es un periodo muy corto, dos semanas de concentración total, así que cuando vuelves a casa, sabes que se ha trabajado duro y, con suerte, te sientes fuerte y confiada
Preparación física y mental antes del Campus
Antes de partir para un campus de entrenamiento como éste, me aseguro de tomarme suficientes días de descanso, lo que significa que reduzco mi carga de entrenamiento de 4-5 horas de pedaleo a 1-2 durante al menos tres días. También doy prioridad al tiempo con la familia y los amigos, para que cuando me vaya sienta que he dado suficiente amor a la gente que me rodea y que puedo ausentarme el tiempo necesario sin sentirme demasiado culpable.
El campus de entrenamiento, en cierto modo, es un reto porque pasamos un tiempo muy condensado con mucha gente que no conocemos necesariamente, y eso puede agotar un poco la energía. Pero si se descansa lo suficiente de antemano, se puede fluir con cada día tan apretado. Definitivamente, a veces me cuesta estar en casa y seguir mi rutina durante un par de semanas y luego tener que adaptarme a un día frenético planeado por un equipo lleno de duros entrenamientos, medios de comunicación, patrocinadores, etc. Pero una vez que rompes esa barrera en tu cabeza, todo empieza a fluir.
Un ambiente para crear vínculos
En los campus de entrenamiento siempre hay gente nueva, nuevas ciclistas, miembros del personal, etc. Así que, para los que ya están en el equipo, es el momento de hacer que todos se sientan bienvenidos y comprendidos. Pasan unos días antes de que todo el equipo se adapte a los demás y se sienta como en casa.
Desde el punto de vista de las ciclistas tenemos un vínculo muy fuerte entre nosotras, construido a lo largo de muchos años de altibajos, lágrimas y risas. Así que, sin duda, diría que el ambiente entre nosotros es edificante, solidario y afectuoso. Nos cuidamos mutuamente y somos honestas. Nuestro mantra principal es hablar siempre con sinceridad y no reprimir nunca los sentimientos que luego se convierten en pensamientos negativos. No siempre es fácil, pero trabajamos constantemente para intentar ser mejores versiones de nosotras mismas para los demás.
Entrenamiento de fondo y fuerza
El objetivo de este campus de entrenamiento es desarrollar la resistencia y una base sólida de forma para los próximos intervalos y días de carrera. Pedaleamos durante 4-6 horas con algunos esfuerzos de menor intensidad de 5-30 minutos. Disfruto con este tipo de salidas, ya que vemos muchos lugares hermosos y remotos, a la vez que acumulamos un montón de kilómetros sólidos para las piernas.
Desafíos inesperados y soluciones
Por supuesto, cuando se entrena con tanta intensidad, puede haber contratiempos. Por ejemplo, a veces ocurre que alguien se pone enfermo o se lesiona. Por supuesto, hacemos todo lo posible para evitarlo. Uno no quiere pasarse días en cama en un campus porque tiene la sensación de estar perdiendo un tiempo precioso. Dicho esto, pueden surgir problemas por el cansancio, y las ciclistas pueden romperse mentalmente, pero por eso intentamos crear un espacio seguro para que todas puedan hablar y ayudarlas a quitarse el peso emocional de encima.
Lazos más allá del ciclismo
También hay momentos de tranquilidad. Los mejores recuerdos siempre se crean después de un largo y agotador día en bicicleta. El pasado diciembre, estuvimos en California en un campus de gravel en el que mi bicicleta no llegó y tuve que montar en una de carretera por un sendero de BTT. Las ciclistas crearon un bucle de 100 km, de los cuales 30 km eran sólo para senderistas. Nos pasamos todo el día en bici intentando perseguir la puesta de sol, luchando contra el cansancio y el jet lag. Fue un día en el que, como equipo, nos unimos fuertemente porque cada una tenía que cuidar de los demás y dejar de lado sus propias necesidades.
Lecciones para el futuro
La experiencia de darlo todo en un campo de entrenamiento siempre es una lección de humildad. Cuando estoy en casa, tiendo a subestimar la importancia de la recuperación, pero estos campusme hacen darme cuenta de por qué entreno duro y por qué la recuperación es tan crucial para la mejora general. Veo a todo mi equipo trabajando duro por nuestro éxito, lo que añade motivación para hacer las cosas bien colectivamente, para que al final logremos nuestros objetivos y podamos celebrarlo juntos como resultado. Me espera mucho trabajo duro en los próximos días, pero me alegro de estar aquí con un equipo de personas por las que siento un gran respeto, y ya puedo decir que la temporada 2024 va a empezar muy bien.
