El gran favorito de la general
Roglič ya no está, y Kuss vuelve a desempeñar su papel habitual de gregario, por lo que el danés de 28 años cuenta este año con el liderazgo absoluto del equipo. Más importante aún, su rendimiento en el Tour demostró que ha recuperado su mejor nivel. Sí, fue adelantado por Pogačar, pero el esloveno no pudo superarlo en las subidas como ocurrió en 2024. Vingegaard tuvo una contrarreloj floja en el Tour, lo que lo puso en desventaja desde la primera semana de carrera. Eso, sin embargo, no debería repetirse en la Vuelta.
Sigue siendo el segundo mejor escalador del mundo, lo que encaja perfectamente con los trazados de esta Vuelta. La carrera recorre 3.151 km e incluye 11 finales en alto categorizados, algunos con pendientes de dos dígitos al final de ascensos largos y extenuantes, con tres etapas que proponen más de 4.000 m de desnivel. El mejor escalador ganará esta carrera, y ese debería ser Vingegaard.
“Estoy aquí para ganar la general, y con el equipo que me respalda, eso parece un objetivo realista —declaró en el sitio web del equipo—. Hay muchas etapas donde se pueden crear diferencias, así que es importante estar listo desde el principio. Estoy preparado y preferiría comenzar a competir de inmediato.”
La escalada comienza en la primera semana, con duros finales de cumbre de categoría 1 en las etapas 7 y 8. Pero la etapa 13 podría ser la «la etapa de la suerte» la que decante la carrera. Con 202 km, es la más larga de La Vuelta, ofrece 3.964 m de desnivel, incluidas dos subidas de categoría 1 en los últimos 60 km, y finaliza con un puerto de categoría especial (HC) en la mítica Angliru (12,4 km al 10,1 %, con rampas de hasta el 23,5 %).
Los aspirantes
A mi juicio, solo hay un corredor en La Vuelta que podría desafiar a Jonas Vingegaard, y ese es João Almeida, líder del UAE Team Emirates–XRG. Según declaró el propio equipo en su página web, Almeida “liderará las aspiraciones del equipo en la clasificación general”, pero “compartirá el rol de liderazgo con el español Juan Ayuso, lo que ofrece al equipo múltiples opciones estratégicas a lo largo de las tres semanas de carrera”. Entonces, ¿Almeida es el líder y Ayuso el colíder?
¿Cómo funciona eso, lingüísticamente hablando? Según Merriam-Webster, el prefijo co- significa “con, junto, conjuntamente”, lo que también convertiría a Almeida en colíder. Da la impresión de que no aprendieron nada de la “comedia” del Giro de Italia en la que Ayuso partió como jefe de filas hasta que Isaac del Toro se vistió de líder de la carrera y el equipo no resolvió el dilema hasta demasiado tarde. Esa procrastinación y las posibles tensiones internas que generó pudieron haber contribuido a la derrota de Del Toro.

En este caso, sin embargo, el UAE cubre sus apuestas debido a la fractura de costilla que Almeida sufrió en la etapa 7 del Tour, que le obligó a abandonar dos jornadas más tarde. Puede que aún no esté al cien por cien. Si recupera su mejor nivel, será un rival formidable. Este año suma nueve victorias, incluidas las generales del Tour de Suiza, el Tour de Romandía y la Itzulia. Ayuso, por su parte, acumula cinco triunfos, entre ellos la general de la Tirreno-Adriático. Es un excelente escalador, pero todavía no está a la altura de Vingegaard o Almeida. Los dos ya han disputado juntos La Vuelta en 2022 y 2023, con un tercer puesto de Ayuso en la primera, a casi cinco minutos del ganador Remco Evenepoel, como único podio.
Los outsiders
Con Richard Carapaz (EF Education–EasyPost) fuera de la carrera por una enfermedad reciente, no parece que nadie pueda poner en apuros al trío mencionado en la lucha por la general. Ben O’Connor (Jayco AlUla), Egan Bernal (INEOS Grenadiers) y Jai Hindley (Red Bull–BORA–hansgrohe) podrían llevarse alguna etapa y quizá colarse en el podio final. Bernal e Hindley ya saben lo que es ganar una gran vuelta, pero el colombiano no ha vuelto al nivel previo al accidente que lo llevó a ganar el Tour de Francia (2019) y el Giro de Italia. O’Connor, segundo en la Vuelta del año pasado tras Roglič, llega este año con solo una victoria en la temporada, igual que en 2024. Luego fue subcampeón mundial, así que parece reservar su mejor forma para el tramo final del calendario.
Hindley, que ganó el Giro en 2022, abandonó esta edición de la Corsa Rosa tras fracturarse una vértebra en una caída, y solo ha corrido desde entonces la Vuelta a Burgos, donde fue 25º, lo que deja en duda su estado de forma. Sin embargo, su joven compañero Giulio Pellizzari, de 21 años, es un corredor a seguir: fue sexto en el Giro y cuarto en la Vuelta a Burgos, por delante de Bernal y Hindley. Será uno de los nombres interesantes de observar durante toda la carrera.
¿Y el maillot verde Škoda?
Y luego está Tom Pidcock, del Q36.5. Es la primera vez que este equipo profesional participa en la Vuelta, gracias a una invitación wild card. Pidcock ya corrió este año el Giro y terminó 16º. Es uno de los ciclistas más completos del pelotón, aunque no es (todavía) un escalador puro. “El recorrido de este año es muy diverso pero sigue siendo típico de la Vuelta, con muchas llegadas en alto. Hay varias etapas con perfiles que pueden favorecer a un corredor como yo”, declaró en la web del equipo. “Aprendimos del Giro y hemos tenido más tiempo para preparar a fondo esta carrera… Tengo curiosidad por ver qué puedo hacer en la clasificación general.”
El problema para Pidcock es que las etapas que mejor le sientan no incluyen las grandes jornadas de montaña, donde probablemente cederá bastante tiempo frente a Vingegaard y compañía. No obstante, hay abundantes etapas quebradas y de media montaña en las que puede ser protagonista. Incluso podría tener una opción de ganar el maillot verde Škoda, ya que muchos finales en alto no favorecen a los sprinters. Además, solo dos etapas —la primera y la última— se perfilan como llegadas masivas, con un máximo de 50 puntos para el vencedor. Sin embargo, Pidcock tendrá que medirse con Mads Pedersen (Lidl–Trek), que atraviesa un año espectacular con 13 victorias y cuatro maillots verdes, incluido el del Giro, y con Filippo Ganna (INEOS Grenadiers), siempre candidato a levantar los brazos en alguna jornada.



