Al ritmo de Jumbo Visma – Dauphine 2022

Escrito por Luis Ortega @Ciclored

Van Aert, Vingegaard y Primoz Roglic. Con estos tres ciclistas del Jumbo Visma podemos resumir todo el Criterium Dauphine 2022. Tres actores principales del mismo equipo para ocho días de competición. El resto, secundarios con más o menos apariciones en escena, pero sin una relevancia real en la lucha por el triunfo final.

El bloque del Jumbo Visma dominó a su antojo una carrera que solía ser el escenario de batalla previo al Tour de Francia. Es cierto que en los últimos años se ha difuminado su relevancia, pero lo que pasa en Dauphiné puede darnos una idea aproximada de cómo ira el Tour. Es cierto que no estaba Pogacar, pero el bloque del UAE se resintió demasiado cuando dejó la carrera Ayuso (que no tiene en los planes ir al Tour), tampoco Daniel Felipe Martínez ni Adam Yates, los líderes del INEOS en la Gran Depart de Copenhagen, pero Tao no fue rival.

Van Aert se basta

En cambio, la maquinaria holandesa no tuvo ninguna fisura. Las seis primeras etapas, sin alta montaña, se pueden resumir con un todo alrededor de Van Aert. El primer día echó mano de Bennot para cerrar el hueco y de Laporte para que le lanzase y ganar el sprint. En la segunda etapa se les escapó la fuga por cinco segundos, aunque Van Aert ganó el sprint del grupo, y Vuillermoz se llevó la victoria. El tercer día el belga levantó antes de los brazos y se le colo por la derecha Gaudu.

La contrarreloj de Dauphine, llana y larga para los tiempos que corren ahora (32 kilómetros) se la llevó Ganna, pero Van Aert fue segundo, Roglic quinto, Vingegaard séptimo y el resto de los favoritos para la general, Caruso fue el mejor, a más de 30 segundos del esloveno.  El quinto día sprint… así que victoria de Van Aert, y para el sexto, con final en Gap dejaron que llegase la fuga y la noticia más relevante fue la exclusión de Molano por golpear a Hugo Hole.

Así que quedaba el fin de semana de alta montaña para comprobar si lo que había mostrado el Jumbo Visma en los días previos era un espejismo o una realidad, si algunos de los teóricos favoritos, Más, Gaudu, O’Connor, Chaves, Tao… estaba al nivel de los ciclistas del equipo holandés. Y, sobre todo, si Van Aert iba a tratar de aguantar en cabeza o se dedicaba solo a ser gregario.

Vingegaard y Roglic para la alta montaña

Las dudas se empezaron a disipar el sábado. Etapa con Galibier por Lautaret, Croix de Fer y final en Vaujany. Solo 140 kilómetros pero muy similar a la que será la etapa reina del Tour 2022, el único cambio es el último puerto, que en julio será Alpe d’Huez. Volvió a ser un monológo del Jumbo Visma. Dejó margen a una escapada de una docena de hombres, de la que solo sobrevivió Carlos Verona, pero solo le sobraron un puñado de segundos con respecto a Roglic.

El resto fue controlar. Ver como Van Aert se descolgaba en Croix de Fer, a la vez de Enric Mas, dolorido tras la caída de dos antes. Y acelerar el ritmo en la rampas más duras de Vaujany (hay un kilómetro al 12%) para que Vingegaard rompiese la carrera y Roglic rematase. El esloveno fue segundo tras Verona y el danés tercero. Solo estuvo cerca O’Connor, cuarto el pasado Tour. Apareció el noruego Johannensen, también Chaves y Gaudu. Más lejos Tao. Y más aún Haig y Caruso, los hombres del Bahrein Mérida.

La última etapa de Dauphine llegaba a los alrededores del Mont Blanc por el Lago de Annecy. También corta, 138 kilómetros, y con La Colombiere como antesala del Plateau de Salaison. Un puerto final al que nunca ha llegado el Tour y que se sale de los cánones alpinos. Corto, solo 11 kilómetros, pero con una media de casi el 10% y muchas rampas del 12 al 14%. Nadie intentó asaltar la general antes de ahí. En parte porque el ritmo en Colombiere y en el falso llano antes del puerto final lo marcó Van Aert. En las primeras rampas dio paso a Benoot, que adelgazó el grupo. El relevo de Kruijswijk atrapó a la escapada de Hirt, Bennet y los Ineos, descolgó a los sufridores Chaves y Haig y dejó que a algo más de cinco kilómetros a meta arrancase Vingegaard para soltar a O’Connor, el único que había sobrevivido al trabajo del tercer hombre en montaña del Jumbo – Visma.

A partir de ahí. Cinco kilómetros de exhibición de Vingegaard, que hizo todo el trabajo y hasta tuvo que levantar el pie en el tramo final para no soltar a su líder. Lo mismo el Tour da hasta para un Froome-Wiggins en Peyresourde…
Las diferencias en meta no fueron exageradas, O’Connor a 15 segundos y el resto, Chaves, Caruso, Guerreiro, Haig y Meintjes (este año todos los Wanty andan) a unos 50 segundos.

Eso sí, McNulty, el primer UAE a 1:45. Y Tao, el primero de los ciclistas del INEOS, a más de dos minutos. No serán los cabezas de cartel en el Tour, pero si hombres clave de sus equipos en la alta montaña y acabaron demasiado lejos.

Para Jumbo Visma el botín de Dauphine no puede ser más exagerado. Tres etapas (Van Aert x 2 y Vingegaard), maillot verde Škoda (Van Aert), Maillot amarillo (Roglic), segundo puesto de la general (Vingegaard) e innumerables segundos puestos en las ocho etapas del Criterium.